La reina de belleza que no permitió que el cáncer pusiera límites a sus sueños
Karina von Gundlach es una joven de veinticinco años llena de sueños que se prepara para culminar su maestría en Music Business en la Universidad de Boston. Hace algunos años fue candidata a Miss Universe Puerto Rico en el reconocido certamen de belleza en representación de su pueblo, Cayey.
Sin embargo, la historia de su vida fue en ese momento, apenas dos semanas antes de que finalizara el concurso, impactada por una realidad que transformó cada una de sus metas y percepciones. Fue en el año 2021 cuando Karina fue diagnosticada con cáncer de mama triple negativo, un tipo de cáncer que afecta mayormente a mujeres de más de cuarenta años, después de descubrir un una bolita en su seno.
Su tumor estaba en una etapa avanzada, lo que exigía una acción inmediata. Así que el primer paso en su tratamiento fue discutir el procedimiento y las implicaciones del ataque al tumor con su oncóloga. En su caso, tuvo que someterse a 14 sesiones de quimioterapia, que constituían la primera fase del proceso.
A pesar de que recibió el diagnóstico mientras aún participaba en el concurso de belleza y estaba en proceso de asimilar la noticia, Karina decidió asistir a un ensayo del certamen después de su primera quimioterapia, sin tener conocimiento previo de los efectos secundarios. Se encontró completamente desprevenida en ese momento y al día siguiente comenzó a experimentar los efectos secundarios, como dolores y reacciones corporales. Fue entonces cuando comprendió la gravedad de la situación y la necesidad de tomar medidas.
Karina confesó que la noticia fue abrumadora tanto para ella como para su familia. Era aún muy joven y se encontraba en un momento de la vida lleno de promesas y proyectos ilusionantes.
«En ese momento, mi mente se inundó de preguntas: ¿Por qué a mí? ¿Por qué ahora? Son interrogantes humanas que surgen al recibir una noticia así. Sin embargo, en aquel preciso instante, cuando la oncóloga me comunicaba el diagnóstico, sentí las manos de Dios posadas sobre mis hombros. Dentro de toda la incertidumbre, experimenté una calma y una paz indescriptibles, pues sentí que Dios estaba a mi lado, sosteniéndome, protegiéndome y envolviéndome con su manto de amor y protección. En cada momento, escuchaba su voz diciéndome: ‘Estoy contigo. No estás sola. Podrás superar esto y saldrás victoriosa, porque Yo estoy contigo'», confesó la joven.
Karina tomó la decisión de poner su salud en primer lugar y redactó una carta pública anunciando su retiro del concurso. Mientras se encontraba en el hospital, sosteniendo con una mano el celular y viendo los comentarios, mientras en la otra sostenía el cabello que le caía debido a los efectos de la quimioterapia, comprendió que estaba enfrentando una prueba en su vida, un desafío que debía superar.
Durante este proceso, Karina se enfrentó a diversos retos tanto físicos como emocionales. Confesó que no fue fácil aceptar la pérdida de cabello y verse en el espejo sin él. Sin embargo, en medio de la oscuridad, la joven sintió que su fe y su luz interior le permitían comprender que esto no ocurría por casualidad, sino por un propósito mayor que trascendía su propia existencia. Entendió que la fe era fundamental para superar este proceso.
“Ese fue el momento en el que desperté y me di cuenta de que estaba viviendo esta realidad en carne propia. Después de completar las sesiones de quimioterapia, me sometí a una mastectomía bilateral. Luego, opté por la inmunoterapia como siguiente paso en mi tratamiento”.
Es una realidad que el cáncer no solo afecta físicamente, sino también emocionalmente. Para mantener una actitud positiva y afrontar los desafíos, sus dos pilares fundamentales fueron su familia y sus padres.
“Ellos fueron mis ángeles guardianes durante todo el proceso, brindándome apoyo, fortaleza y cuidados. Desde el momento en que recibí el diagnóstico hasta el momento de la cirugía, estuvieron a mi lado, dándome fuerzas y recordándome que superaría este proceso. Su presencia y amor fueron mi mayor motivación para enfrentar cada día y luchar contra esta enfermedad tan difícil”, contó a BeHealth.
Afortunadamente, Karina hoy se encuentra libre de cáncer. Una noticia-regalo que recibió en las últimas Navidades y, en la actualidad, sigue persiguiendo sus sueños mientras integra las lecciones que el cáncer le dejó.
«Después de enfrentar el cáncer, mi perspectiva de la vida cambió por completo. Aprendí muchas lecciones en este proceso. Durante mi competencia en un concurso de belleza, pasé de luchar por una corona física a luchar por la corona de mi vida. Descubrí que abrazar nuestra vulnerabilidad es la clave para abrir la puerta hacia la verdadera belleza. La belleza no se define por apariencias superficiales, sino por nuestra esencia y cómo podemos ayudar a los demás. Aprendí que todos tenemos algo especial y único que nos distingue. Lo más importante es la actitud con la que enfrentamos la adversidad y convertimos nuestra actitud en nuestra armadura de poder en la vida.»
Para Karina compartir su vulnerabilidad respecto al diagnóstico del cáncer ha sido una experiencia hermosa y gratificante y le ha permitido conectar con otras personas que han pasado por situaciones difíciles, incluyendo enfermedades, depresión y ansiedad.
“Si los seres humanos pudiéramos entender que tenemos más cosas en común que diferencias, este mundo sería diferente. A través de mi testimonio, quiero transmitir un mensaje de paz y esperanza a aquellos que lo necesitan, para que encuentren su propósito en la vida y vivan plenamente. La felicidad no se mide por el éxito material, sino por servir a los demás y tener un propósito que nos haga crecer como seres humanos.»
«Antes de terminar, me gustaría enviar un mensaje a todas las chicas jóvenes mayores de 18 años: por favor, cuídense, protéjanse y realícense los estudios de sonomamografía. Aunque seas joven, no estás exenta de tener problemas de salud. Mi mensaje es que se cuiden, porque pueden salvar sus propias vidas”, finalizó Karina en un mensaje para todas las mujeres.