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Marian Pabón, una batalla contada con humor y valentía

En un evento reciente del Centro Comprensivo de Cáncer, la actriz y comediante puertorriqueña Marian Pabón compartió su inspiradora, cruda y a veces hilarante experiencia con el cáncer. Rodeada de colegas, amigos y pacientes, Pabón habló de los momentos difíciles de su diagnóstico, su tratamiento, y su recuperación, siempre con el toque de humor que la caracteriza. A través de su testimonio, Marian no solo relató la realidad de un proceso arduo, sino que también promovió la importancia de donar sangre, algo que en su caso fue fundamental para su supervivencia.

«Cada vez que me sentía mal durante la quimioterapia, cuando no entendía lo que estaba sintiendo, era una sensación tan horrible que pensé que iba a morir de la gastritis», confesó Marian.

La historia de Pabón está llena de momentos inesperados, desde complicaciones con una infección bacteriana hasta los desafíos de la quimioterapia y sus efectos secundarios. Después de su mastectomía, Marian tuvo que ser operada dos veces más debido a una bacteria que contrajo en el hospital. La actriz describió cómo, tras una de estas cirugías, sufrió una hemorragia que la obligó a recibir su primera transfusión de sangre.

«Nunca en mi vida había recibido una transfusión, y espero que esa haya sido la primera y la última», dijo, destacando la importancia de las donaciones de sangre. «Cualquier emergencia, grande o pequeña, puede hacer una diferencia entre la vida y la muerte».

Un proceso marcado por el aprendizaje y el cambio

Durante su tratamiento, Marian se vio obligada a aprender sobre medicina y a familiarizarse con términos y procesos médicos que antes le eran desconocidos. «No me ha quedado de otra», bromeó, explicando cómo el cáncer y la quimioterapia la obligaron a desarrollar una paciencia que nunca había tenido.

«Siempre he sido explosiva y nerviosa, una persona que nunca se detiene. Pero ahora he tenido que aprender a tomarme pausas, a ser más paciente», reflexionó. Aunque ya está en remisión, Marian aún lidia con las secuelas del tratamiento, como artritis y osteoporosis. «La quimioterapia dejó huellas».

Uno de los efectos secundarios que Marian ha enfrentado con humor es el regreso de la menopausia, como si el proceso hormonal de su juventud hubiera decidido repetirse a causa del tratamiento.

«Ahora, como si fuera poco, me volvió a dar menopausia, ¡como si tuviera 49 o 50 otra vez! Cuando termine de escribir mis monólogos sobre el cáncer, tal vez haga uno sobre la menopausia también», comentó entre risas. 

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El humor como herramienta de sanación

Para Marian, el humor ha sido su refugio y su método de sanación. A través de su stand-up, ha encontrado una manera de procesar las experiencias dolorosas y transformarlas en material cómico que alivia tanto a ella como a su audiencia. «Es mi manera de lidiar con lo que he vivido. Es mi proceso, no el de nadie más, porque cada persona que pasa por cáncer tiene su propia historia y su propia experiencia».

En sus monólogos, Marian aborda temas como la pérdida de cabello, los efectos de la quimioterapia y las luchas emocionales que enfrentan muchos pacientes. Incluso compartió una anécdota reciente en la que un joven le pidió que enviara un video a su madre, quien estaba deprimida por la caída de su cabello.

 «Le dije que no se preocupara tanto por el pelo. ¡Que si a los hombres les queda bien estar calvos, a nosotras también! Yo nunca usé pañuelo ni peluca; con el calor que hace, olvídate», contó, recordando cómo decidió enfrentar la pérdida de cabello con la cabeza descubierta.

Las complicaciones y el valor de la donación de sangre

Uno de los aspectos más impactantes de su relato fue su experiencia con la hemorragia y la necesidad de una transfusión de sangre. Debido a la infección que contrajo tras su primera cirugía, los médicos tuvieron que intervenir en varias ocasiones. En una de esas ocasiones, comenzó a perder sangre rápidamente, pero nadie se dio cuenta hasta el día siguiente, cuando ya estaba en una situación crítica.

«Ahí fue cuando me tuvieron que hacer una transfusión para estabilizarme», explicó. «Estoy muy agradecida de que hoy estén recibiendo donaciones de sangre, porque las necesitamos».

El apoyo de familiares y amigos

Pabón también aprovechó el momento para agradecer a las personas que la acompañaron durante el proceso, desde amigas que le preparaban comidas caseras hasta su prima hermana, quien fue un apoyo constante. Expresó su gratitud al personal del Centro Comprensivo de Cáncer, describiendo las habitaciones como «apartamentos individuales» y destacando la calidez y dedicación de los enfermeros.

«Realmente es un lugar especial, y estoy contenta de estar aquí. Cada vez que tengo alguna complicación, sé que aquí me atenderán más rápido que en cualquier otro lugar», afirmó.

Su próximo show: un desahogo para ella y una esperanza para otros

Marian anunció que pronto presentará un show de stand-up sobre su experiencia con el cáncer, un espectáculo que espera sirva como alivio para quienes están pasando por situaciones similares. «Para mí, el humor es una forma de sanar», comentó. En lugar de quedarse en casa lamentando lo ocurrido, Marian ha decidido transformar sus experiencias en comedia, con el deseo de que aquellos en la audiencia puedan encontrar un momento de risa en medio de sus propias luchas.

«Claro, en el show habrá momentos emotivos, porque es imposible hablar de cáncer sin tocarlos», explicó. «Pero, igual que cuando hice mi monólogo sobre la menopausia, sé que habrá muchas personas que se sentirán identificadas y, ojalá, ayudadas».

El espectáculo se presentará en varias ciudades de Puerto Rico, incluyendo Fajardo y Vega Baja en octubre, con una presentación final en el Centro de Bellas Artes en noviembre. Marian espera que, al compartir su historia y su humor, pueda hacer una diferencia en la vida de quienes enfrentan el cáncer y otras pruebas difíciles.

«Me río de mí misma y de mi proceso, y así quienes hayan pasado por lo mismo quizá puedan reírse también», concluyó. En última instancia, su mensaje es uno de esperanza: aunque la batalla contra el cáncer es dura, la capacidad de reírse y de encontrar significado en el sufrimiento puede hacerla más llevadera.

 Mira aquí la entrevista completa

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