Así es como el mieloma múltiple impacta los nervios periféricos
La neuropatía periférica es un trastorno que afecta los nervios fuera del cerebro y la médula espinal, alterando la capacidad del cuerpo para detectar estímulos como el dolor, el calor y el tacto. Este problema es especialmente relevante para los pacientes con mieloma múltiple, un cáncer de la sangre que afecta a las células plasmáticas de la médula ósea.
Es importante mencionar que la neuropatía periférica se caracteriza por síntomas como dolor, debilidad y entumecimiento, generalmente en las manos y los pies. Con el tiempo, puede extenderse a otras áreas del cuerpo, afectando la circulación, la digestión y la capacidad de orinar. Los pacientes experimentan sensaciones de ardor, pinchazos o hormigueo, y en los casos más graves, pueden perder completamente la sensibilidad, lo que aumenta el riesgo de caídas o falta de coordinación.
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¿De mieloma múltiple a neuropatía periférica?
El mieloma múltiple puede contribuir a la neuropatía periférica de diversas maneras. Primero, las células cancerosas del mieloma producen proteínas anormales que dañan los nervios. Además, en algunos pacientes, el mieloma se acompaña de amiloidosis, una condición que lleva a la acumulación de proteínas en los tejidos, lo que también daña los nervios periféricos.
Otro factor es la alteración del flujo sanguíneo, esta condición puede aumentar los niveles de proteínas en la sangre, lo que espesa el plasma y reduce la circulación, afectando la nutrición de los nervios. Además, las fracturas vertebrales, comunes en el mieloma, pueden dañar los nervios que emergen de la médula espinal, intensificando la neuropatía.
Los tratamientos para el mieloma, como los esteroides y ciertos fármacos, son conocidos por provocar neuropatía periférica.
Existen diversos factores pueden empeorar los síntomas de la neuropatía periférica en pacientes con mieloma múltiple:
- Tabaquismo
- Diabetes
- Consumo excesivo de alcohol
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¿Cómo prevenir esta condición?
El manejo de la neuropatía periférica en los pacientes con mieloma múltiple requiere una intervención multifacética. Los médicos pueden ajustar las dosis de medicamentos para minimizar los efectos secundarios y evitar daños a largo plazo. Además, los pacientes pueden adoptar medidas preventivas y terapéuticas para controlar la condición.
Una dieta equilibrada, rica en vitaminas B (especialmente B1, B6 y B12) y antioxidantes como la vitamina E, es crucial para el cuidado de los nervios. El ejercicio regular también mejora la circulación y la salud nerviosa. Los suplementos de gabapentina son frecuentemente recomendados para aliviar los síntomas de la neuropatía periférica.