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La historia de Raymond, 28 marzos después del cáncer colorrectal

Este es el marzo número 28 que Raymond Dalmau suma después de ganarle al cáncer colorrectal. El exjugador y entrenador puertorriqueño de baloncesto es un sobreviviente de la enfermedad que al día de hoy se posiciona como primera causa de muerte dentro de una larga lista de condiciones oncológicas en la isla.

Aunque algunos recuerdos deberían escaparse de su memoria, Raymond conserva intactos los detalles de esta experiencia. Recién regresaba de las Olimpiadas de Barcelona 1992, cuando decidió tomarse unas vacaciones. Cerca de la piscina leía una revista, sin embargo, el contenido que encontró allí cambiaría el curso de su vida. En un artículo sobre cáncer colorrectal halló algunos de los síntomas que percibía desde hacía meses.

Tan pronto regresó a Puerto Rico, acudió ante un especialista de salud para someterse a los exámenes necesarios, entre ellos una colonoscopía. Sobre la experiencia de recibir un resultado positivo de cáncer, ofrece Raymond su testimonio a BeHealth.

“Me había preparado mentalmente para eso, pero como en aquel momento no existía mucha información al respecto, no sabía cuán serio era. Recuerdo que el médico me dijo ‘Raymond tú tienes cáncer’ y me empezó a explicar el proceso, pero él se quedó muy asombrado porque no vio ninguna reacción, y eso es algo normal en mí, lo sabe quien me ha visto jugando baloncesto.

“Yo me crie con una mente fuerte. Desde pequeño he sabido batallar con diferentes situaciones, lo que me ayudó mucho, en especial por el carácter de mi mamá. Ella tenía una mentalidad envidiable y me educó de esa manera, sobre todo a tener el pensamiento que se requiere ante este tipo de circunstancias. Sin dudas me sirvió también para ser un buen jugador de baloncesto y un buen dirigente.

“Durante aquel tiempo un amigo fue diagnosticado de ese mismo cáncer y falleció tres meses después. Lógicamente uno piensa que eso también te puede suceder. Sin embargo, los médicos me explicaron que el diagnóstico no era una sentencia de muerte. En mi caso, el tumor estaba en la pared del recto y por ello tenía grandes probabilidades de sobrevivir a todo el proceso.”

¿Qué lugar tuvieron sus seres queridos ante la noticia de esta condición y durante el tratamiento?

“Se lo dije a los miembros de mi familia uno por uno. Mi hermano mayor y el menor pudieron asimilarlo mejor, pero el del medio se vio muy afectado. Mi hija era aún joven, tenía 11 años, no sabía qué era cáncer, y en ningún momento le hicimos sentir temor de perder a su papá.

“Ellos siempre me vieron como una persona fuerte y quise que también se mantuvieran firme. Entonces esa actitud me ayudó a mí y a todos alrededor. Pienso que eso es importante, sobre todo en un paciente de cáncer contribuirá mucho el demostrarle a la familia que él está haciendo todo lo posible por salir de esa situación, que no se está dando por vencido.”

La historia de Raymond, 28 marzos después del cáncer colorrectal
Raymond junto a su familia. Foto: Cortesía del entrevistado.

¿Cómo lo asumió su mamá?

“Mi madre es mi fuerza de verdad. Por supuesto se preocupó, pero siempre fue una mujer estoica y en eso me ayudó mucho. Después de que me operaron, vino para Puerto Rico a cuidarme durante el mes de recuperación.”

Sandra, compañera de vida de Raymond, está a su lado mientras él rememora lo sucedido 28 años atrás. Para ella hay aprendizaje ante un diagnóstico de cáncer, lecciones que tampoco olvida y que comparte en entrevista con BeHealth.

“Siempre habrá espacio para llorar, para la preocupación porque somos seres humanos y la palabra cáncer, aunque no es una sentencia de muerte, te mueve y te crea temor. Pero el apoyo que la familia pueda ofrecer es vital, así como tratar de llevar una vida normal”, asevera.

Alrededor de 4 meses transcurrieron desde que le fue diagnosticada la condición a Raymond hasta la cirugía. Debió pasar por un proceso de quimioterapia y radiación antes de salir airoso del quirófano un primero de marzo. La detección temprana del cáncer se convirtió para él en esperanza, triunfo y continuidad de una historia de vida que hoy comparte como mensaje de prevención.

Se sabe que cuando este tipo de cáncer es detectado a tiempo, como en su caso, las expectativas de vida son altas, ¿qué cree entonces sobre la prevención?

“Mi mensaje es que no se está exento de padecer cáncer de colon. A mí me lo diagnosticaron con 44 años y en mi familia nadie había tenido antes esa condición.

“Mi mejor amigo falleció de ese tipo de cáncer hace unos 2 años y fue un momento que me afectó mucho, eso no debía haber pasado. Quizás él no pensó que se trataba de esa enfermedad.

“Hoy en día las pruebas se inician desde tempranas edades, a veces incluso antes de los 30. Esta es una condición prevenible, y ante uno de los primeros síntomas como sangre en las excretas, se debe acudir de inmediato al médico para realizarse una colonoscopia.”

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