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Transfusiones para pacientes con cáncer de la sangre

Las enfermedades hematológicas, que incluyen la leucemia, el linfoma, el mieloma múltiple, los síndromes mielodisplásicos y otras condiciones relacionadas, presentan desafíos únicos en el tratamiento debido a su impacto en la producción de células sanguíneas normales. Para muchos pacientes con estos trastornos, los trasplantes de células madre sanguíneas o de médula ósea son una opción terapéutica importante. Sin embargo, estos tratamientos a menudo conllevan la necesidad de transfusiones sanguíneas frecuentes debido a los efectos secundarios de la terapia y la enfermedad subyacente.

Fundamentos de las transfusiones en pacientes con cáncer de la sangre

Trasplantes y quimioterapia

Los trasplantes de células madre sanguíneas o de médula ósea implican la administración de dosis muy altas de quimioterapia para erradicar las células cancerosas y reemplazarlas con células sanas. Esta intensa terapia puede inhibir la producción normal de células sanguíneas en la médula ósea y comprometer el sistema inmunológico, lo que requiere el apoyo de transfusiones sanguíneas.

Interferencia con la producción de células sanguíneas

En enfermedades como la leucemia, el mieloma y ciertos tipos de linfoma, las células cancerosas interfieren con la producción normal de glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas. Esto conduce a la anemia, trombocitopenia y, en algunos casos, leucopenia, lo que aumenta la necesidad de transfusiones sanguíneas para mantener niveles adecuados de estas células en el organismo.

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Tipos de transfusiones y su uso

Glóbulos rojos y plaquetas

  • Glóbulos rojos: Se transfunden para tratar la anemia, que puede causar fatiga, debilidad y falta de aliento en los pacientes. Las transfusiones previenen complicaciones graves, como insuficiencia cardíaca o falta de oxígeno en los tejidos.
    Plaquetas: Se administran para prevenir o tratar sangrados debido a la trombocitopenia. Mantener un conteo adecuado de plaquetas es crucial para evitar hemorragias potencialmente mortales.

Glóbulos blancos

Aunque menos comunes, en casos de infecciones graves que no responden a antibióticos, pueden necesitarse transfusiones de glóbulos blancos. Sin embargo, la disponibilidad de glóbulos blancos para transfusiones suele ser limitada.

Plasma y crioprecipitado

Se transfunden para corregir anomalías de coagulación en pacientes con trastornos de la coagulación o infecciones graves que afectan la coagulación sanguínea.

Consideraciones adicionales y cuidados paliativos

Sobrecarga de hierro

Las transfusiones frecuentes pueden causar acumulación de hierro en el cuerpo, lo que puede llevar a daños en órganos importantes como el hígado, el corazón y el páncreas. El monitoreo regular y, en casos graves, el tratamiento con quelantes de hierro son necesarios para evitar complicaciones.

Cuidados paliativos

Las transfusiones pueden formar parte de los cuidados paliativos para mejorar la calidad de vida del paciente y aliviar síntomas como la fatiga y la falta de energía.

La necesidad y el tipo de transfusiones varían según el tipo de enfermedad y la respuesta individual al tratamiento. Es esencial que los pacientes con cánceres hematológicos reciban un manejo multidisciplinario para optimizar su atención y minimizar los riesgos asociados con las transfusiones sanguíneas. La toma de decisiones debe basarse en una evaluación cuidadosa de los beneficios y riesgos de cada transfusión en el contexto del estado de salud del paciente y el tratamiento en curso.

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