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Diferencias entre linfoma, leucemia linfocítica crónica y otros cánceres de la sangre

Recientemente se llevó a cabo en la isla el evento «Hablemos de Leucemia» con el objetivo de abordar temas relacionados con los cánceres de la sangre. El Dr. Cristian Rodríguez, hematólogo oncólogo, fue uno de los conferencistas y compartió novedades sobre el linfoma y la leucemia linfocítica crónica, que son enfermedades del sistema inmune. 

En el caso de la leucemia linfocítica crónica, los pacientes mayores de 65 años pueden presentar aumento en los glóbulos blancos, agrandamiento de los nódulos linfáticos, del hígado y del bazo, así como anemia y plaquetas bajas. Por otro lado, los linfomas se caracterizan por el origen de las células, sean de B o T, y se dividen según si son agresivos o indolentes. 

«Los linfomas agresivos se caracterizan por un crecimiento rápido de los nódulos linfáticos, y pueden manifestarse con síntomas como fiebre o sudoración nocturna», explicó el especialista.

¿Cuál es la diferencia entre el linfoma y la leucemia linfocítica crónica en comparación con otros tipos de cánceres de la sangre? 

A diferencia de los linfomas, otros cánceres como el mieloma múltiple pueden afectar los riñones, aumentar los niveles de calcio y afectar los huesos con mayor frecuencia. Esta es una pequeña diferencia a tener en cuenta.

Factores de riesgo 

El médico explicó que «existen algunos factores de riesgo, tales como la exposición a ciertos virus, como el VIH o el virus Epstein-Barr, comúnmente conocido como el virus del beso».

Sin embargo, estas enfermedades se asocian principalmente con el envejecimiento, ya que se observan con mayor frecuencia en pacientes mayores de 65 años debido a la acumulación de ciertas mutaciones que provocan el crecimiento descontrolado de estas células.

¿Cómo se diagnostican estos cánceres?

«Para el diagnóstico y tratamiento de los linfomas, disponemos de varias herramientas, como el uso de imágenes, en particular el PET/CT scan, y la realización de biopsias de médula ósea», afirmó el especialista.

Por otro lado, en el caso de la leucemia linfocítica crónica se realizan biopsias de médula ósea y otras pruebas como la citometría de flujo para caracterizar las células que crecen de manera descontrolada.

«Los pacientes suelen acudir al médico debido a los síntomas, como sudoración nocturna, pérdida de peso y malestar. Se realizan pruebas de laboratorio para evaluar los glóbulos blancos, hemoglobina y plaquetas. Luego se procede a hacer imágenes para mostrar el agrandamiento de los nódulos linfáticos o masas fuera de los ganglios linfáticos».

¿Cómo se tratan estos cánceres?

El doctor explicó que «los tratamientos dependerán del tipo y la agresividad de la enfermedad. Hay ciertos linfomas de crecimiento lento que no producen síntomas, mientras que otros de crecimiento rápido o agresivo requieren una terapia inmediata. En la mayoría de los casos, se combina la quimioterapia con la inmunoterapia para tratar a estos pacientes».

Vea la entrevista completa aquí

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