¿Pueden los tatuajes aumentar el riesgo de linfoma? Un estudio sueco en el centro del debate científico
Un reciente estudio realizado en Suecia ha reavivado el debate sobre los posibles riesgos para la salud asociados con los tatuajes, específicamente su relación con el linfoma maligno, un tipo de cáncer del sistema linfático.
A pesar de que este hallazgo ha generado preocupación, la comunidad científica subraya la necesidad de más investigaciones antes de sacar conclusiones definitivas.
El estudio y sus hallazgos
El estudio, publicado en la revista eClinicalMedicine por investigadores de la Universidad de Lund, analizó datos de casi 12,000 personas en Suecia, identificando a casi 3,000 diagnosticados con linfoma maligno entre 2007 y 2017.
Estos individuos fueron emparejados con un grupo de control de la misma mezcla de edad y sexo sin cáncer. En 2021, los investigadores enviaron cuestionarios a los participantes para recopilar información sobre su estilo de vida y la presencia de tatuajes.
El estudio encontró que el riesgo de linfoma maligno era un 21% mayor entre aquellos con al menos un tatuaje, incluso después de ajustar por factores como el tabaquismo y la edad.
Lee: Sociedad de Lucha contra la Leucemia y Linfoma educa sobre cánceres de la sangre en Puerto Rico
Reacciones de la comunidad científica
A pesar de estos hallazgos, muchos expertos en cáncer son escépticos. El Dr. Timothy Rebbeck, epidemiólogo del Instituto Oncológico Dana-Farber y profesor de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard, critica la conclusión del estudio, señalando que «no hay pruebas de una asociación sólida».
La Dra. Catherine Diefenbach, directora del Programa Clínico de Linfomas del Centro Oncológico Perlmutter de NYU Langone Health, también cuestiona los resultados. «No tiene sentido para mí que el tamaño del tatuaje no afecte la asociación. Si hay una respuesta inmune o tóxica, esperaría que los tatuajes más grandes tuvieran un mayor impacto», afirma.
Posibles explicaciones y futuras investigaciones
Los autores del estudio especulan que la tinta del tatuaje, que a menudo contiene sustancias químicas carcinógenas como metales e hidrocarburos aromáticos policíclicos, podría ser un factor.
Estudios anteriores han demostrado que la tinta puede viajar por el cuerpo y acumularse en los ganglios linfáticos, lo que potencialmente podría causar problemas de salud. Sin embargo, estas son solo hipótesis que requieren más investigación.
Es por esto que el grupo de investigación planifica continuar sus estudios para explorar si los tatuajes están relacionados con otros tipos de cáncer o enfermedades inflamatorias como la artritis, el lupus, la hipertensión y las cardiopatías.
Perspectiva pública y regulación
Este tipo de investigaciones puede ser difícil de interpretar para el público. Rebbeck, que colabora en la web cancerfactfinder.org para ayudar a la gente a entender qué causa cáncer, enfatiza que «no hay pruebas concluyentes de que un tatuaje cause cáncer».
En cuanto a la regulación, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE.UU. publicó en 2023 directrices para los fabricantes de tinta de tatuaje tras informes de tintas contaminadas.
Aunque la FDA investiga estas quejas, no regula la práctica del tatuaje ni las tintas usadas, ya que se consideran un procedimiento cosmético.
Te puede interesar: Cómo los nuevos tratamientos están redefiniendo el linfoma