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Rehabilitación y cuidados posteriores al tratamiento del cáncer de cabeza y cuello

Los carcinomas de cabeza y cuello constituyen un grupo heterogéneo de neoplasias localizadas en las vías aerodigestivas superiores, representando el 5% de los cánceres diagnosticados en adultos. Gracias a la detección temprana y los avances en los tratamientos oncológicos, hay un número creciente de sobrevivientes de cáncer de cabeza y cuello. Estos cánceres tienen su origen en regiones como la cavidad oral, senos paranasales, cavidad nasal, faringe, laringe y glándulas salivales.

El tratamiento quirúrgico es esencial, junto con quimioterapia y radioterapia. Sin embargo, estos tratamientos a menudo resultan en diversas comorbilidades funcionales, impactando la calidad de vida de los pacientes. Por tanto, los estudios recientes se centran más en los aspectos de calidad de vida, destacando la importancia de la rehabilitación en pacientes con cáncer de cabeza y cuello. Veamos en qué consiste.

Repercusiones del tratamiento para el cáncer de cabeza y cuello

Los tratamientos oncológicos para el cáncer de cabeza y cuello, incluyendo cirugía e intervenciones médicas, especialmente cirugías extensas de resección, resultan en varias repercusiones funcionales, que incluyen:

  • Alteraciones en la mecánica del cuello y hombros
  • Dolor en hombro y cuello
  • Formación de tejido cicatricial (fibrosis y adherencias)
  • Problemas en el drenaje linfático (linfedema facial)
  • Parálisis de la rama marginal del nervio facial
  • Exceso de salivación (sialorrea) y/o boca seca (xerostomía)
  • Trismo (limitación en la apertura bucal)
  • Dificultades para la deglución (problemas funcionales en la alimentación)
  • Problemas de comunicación (dificultades en la producción del habla)
  • Pérdida de peso, miopatía, desacondicionamiento físico
  • Limitaciones en actividades y participación (impacto emocional, comunicativo, laboral, deportivo, aislamiento social, depresión)

Estas repercusiones del tratamiento afectan significativamente la calidad de vida de los pacientes y pueden contribuir a una discapacidad considerable, definida como alteraciones en la percepción de la salud a nivel físico, psíquico y social.

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El papel de la rehabilitación en el cáncer de cabeza y cuello

Los objetivos de la rehabilitación en pacientes con cáncer de cabeza y cuello varían según el tipo de cirugía y tratamientos oncológicos complementarios que recibe cada paciente. Por tanto, la evaluación integral del paciente es crucial. La rehabilitación tiene como objetivos:

  • Restaurar el equilibrio articular del hombro y la movilidad cervical mediante kinesioterapia activo-asistida y ejercicios de fortalecimiento de la musculatura estabilizadora de la escápula.
  • Reducir o prevenir la fibrosis inducida por radioterapia o cirugía mediante terapia manual, estiramientos miofasciales y movilización de cicatrices.
  • Mejorar el linfedema facial con técnicas de drenaje linfático manual, ejercicios y ortesis compresivas.
  • Facilitar la reeducación neuromuscular facial y las inyecciones de toxina botulínica (Botox) en la musculatura facial.
  • Realizar ejercicios y estiramientos musculares masticatorios para mejorar la apertura bucal, complementados con terapia manual o tratamientos farmacológicos/intervencionistas según sea necesario.
  • Mejorar la seguridad y eficacia en la deglución, en colaboración con logopedia y nutrición.
  • Mejorar la comunicación (habla y voz) mediante sesiones continuas de logopedia.
  • Prevenir la atrofia muscular y el desacondicionamiento físico, prescribiendo regímenes de ejercicio personalizados.
  • Brindar apoyo psicológico si es necesario.

¿Qué opciones de rehabilitación o apoyo están disponibles?

Dependiendo de la ubicación del cáncer y el tipo de tratamiento, la rehabilitación puede incluir fisioterapia, asesoramiento nutricional, terapia del habla y/o aprender a cuidar de un estoma. Un estoma es una abertura en la tráquea por la cual el paciente respira después de una laringectomía, que es una cirugía para extirpar la laringe.

A veces, especialmente con cáncer de la cavidad oral, un paciente puede necesitar cirugía reconstructiva y plástica para reconstruir huesos o tejidos. Sin embargo, la cirugía reconstructiva no siempre es posible debido al daño en el tejido restante por la cirugía original o la radioterapia. Si no es posible la cirugía reconstructiva, un prostodoncista puede hacer una prótesis (una parte dental y/o facial artificial) para restaurar la deglución, el habla y la apariencia satisfactorias.

Los pacientes que tienen dificultades para hablar después del tratamiento pueden necesitar terapia del habla. A menudo, un patólogo del habla visitará al paciente en el hospital para planificar la terapia y enseñar ejercicios de habla o métodos alternativos para hablar. La terapia del habla generalmente continúa después de que el paciente regresa a casa.

Comer puede ser difícil después del tratamiento para el cáncer de cabeza y cuello. Algunos pacientes reciben nutrientes directamente en una vena después de la cirugía o necesitan un tubo de alimentación hasta que puedan comer por sí mismos. Un tubo de alimentación es un tubo de plástico flexible que se introduce en el estómago a través de la nariz o una incisión en el abdomen. Un enfermero o un patólogo del habla pueden ayudar a los pacientes a aprender de nuevo a tragar después de la cirugía.

Opciones de rehabilitación y apoyo disponibles

Las opciones de rehabilitación para pacientes con cáncer de cabeza y cuello incluyen:

  1. Fisioterapia: Se enfoca en mejorar la movilidad, fuerza y función en áreas afectadas como el cuello, hombros y estructuras orales.
  2. Logopedia: Aborda las dificultades de habla, deglución y comunicación mediante ejercicios y técnicas personalizadas.
  3. Asesoramiento nutricional: Brinda orientación sobre cómo mantener una nutrición adecuada a pesar de las dificultades para tragar o cambios dietéticos.
  4. Cirugía reconstructiva y protésica: Ofrece opciones de prótesis faciales o dentales y cirugías reconstructivas para restaurar la función y apariencia.
  5. Apoyo psicológico: Ayuda a los pacientes a enfrentar desafíos emocionales y adaptarse a cambios en la imagen y función corporal.
  6. Monitoreo continuo y seguimiento: Asegura evaluaciones médicas regulares, estudios de imagen e intervenciones para manejar complicaciones relacionadas con el tratamiento y prevenir recurrencias o nuevos cánceres.

En conclusión, la rehabilitación juega un papel vital en mejorar los resultados funcionales y la calidad de vida de los pacientes con cáncer de cabeza y cuello después del tratamiento. Un enfoque multidisciplinario, que incluya intervenciones físicas, de habla, nutricionales y psicológicas, es fundamental para abordar los diversos desafíos que enfrentan estos pacientes y apoyar su proceso de recuperación.

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Fuentes: Barna Clinic, NIH y MedStar Health

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