Marían Pabón es una figura querida y respetada por el público que ha compartido con BeHealth su proceso en la lucha contra el cáncer de seno. En entrevista, compartió su historia, desde los primeros síntomas hasta su recorrido por el tratamiento.

Marian Pabón mencionó a BeHealth que afortunadamente cuenta con el apoyo de muchas personas y se siente en confianza con el especialista en oncología que la acompaña en su tratamiento quien le informó que su cáncer es, efectivamente, agresivo, lo que requirió que comenzara la quimioterapia de manera inmediata.

“No se trata solo de perder cabello y afeitarme la cabeza. También estoy perdiendo peso debido a los efectos de la quimioterapia en mi sistema intestinal, que es mi punto débil. A pesar de que intento mantener una buena alimentación, las dos quimioterapias que he recibido han afectado mi sistema digestivo de manera diferente. La primera me causó estreñimiento, y la segunda me está dando diarrea”, contó Marian.

También mencionó que, aunque trate de comer bien, lo que ingiere no se queda en su estómago, “lo que significa que mi cuerpo está atravesando cambios físicos a los que no estoy acostumbrada”.

Contó que es cierto que la quimioterapia puede ser muy intensa, y al principio puede resultar especialmente difícil. Sin embargo, con el tiempo, “uno se va acostumbrando a lidiar con los efectos secundarios y las emociones que conlleva. Algunas personas tienen que someterse a un mayor número de sesiones de quimioterapia que otras, y el proceso es diferente para cada individuo”.

A lo largo de este proceso, Marian ha demostrado una gran valentía al compartir su historia y al lidiar con los desafíos de la quimioterapia. A medida que avanza, descubre aún más fuerza y resiliencia en sí misma.

“Es completamente normal tener días en los que te sientes emocionalmente abrumada, especialmente cuando también te sientes mal físicamente. Querer mantener tu fortaleza y evitar ser una carga para los demás es algo que muchas personas en tu situación sienten. Sin embargo, es importante recordar que compartir tus sentimientos y preocupaciones con quienes te rodean puede ser un alivio para ti y una forma de fortalecer los lazos con tus seres queridos”, aseveró.

Marian se encuentra enfocada en la recuperación y tiene una actitud positiva. “El hecho de que los resultados de tus análisis de sangre muestren mejorías con la quimioterapia es un buen indicio de que estoy respondiendo al tratamiento”, dijo.

En cuanto a las recomendaciones de otras personas y tratamientos naturales, dijo que es importante consultar con el oncólogo antes de realizar cualquier cambio en su tratamiento o incorporar nuevas terapias, “ya que tu médico conoce mejor tu situación y puede proporcionarte la mejor orientación para tu recuperación”.

Finalmente, compartió un mensaje de prevención donde es fundamental que las personas se hagan revisiones médicas regulares y pruebas como la mamografía para detectar afecciones de manera temprana. La detección temprana puede marcar una gran diferencia en el tratamiento y en la recuperación. Es esencial que las personas se hagan chequeos de rutina y se conciencien sobre la importancia de la prevención y la detección temprana, “eso es lo que me ha salvado”.

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Es común escuchar a personas que han enfrentado enfermedades graves decir que han experimentado un crecimiento personal y un cambio en su perspectiva de la vida. La adversidad puede sacar a relucir una fortaleza interna y una comprensión más profunda de la vida. Es un proceso desafiante, pero puede llevar a un mayor aprecio por las cosas simples, una mayor empatía hacia los demás y una perspectiva más positiva en general.

«La vida te cambia. Las prioridades que solías tener ya no son las mismas. A veces, cuando solías juzgar a la gente por cosas insignificantes, te das cuenta de lo absurdo que era. No puedes juzgar a alguien a quien no conoces, porque al final, todos somos individuos únicos y nos conocemos a nosotros mismos mejor que nadie”.

Ahora Marian dice que valora lo que tiene a su alrededor, “a las personas que te quieren”. Te das cuenta de que hay mucha gente buena por ahí, mucha más de lo que a veces pensamos:

“Ahora veo la empatía hacia los demás, hacia nuestros semejantes, como algo valioso que a veces pasamos por alto. Aprendí esta lección y la aprecio”. 

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