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Cáncer

El alivio sí es posible: cómo manejar el dolor asociado al cáncer

Por: Dra. Maricelly Santiago-Ortiz

El cáncer causa dolor, al igual que sus tratamientos, efectos secundarios y cambios no deseados en la vida de un paciente. Sin embargo, el equipo de especialistas en manejo del dolor o cuidados paliativos trabaja con el paciente para decidir si los beneficios de estas alternativas superan los riesgos y la naturaleza del dolor.

Cabe destacar que el dolor producido por el cáncer es difícil de controlar por completo, pero hay formas de aliviar el dolor en la mayoría de los pacientes que lo sufren. Es por eso que se debe enfocar en ayudar al paciente a tener un mejor control del dolor y, de esta manera, mejorar su calidad de vida durante el tratamiento del cáncer y después de que los mismos terminen.

¿Qué es el dolor?

El dolor es una sensación desagradable que nos hace sentir susceptibles debido a varias incomodidades, ya sean sensitivas, emocionales o físicas. Se clasifica utilizando escalas que van desde lo leve, moderado o avanzado. Cada paciente es diferente y debe entender que no debe comparar sus escalas de dolor con otros pacientes. Los pacientes con cáncer a menudo experimentan dolor en distintos niveles, dependiendo de muchos factores únicos en cada diagnóstico.

¿Cuán común es el dolor en los pacientes con cáncer?

El dolor es uno de los síntomas y sensaciones más comunes en los pacientes con cáncer, que se presentan desde el momento del diagnóstico y durante el tratamiento clínico. Es importante destacar que el dolor puede deberse tanto a la naturaleza del cáncer como a una combinación de factores relacionados con el paciente.

¿Todos los tratamientos de cáncer causan el mismo dolor?

No,cada uno de los pacientes de cáncer en tratamiento sienten diferentes tipos de dolor según los tratamientos que se encuentren recibiendo. Por ejemplo: 

  • Los pacientes que están recibiendo radioterapia pueden sufrir de mucositis y dermatitis.
  • Los pacientes que están recibiendo quimioterapia o terapias dirigidas pueden sufrir de espasmos, picor, ardor en la piel, ostealgia, neuropatía periférica, dolor en las articulaciones y los músculos, crisis de dolor, entre otros síntomas.

¿Con cuánta frecuencia los especialistas de cuidado les preguntan a los pacientes acerca de cómo están manejando el dolor y cuáles son las recomendaciones?

Constantemente se debe preguntar al paciente cómo se siente y si puede manejar el dolor en todas sus esferas, ya sea al aparecer un dolor nuevo que antes no tenía, justo después de iniciar el tratamiento especificado por el oncólogo o incluso después de comenzar un tratamiento básico para el manejo del dolor. Cabe destacar que la recomendación más frecuente es sugerirle al paciente:

  • Se recomienda consultar con especialistas en manejo de cuidados paliativos o manejo del dolor que cuenten con sus certificaciones.
  • En todo momento se le recomienda al paciente llevar un diario personal sobre cómo va progresando en la mejora del dolor. De esta manera, puede monitorear la frecuencia del dolor, los días en los que necesitará más apoyo, con qué profesional de cuidado paliativo quisiera verse más seguido y entender sus preferencias de cuidado, entre otros aspectos.

¿Por qué es importante el control del dolor?

Es importante que este conocimiento se pueda transmitir al paciente o a la familia, ya que cabe destacar que mientras más un paciente conoce sobre un procedimiento, tratamiento o terapia que puede mejorar su condición, más poder tiene para manejarlo. Además, el hecho de que un paciente se sienta acompañado en el proceso también ayuda en el manejo del dolor, desde un punto de vista emocional. El control del dolor es tan importante como el control de los medicamentos.

¿Qué es el control del dolor con medicamentos?

Es el oncólogo del paciente quien está a cargo de definir el tratamiento farmacológico y quien trabaja en la prescripción. Reconociendo la susceptibilidad y fragilidad del sistema de un paciente con cáncer, se deben tomar en cuenta varios aspectos:

  • Contraindicaciones: se debe verificar si el tratamiento puede afectar negativamente la condición secundaria del paciente o si su condición primaria impide el uso del medicamento.
  • Interacciones con otros medicamentos: se debe evaluar el riesgo de utilizar estos tratamientos junto con otros medicamentos que el paciente esté recibiendo para garantizar su seguridad.
  • Anticipación de efectos adversos del tratamiento: se debe informar al paciente sobre los posibles efectos secundarios del tratamiento para que sepa qué esperar y cómo manejarlos.

¿Cómo incorporar el uso de medicamentos para controlar el dolor?

El oncólogo discutirá con el paciente la escala de dolor, que se puede clasificar como leve, moderado o intenso. Por lo general, existen varias opciones para el manejo del dolor:

Para aliviar el dolor leve, en ocasiones se usan acetaminofén o medicamentos antiinflamatorios no esteroideos. Para el dolor moderado a intenso, se utilizan opioides (como oxicodona, codeína o morfina) por vía oral o por otras vías, como infusión o inyección. Sin embargo, si el dolor es muy avanzado, se pueden combinar el acetaminofén con algún opioide, lo cual queda a discreción del médico. Además, existen otras opciones de tratamiento para el dolor, incluyendo:

  • Anestésicos tópicos
  • Neuromoduladores (útiles en dolores neuropáticos)
  • Rehabilitación física
  • Terapias alternativas

¿Por qué usar los opioides con cautela en el tratamiento de manejo de dolor en un paciente de cáncer?

El objetivo es usar un opioide que alivie el dolor en menor tiempo y con menor cantidad de efectos secundarios. Se reconoce que el uso de opioides es muy eficaz para el manejo del dolor en pacientes, ya que si el paciente los utiliza en las horas programadas puede mantener una cantidad constante en el cuerpo y de esta manera prevenir que el dolor regrese.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que si se usan por mucho tiempo, el paciente puede desarrollar tolerancia y será necesario aumentar la dosis del opioide o cambiar a un opioide diferente. Además, los opioides pueden tener efectos secundarios como boca seca, mareo, estreñimiento, náuseas y somnolencia.

¿Qué es el plan personal para manejo de dolor?

Es un plan que se realiza en conjunto entre el oncólogo, los especialistas en cuidados paliativos, los especialistas en manejo del dolor y el paciente con su familia. Sin embargo, en el caso de un paciente cuyo dolor es más avanzado y se encuentra en su hogar, es posible que el proveedor de atención médica también proporcione al paciente y su familia instrucciones escritas básicas y recomendaciones.

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