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Tipos de linfoma y en qué se diferencian

El linfoma es un tipo de tumor maligno que afecta al tejido linfático y puede aparecer en cualquier órgano. Se trata de un cáncer altamente curable, cuyo éxito en el tratamiento depende del conocimiento de la enfermedad, de reconocer síntomas y del diagnóstico oportuno. 

Para profundizar más sobre este tema, entrevistamos al Dr. Cristian Rodríguez, reconocido especialista en oncología de Puerto Rico, quien explicó que «existen más de 60 tipos de linfomas, los cuales se clasifican en dos categorías principales: los de Hodgkin y los no Hodgkin».

Cuando las células cancerosas son un tipo de linfocito B considerado anormal también denominadas células Reed- Sternberg, el linfoma se clasificará como Hodgkin mientras que si no hay presencia de estas células se considera no Hodgkin. Además, cada categoría se subdivide en diversos tipos específicos, cada uno con características distintas.

Tipos de Linfoma Hodgkin

El Linfoma Hodgkin (LH) se clasifica en dos tipos principales:

  1. Enfermedad de Hodgkin clásica: Este tipo abarca aproximadamente el 95% de todos los casos de LH en países desarrollados y se subdivide en cuatro tipos distintos:

Linfoma de Hodgkin con esclerosis nodular: Es el tipo más común en países en desarrollo, representando entre el 60% y 80% de los casos. Afecta principalmente a adolescentes y adultos jóvenes, aunque puede presentarse en personas de cualquier edad y se origina en los ganglios linfáticos del cuello o tórax.

Linfoma de Hodgkin con celularidad mixta: Representa entre el 15% y 30% de los casos y se presenta principalmente en adultos de edad avanzada, aunque también puede ocurrir en otras edades. Puede originarse en cualquier ganglio linfático, pero es más frecuente en los del torso superior.

Linfoma de Hodgkin con depleción linfocítica: Es poco común, comprendiendo menos del 1% de los casos. Suele afectar a personas mayores y se diagnostica generalmente en etapas avanzadas, afectando los ganglios linfáticos del abdomen, bazo, hígado y médula ósea.

Linfoma de Hodgkin con predominio linfocítico clásico: Representa alrededor del 5% de los casos. Suele presentarse en la mitad superior del cuerpo y rara vez afecta más que unos pocos ganglios linfáticos.

Según precisó el especialista, «los linfomas de Hodgkin tienen una presentación bimodal. Estos linfomas se asocian mayormente a pacientes mayores de 65 años, pero también pueden presentarse en pacientes más jóvenes, incluso en la etapa de los 30 años». 

No siempre podemos correlacionar estos linfomas con virus, aunque en ocasiones pueden estar asociados a virus como el virus Epstein-Barr o el citomegalovirus, entre otros.

«El tratamiento de los linfomas dependerá de la presentación del linfoma, su agresividad y el tipo de célula afectada. Hay ciertos linfomas indolentes, como el linfoma folicular, que pueden observarse sin requerir tratamientos inmediatos. Sin embargo, hay linfomas agresivos que causan síntomas que afectan la calidad de vida del paciente y, por lo tanto, requieren tratamientos. Estos tratamientos pueden involucrar quimioterapia, a veces combinada con anticuerpos monoclonales como el rituximab. También se emplea una droga llamada polatuzumab, que está indicada de primera línea en ciertos linfomas agresivos».

El linfoma difuso de células grandes tiene un índice de curación de alrededor del 50% con la primera línea de terapia, pero aproximadamente la mitad de los pacientes tendrán una recaída. Para aquellos pacientes con recaída, existen nuevas drogas específicas que se dirigen a las células T del linfoma. Además, hay terapias celulares CAR-T que se aprobaron en 2017 como tercera línea, pero recientemente han demostrado ser efectivas en segunda línea. Antes de estas terapias emergentes, la tasa de supervivencia para pacientes con linfoma de células grandes en segunda línea era cercana al 15%, mientras que ahora tenemos resultados mucho mejores.

«En el caso de los linfomas foliculares que requieren terapia, se manejan de manera similar a los linfomas de células grandes. Cuando hay una recaída después de dos líneas sistémicas, también son candidatos para la terapia con CAR-T. El linfoma de manto es una enfermedad que debe evaluarse para un posible trasplante de médula si el paciente logra una remisión en primera línea y es un candidato adecuado», precisó el doctor.

En el caso de los linfomas de células T, la mayoría son agresivos y requerirán quimioterapia, y en algunos casos, se evaluará la posibilidad de un trasplante. La mayoría de los trasplantes que se consideran son trasplantes autólogos, pero hay ciertos linfomas de células T extremadamente agresivos que podrían requerir un trasplante de un donante.

Tipos de Linfoma no Hodgkin

El Linfoma no Hodgkin (LNH) es un cáncer sanguíneo que se origina en los linfocitos, células blancas cruciales para el sistema inmunológico. Existen más de 60 tipos diferentes de LNH, que se pueden clasificar en indolentes (crecimiento lento) o agresivos (crecimiento rápido), según su velocidad de desarrollo.

«Dentro de este tema, los linfomas se dividen según el tipo de célula de origen y su agresividad. En cuanto al tipo de célula de origen, pueden ser linfocitos B, linfocitos T o linfocitos NK, siendo estos últimos los menos comunes».

  • Los linfomas agresivos, también conocidos como linfomas de alto grado, se caracterizan por un crecimiento y propagación rápidos, lo que provoca síntomas graves.
  • Los linfomas indolentes, o linfomas de bajo grado, tienen un comportamiento menos agresivo y suelen presentar adenopatías que evolucionan durante años, manteniendo un buen estado general. Sin embargo, estos linfomas pueden ser más difíciles de eliminar completamente mediante tratamiento, a diferencia de los linfomas agresivos que suelen responder bien a la quimioterapia.

«Por otro lado, también clasificamos los linfomas según su agresividad en dos grupos: los agresivos y los indolentes. El linfoma difuso de células grandes es el linfoma agresivo más común, pero también existen otros linfomas bastante comunes como el linfoma folicular, que es el más frecuente entre los indolentes».

La palabra indolente significa que pueden ser de crecimiento lento y tal vez no manifieste síntomas. Está el linfoma de manto que se considera bastante agresivo, pero puede tener una presentación de leucemia indolente. También están los linfomas de células T, que se pueden dividir en periferales o linfomas cutáneos, que son raros pero tienden a ser agresivos. En el caso de los linfomas periferales, también pueden ser agresivos y requerir tratamiento urgente.

Fuentes: NIH, American Cancer Society

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