Guía para comprender el cáncer de riñón
¿Cómo ocurre?
La principal función de estos órganos es filtrar los desechos de la sangre y hacer pis. Pero también ayudan a controlar la tensión arterial y se aseguran de que tengas suficientes glóbulos rojos. El cáncer de riñón, también llamado carcinoma de células renales, se produce cuando las células de uno o ambos órganos empiezan a crecer de forma descontrolada y forman un tumor que desplaza a las células sanas. Este tipo de cáncer es uno de los 10 más frecuentes tanto en hombres como en mujeres.
Carcinoma de células renales (CCR)
Aunque hay muchos tipos de cáncer de riñón, 9 de cada 10 personas que lo padecen tienen CCR. Suele tratarse de un tumor dentro de un riñón, pero puede haber más de uno, y pueden darse en ambos riñones.
¿Quién está en riesgo?
La mayoría de las personas diagnosticadas de cáncer de riñón tienen entre 50 y 70 años. Los hombres tienen entre 2 y 3 veces más probabilidades de padecerlo que las mujeres, y los afroamericanos tienen más probabilidades de padecerlo que otros grupos. La hipertensión, las enfermedades renales y ciertos problemas genéticos, como la enfermedad de von Hippel-Lindau, también pueden aumentar las probabilidades. También puede ser hereditaria.
Tienes más probabilidades de contraerla si:
Fumas: Esto duplica tu riesgo. Se cree que causa el 30% de los cánceres de riñón en hombres y el 25% en mujeres.
Tienes sobrepeso: Las personas con sobrepeso u obesas tienen casi el doble de probabilidades de padecer CCR.
Estás expuesto a determinadas sustancias en el lugar de trabajo, como el cadmio o el tricloroetileno.
Síntomas
Si tienes un tumor pequeño, es posible que no notes ningún signo, pero los más grandes pueden causar estos problemas:
- Sangre en la orina
- Un bulto en el costado o en la parte baja de la espalda
- Dolor en la parte baja de la espalda
- Sensación de cansancio
- Pérdida de peso sin motivo
- Fiebre
Diagnóstico: Análisis de orina y sangre
Tu médico te hará un examen. Si crees que puedes tener cáncer de riñón, es probable que empiecen por hacerte un análisis de orina para detectar la presencia de sangre o células cancerosas. También es posible que te hagan un análisis de sangre para ver cómo están funcionando tus riñones y un hemograma completo para asegurarse de que tienes un número saludable de glóbulos blancos, glóbulos rojos y plaquetas. Las personas con cáncer de riñón suelen tener anemia, que es cuando no se tienen suficientes glóbulos rojos.
Diagnóstico: Pruebas de imagen
El médico puede realizar exploraciones para ver más de cerca los riñones:
- Ecografía: Las ondas sonoras producen imágenes en blanco y negro en una pantalla de ordenador.
- Tomografía computarizada (TC): Se juntan radiografías de diferentes ángulos para obtener una imagen más completa.
- Resonancia magnética (RM): Los imanes y las ondas de radio producen imágenes detalladas.
- Tomografía por emisión de positrones (PET): La radiación crea imágenes tridimensionales en color.
Biopsia
En los cánceres de riñón, las biopsias rara vez son necesarias y se realizan solo en situaciones muy poco frecuentes. Si tu médico decide que es necesaria una, te recomendará una intervención quirúrgica para tomar una pequeña muestra del tumor con una aguja y poder analizarla. En un caso así, la biopsia sirve para saber con seguridad si lo que tienes es cáncer.
Categorías y etapas
Si resulta que tienes cáncer, tu médico querrá intentar predecir lo rápido que puede crecer. Para ello, se basará en el parecido de las células cancerosas con las sanas. El cáncer de riñón puede ser de grado 1, 2, 3 ó 4. Las células de grado 4 tienen un aspecto muy diferente al de las normales y tienden a crecer con mayor rapidez.
Tu médico también intentará determinar hasta dónde se ha extendido el cáncer: puede estar en estadio I, II, III o IV. Un cáncer en estadio I sólo está en el riñón, mientras que uno en estadio IV se ha extendido a otras partes del cuerpo.
Plan de tratamiento
Tu médico te hará recomendaciones de tratamiento en función del tipo de cáncer de riñón que padezcas, el grado y el estadio del cáncer, tu edad y cualquier otro problema de salud que puedas tener.
Cirugía
Es el tratamiento más habitual. El médico puede extirpar solo la parte del riñón donde está el tumor y dejar que la parte sana siga funcionando. En otros casos, puede ser necesario extirparlo; la mayoría de las personas evolucionan bien con uno solo.
Terapia dirigida
Los tumores renales crean su propia red de vasos sanguíneos que les permite crecer. Un nuevo tipo de fármaco se dirige a estos vasos, pero no afecta a los normales. Sin sangre, el tumor deja de crecer o incluso se reduce. Esta terapia se utiliza para tratar el cáncer de células renales más avanzado. Otras terapias dirigidas bloquean una proteína llamada mTOR que ayuda a crecer a las células cancerosas.
Inmunoterapia
La idea es reforzar el sistema inmunitario para que pueda combatir o destruir las células cancerosas. Su médico puede sugerirla si la terapia dirigida no funciona en su caso, o puede recomendar que se utilicen las dos juntas.
Quimioterapia
Se trata de una combinación de potentes fármacos que se utiliza para destruir las células que crecen con rapidez. No parece funcionar bien contra el cáncer de riñón, pero su médico puede probarla si otros tratamientos no han funcionado.
Radiación
Este tratamiento utiliza rayos de alta energía para destruir las células cancerosas o reducir el tamaño de los tumores. Pero el cáncer de riñón no es muy sensible a la radiación, por lo que no se realiza con frecuencia. Es posible que se la administren si no puede someterse a una intervención quirúrgica o para aliviar síntomas como el dolor o la hemorragia. También puede administrársela si el cáncer se ha extendido a otras partes del cuerpo, como los huesos o el cerebro.
Ensayos clínicos
Los investigadores están trabajando para encontrar nuevos tratamientos. Si se presenta voluntario para participar en un ensayo clínico, podrá recibir un tratamiento de vanguardia años antes que otras personas.
Fuente: WebMD