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Dr. Charles Juarbe: un pionero en la Oncología y su legado de servicio

BeHealth se enorgullece de rendir homenaje a los profesionales de la salud que, a través de su dedicación y compromiso, han marcado una diferencia significativa no solo para sus pacientes, sino también en la comunidad en general. En el campo de la oncología, uno de los nombres que resuena con fuerza es el del Dr. Charles Juarbe, presidente de la Junta de Directores de la Sociedad Americana del Cáncer en Puerto Rico. El Dr. Juarbe, otorrinolaringólogo y especialista en cirugía de cabeza y cuello, ha dedicado su vida a mejorar la salud de sus pacientes y a avanzar en el conocimiento y tratamiento del cáncer.

Inicios en la Medicina: un sueño hecho realidad

Desde muy joven, el Dr. Juarbe sintió una profunda vocación por la medicina. “Desde pequeño, siempre quise ser médico”, comenta, recordando cómo esa pasión lo llevó a perseguir sus estudios en México durante los años 70 y 71. Sin embargo, su camino no estuvo exento de desafíos. “Recuerdo que en un semestre saqué una C en química orgánica y mi profesora no me permitió hacer un examen de recuperación para mejorar mi nota”, relata. Este obstáculo académico dificultó sus posibilidades de ingresar a una escuela de medicina en Puerto Rico, pero no disminuyó su determinación. 

En cambio, decidió continuar sus estudios en la República Dominicana, lo que finalmente lo llevó a obtener su título en medicina. “La carrera de medicina es difícil y larga, con muchos obstáculos en el camino”, reflexiona. “Pero cada vez que un paciente te dice ‘gracias, doctor’ o te trae un mango o algún dulce durante las fiestas, como pasteles o dulces navideños, todo eso compensa los momentos difíciles que uno enfrenta diariamente en la práctica”.

Este tipo de conexión humana y gratitud es, según el Dr. Juarbe, una de las mayores recompensas de ser médico. Es una relación que, para él, va más allá del tratamiento clínico. “Esa conexión con los pacientes, como lo que menciona del mango o los pasteles, es algo que probablemente no experimenté en Estados Unidos”, afirma. Aunque su retorno a Puerto Rico no fue motivado exclusivamente por este factor, reconoce que la calidad de vida y las conexiones personales fueron consideraciones importantes. 

Un compromiso con la Oncología: de Nueva York a Puerto Rico

Durante su formación en Estados Unidos, el Dr. Juarbe tuvo la oportunidad de trabajar en algunos de los hospitales más prestigiosos del país, incluyendo el Memorial Sloan Kettering Cancer Center y el New York Hospital-Cornell Medical Center. Fue en este entorno donde su pasión por la oncología se consolidó. “Cuando estaba en entrenamiento en Estados Unidos, en hospitales como Sloan Kettering, solía asistir a las reuniones mensuales de la American Cancer Society en Nueva York”, recuerda. Uno de sus mentores, viendo su interés y potencial, le aconsejó que mantuviera siempre una afiliación con la American Cancer Society. 

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“Me ayudaría a estar al día con los avances en oncología”, le dijo su mentor, un consejo que el Dr. Juarbe tomó a pecho. Desde entonces, comenzó a recibir la revista clínica de cáncer de la American Cancer Society, una fuente clave de información que le permitió mantenerse al tanto de los últimos desarrollos en su campo.

Al regresar a Puerto Rico en 1988, el Dr. Juarbe asistió a un evento en el Caribe Hilton, donde su vida profesional tomó un giro importante. Allí conoció al Dr. Víctor Marcial y su esposa, quienes lo invitaron a unirse a la Sociedad Americana del Cáncer en Puerto Rico. “Desde 1992, he estado participando activamente”, afirma. “Fui vicepresidente y he ocupado diversas posiciones en la Junta. Este año, decidí postularme para la presidencia, y aquí estamos”.

El Dr. Juarbe ha presidido varias organizaciones a lo largo de su carrera, incluyendo la Sociedad de Cirugía de Cabeza y Cuello, la Asociación Médica y, más recientemente, el Instituto de Educación Médica Continua en el Colegio Médico de Puerto Rico. Su compromiso con el servicio comunitario es inquebrantable.

Avances médicos y su impacto en la Oncología

A lo largo de sus más de tres décadas en la medicina, el Dr. Juarbe ha sido testigo de avances significativos en el tratamiento del cáncer, particularmente en el cáncer de tiroides.

“Durante los últimos 30 años, me he dedicado principalmente al tratamiento del cáncer de tiroides”, explica. Este campo ha experimentado cambios dramáticos en las últimas décadas. “Anteriormente, cuando se diagnosticaba cáncer de tiroides, a todos los pacientes se les extirpaba la tiroides, se les administraba yodo radiactivo y se suprimía su TSH. Ahora, hemos avanzado a un punto donde diferenciamos entre cánceres diferenciados y no diferenciados, y utilizamos un sistema de estadificación en etapas (1, 2, 3, 4) que dicta el tratamiento”, detalla.

El enfoque moderno, que a veces implica simplemente observar ciertos tumores en lugar de realizar cirugías radicales, es un reflejo de cuánto ha avanzado la medicina. “En los últimos cinco o seis años, ya no administramos yodo radiactivo ni suprimimos con Synthroid en muchos casos de cánceres pequeños”, menciona, subrayando cómo estas prácticas han mejorado significativamente el pronóstico para muchos pacientes.

Además del cáncer de tiroides, el Dr. Juarbe ha visto progresos impresionantes en el tratamiento de otros tumores de cabeza y cuello, especialmente aquellos relacionados con el virus del papiloma humano (HPV). “Hace cinco u ocho años, el cáncer escamoso de la cavidad oral se trataba de manera agresiva según el estadio”, dice. “Ahora sabemos que un alto porcentaje de estos cánceres es causado por el virus del papiloma humano (HPV)”. Esta distinción es crucial, ya que los cánceres orofaríngeos relacionados con el HPV tienen un pronóstico y resultados de tratamiento mucho mejores en comparación con los cánceres no relacionados con el HPV. “Hoy en día, clasificamos los cánceres orofaríngeos como HPV o no HPV, ya que el tratamiento es completamente diferente”, explica.

La medicina, como afirma el Dr. Juarbe, continúa avanzando a pasos agigantados. “En 1988 no teníamos los tratamientos de quimioterapia que existen hoy en día”, señala. “Para esos pocos casos con metástasis, ahora contamos con 10 nuevos agentes de quimioterapia biológica, algunos de los cuales se administran por vía oral, lo que ha permitido extender significativamente la supervivencia de los pacientes”.

Un legado de servicio y dedicación

 A través de su trabajo con la Sociedad Americana del Cáncer y su labor en la comunidad médica de Puerto Rico, el Dr. Juarbe ha demostrado que, aunque el camino de la medicina puede ser arduo, las recompensas son inmensas.

A medida que continúa su labor, el Dr. Juarbe sigue marcando un camino para las futuras generaciones de médicos, enseñando que, con perseverancia, dedicación y un compromiso inquebrantable con el servicio, es posible lograr grandes cosas. En sus propias palabras, “he visto este tipo de trabajo no como una carga, sino como una distracción positiva, algo que me permite alejarme un poco del trabajo diario de la oficina y dedicarme al servicio comunitario”.

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