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Linfoma no Hodgkin de crecimiento lento: características, diagnóstico y tratamiento

El linfoma no Hodgkin (LNH) es un tipo de cáncer que afecta al sistema linfático, el cual forma parte del sistema inmunitario del cuerpo. Existen dos tipos principales de linfoma no Hodgkin en función de su velocidad de progresión: linfoma de crecimiento lento (indolente) y linfoma de crecimiento rápido (agresivo). Este artículo se centrará en los linfomas indolentes, que evolucionan y se diseminan lentamente, generalmente presentando pocos signos y síntomas durante las primeras etapas.

Características del linfoma no Hodgkin de crecimiento lento

El linfoma no Hodgkin de crecimiento lento tiende a evolucionar y diseminarse de manera paulatina, lo que implica que los síntomas pueden tardar en manifestarse y, en algunos casos, la enfermedad puede permanecer sin cambios durante años. Según el Instituto Nacional del Cáncer (NIH), el linfoma indolente incluye varios subtipos, siendo los más comunes el linfoma folicular, el linfoma linfoplasmocítico y el linfoma de la zona marginal.

Linfoma folicular

El linfoma folicular es el tipo más común de linfoma no Hodgkin de crecimiento lento y comienza en los linfocitos B, un tipo de célula inmunitaria. Este linfoma suele afectar los ganglios linfáticos y, en algunos casos, puede extenderse a la médula ósea o el bazo. Generalmente, los pacientes son diagnosticados a los 50 años o más. Una característica interesante de este tipo de linfoma es que puede desaparecer sin necesidad de tratamiento. Sin embargo, es fundamental monitorear a los pacientes de cerca para detectar signos de reaparición o progresión de la enfermedad, ya que en algunos casos puede transformarse en un linfoma más agresivo, como el linfoma difuso de células B grandes.

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Linfoma linfoplasmocítico

Este tipo de linfoma se caracteriza por la producción excesiva de una proteína llamada anticuerpo de tipo inmunoglobulina monoclonal M (IgM), lo que puede espesar el plasma sanguíneo. Esta condición puede causar una variedad de síntomas, como visión borrosa, problemas cardíacos, dificultades respiratorias, dolor de cabeza, mareos y entumecimiento en las extremidades. Aunque algunos pacientes no presentan síntomas, este linfoma a menudo se diagnostica durante análisis de sangre de rutina. También se conoce como macroglobulinemia de Waldenström y puede diseminarse a la médula ósea, los ganglios linfáticos y el bazo.

Linfoma de zona marginal

El linfoma de zona marginal es otro tipo de linfoma indolente que comienza en los linfocitos B en una parte del tejido linfático llamada zona marginal. Existen varios subtipos de este linfoma, dependiendo del tejido donde se origina. Entre ellos, destacan:

  • Linfoma ganglionar de zona marginal: Se origina en los ganglios linfáticos y es relativamente infrecuente.
  • Linfoma de tejido linfoide asociado a mucosas (MALT): Este tipo comienza en el estómago y a menudo está asociado con infecciones bacterianas como Helicobacter pylori. También puede formarse fuera del estómago, afectando otras áreas del cuerpo como las glándulas salivales, tiroides y pulmones.
  • Linfoma esplénico de zona marginal: Se inicia en el bazo y puede diseminarse a la sangre periférica y médula ósea. Un signo distintivo de este tipo de linfoma es un bazo agrandado.

Diagnóstico

El diagnóstico del linfoma no Hodgkin de crecimiento lento suele implicar una combinación de estudios de imagen, como tomografía computarizada (TC) o tomografía por emisión de positrones (PET), y biopsias de ganglios linfáticos. Dado que muchos pacientes no presentan síntomas iniciales, estos linfomas a menudo se descubren durante exámenes médicos de rutina o cuando los pacientes buscan atención médica por síntomas generales como fatiga o fiebre.

Tratamiento

El tratamiento de los linfomas indolentes puede variar dependiendo del estadio de la enfermedad y de la sintomatología del paciente. En muchos casos, se adopta una estrategia de «observación vigilante», en la que el médico monitorea al paciente sin iniciar tratamiento hasta que los síntomas se manifiesten. Esto se debe a que estos linfomas a menudo no causan problemas graves durante largos períodos.

Cuando es necesario intervenir, las opciones de tratamiento incluyen:

  • Inmunoterapia: El uso de anticuerpos monoclonales, como el rituximab, ayuda a atacar específicamente las células cancerosas.
  • Quimioterapia: A menudo, se emplea en combinación con inmunoterapia para combatir las células malignas.
  • Radioterapia: Se utiliza en casos localizados para reducir el tamaño de los ganglios linfáticos afectados.
  • Terapias dirigidas: Nuevos tratamientos que atacan directamente las células cancerosas, reduciendo el daño a las células sanas.

Pronóstico

El linfoma no Hodgkin de crecimiento lento tiene un pronóstico favorable en la mayoría de los casos, con una tasa de supervivencia alta. Sin embargo, debido a la naturaleza crónica de la enfermedad, muchos pacientes pueden necesitar tratamiento intermitente a lo largo de su vida.

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