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Leucemia

Dr. Christian Rodríguez revela claves sobre la leucemia mieloide aguda y su diagnóstico

En entrevista exclusiva, BeHealth tuvo el honor de conversar con el destacado hematólogo-oncólogo, el Dr. Christian Rodríguez, quien compartió con nosotros su conocimiento y experiencia en el campo de la leucemia mieloide aguda (LMA). 

Según la American Cancer Society, la leucemia mieloide aguda (AML, por sus siglas en inglés) se inicia en la médula ósea (la parte blanda del interior de ciertos huesos, donde se producen las nuevas células sanguíneas), pero con más frecuencia también pasa rápidamente a la sangre. Algunas veces se propaga a otras partes del cuerpo, incluyendo los ganglios linfáticos, el hígado, el bazo, el sistema nervioso central (el cerebro y la médula espinal) y los testículos.

Nuestro sistema inmune es fundamental para mantener nuestra salud. En él, las células madre se dividen y diferencian en los diferentes componentes sanguíneos. Por ejemplo, a partir de las células mieloides se generan las plaquetas, los glóbulos rojos y otros tipos de glóbulos blancos. Por otro lado, las células linfoideas producen las células llamadas “natural killers” y los linfocitos. Sin embargo, cuando ocurre un crecimiento descontrolado de alguna de estas células en la médula ósea, podemos enfrentarnos a lo que conocemos como leucemias.

“Las leucemias se dividen en dos grupos: leucemias agudas y leucemias crónicas. En el caso de la leucemia mieloide aguda, se origina a partir de una célula que, en lugar de madurar y producir los componentes sanguíneos necesarios, se queda en una fase de división celular descontrolada. Esto provoca que los productos sanguíneos, como las plaquetas, los glóbulos rojos y otros componentes, se vuelvan escasos. Como resultado, los pacientes pueden presentar niveles bajos de plaquetas, anemia y mayor susceptibilidad a infecciones”, explicó el doctor respecto al origen de la leucemia mieloide aguda.

¿Cuáles son las causas?

Aunque no se ha identificado una causa específica para este crecimiento descontrolado de las células en la leucemia mieloide aguda, sabemos que existen factores de riesgo. El doctor resaltó que el tabaquismo y ciertas quimioterapias pueden aumentar las probabilidades de desarrollar esta enfermedad. Además, “es más común en pacientes mayores de 65 años, aunque también puede ocurrir en personas más jóvenes”.

Si bien aún hay mucho por comprender acerca de las causas exactas de la leucemia mieloide aguda, es fundamental continuar investigando para encontrar respuestas y desarrollar tratamientos más efectivos.

La leucemia mielógena aguda puede desarrollarse en ciertos casos como resultado de quimioterapias específicas. Sin embargo, según precisó el doctor, en su mayoría, es una enfermedad relacionada con el envejecimiento, donde la médula ósea acumula mutaciones a lo largo del tiempo, lo cual conduce al crecimiento descontrolado de estas células. 

¿Cuál es la prevalencia en Puerto Rico?

En cuanto a la prevalencia de este tipo de cáncer en Puerto Rico, “aunque las estadísticas generales no están actualizadas, en nuestro grupo especializado vemos un número significativo de pacientes, pero esto se debe a que somos un grupo pequeño que se dedica al tratamiento de estas enfermedades. No tengo datos exactos sobre la prevalencia actual en Puerto Rico, pero en comparación con otros tipos de cáncer, como el de mama, colon y próstata, la leucemia mielógena aguda representa menos del 10%”, precisó el doctor.

Síntomas de la leucemia mieloide aguda

Según el galeno, los síntomas de esta condición pueden variar. Algunos pacientes pueden presentar niveles elevados de glóbulos blancos, lo que puede causar falta de aire, infecciones y sangrado, “ya que las plaquetas también pueden estar comprometidas”. 

Otros pacientes pueden tener todos los recuentos sanguíneos bajos, lo que puede manifestarse en síntomas de infección, sangrado o falta de aire debido a la producción deficiente de productos sanguíneos. 

Estos síntomas pueden ser recurrentes o pueden aparecer repentinamente. Su gravedad dependerá de la progresión de la enfermedad. Los pacientes con niveles elevados de glóbulos blancos suelen estar más enfermos que aquellos con conteos bajos. Los pacientes con recuentos bajos pueden sentirse cada vez más enfermos con el tiempo hasta que finalmente consultan a un médico debido a moretones o sangrado.

Diagnóstico

El diagnóstico se realiza cuando el paciente acude al médico o al hospital con estos síntomas. Se realiza un análisis de sangre completo para evaluar los diferentes conteos sanguíneos, incluyendo la hemoglobina y las plaquetas. 

“Mediante un extendido de la periferia, es posible observar las células que circulan en la sangre y detectar la presencia de células inmaduras, que no deberían estar presentes en la circulación sanguínea”, enfatizó. 

Este hallazgo puede indicar la posibilidad de tener leucemia. Para confirmar el diagnóstico, se realiza una biopsia de médula ósea para determinar la cantidad de células anormales presentes y para identificar las mutaciones genéticas características de la enfermedad. “Si un paciente tiene más del 10% de estas células anormales con ciertos cambios genéticos, se puede diagnosticar la leucemia”.

¿Cuáles son los tratamientos disponibles? 

Según el especialista, existen múltiples opciones de tratamiento, y hoy en día estos son más personalizados y “se adaptan según la edad del paciente y su capacidad para recibir un tratamiento más agresivo o menos agresivo”. 

También dependen de las mutaciones que se encuentren en la enfermedad. Algunos tratamientos incluyen quimioterapia, así como terapias dirigidas que bloquean el crecimiento de las células. Además, muchos pacientes requerirán un trasplante de médula ósea de un donante compatible, ya que esto puede ser potencialmente curativo para la enfermedad. 

“Los pacientes con un riesgo intermedio o alto, determinado por los cambios genéticos, deben ser evaluados para un trasplante de médula ósea. Para aquellos con un riesgo estándar, cerca del 50-60% de los pacientes pueden ser curados con la terapia convencional. Sin embargo, aquellos con un riesgo intermedio o alto tienen un mayor riesgo de recaída, por lo que se evalúa la posibilidad de un trasplante de médula ósea como una opción para potencialmente curar la enfermedad”.

El doctor Rodríguez mencionó que generalmente, el primer paso es controlar la enfermedad. Si no es posible controlarla, no se puede considerar un trasplante. Luego, se evalúa la edad y las condiciones médicas del paciente, así como la disponibilidad de donantes compatibles. Si el paciente está lo suficientemente saludable y hay donantes disponibles, se discuten los riesgos y beneficios del trasplante. 

“Si el paciente está de acuerdo, se procede con el trasplante. Algunas contraindicaciones para el trasplante incluyen enfermedad activa sin donante disponible o la presencia de otras condiciones que debilitan al paciente, como problemas cardíacos o pulmonares que impidan recibir una terapia intensiva”.

Recomendaciones generales para los pacientes 

“Este es un diagnóstico que requiere una evaluación multidisciplinaria. Aunque hay muchas herramientas disponibles, la leucemia mielógena aguda sigue siendo una enfermedad difícil de tratar. Es importante comprender la enfermedad a nivel genético, ya que existen medicamentos dirigidos a ciertas mutaciones. Los pacientes con riesgo intermedio o alto pueden beneficiarse de una evaluación para un trasplante de médula ósea, por lo que no deben descartar esta opción y discutirla con su médico, quien es el experto en evaluar si es adecuada para el paciente”, finalizó el Dr. Rodríguez.

Vea aquí la entrevista completa:

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