Salud mental en pacientes y cuidadores de personas con leucemia y linfoma
La leucemia es un tipo de cáncer de la sangre que se origina en la médula ósea, el tejido blando ubicado en el centro de los huesos y responsable de la producción de las células sanguíneas. Esta enfermedad provoca un crecimiento descontrolado en la cantidad de glóbulos blancos.
Las células cancerígenas se pueden propagar por el torrente sanguíneo y los ganglios linfáticos, además, también pueden viajar al cerebro y a la médula espinal (el sistema nervioso central) y otras partes del cuerpo. La leucemia puede afectar a niños y adultos sin importar la edad del paciente.
El linfoma es un cáncer del sistema linfático. El sistema linfático forma parte del sistema inmunitario del cuerpo que combate los gérmenes y las enfermedades; además, el linfoma comienza cuando las células sanas del sistema linfático cambian y se reproducen sin control.
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En el sistema linfático se incluyen los ganglios linfáticos, estos se encuentran en todo el cuerpo, la mayoría se sitúan en el abdomen, la ingle, la pelvis, el pecho, las axilas y el cuello. Sin embargo, el sistema linfático incluye el bazo, el timo, las amígdalas y la médula ósea, y esto puede afectar todas las zonas y otros órganos del cuerpo.
¿Cómo cuidar la salud mental en pacientes con leucemia y linfoma?
El diagnóstico de cáncer puede afectar no solo físicamente e interiormente, también se puede visibilizar en la salud mental y emocional de cada paciente. En muchos casos las personas experimentan síntomas en los que entran en shock, en un estado de negación de la enfermedad, una intensa tristeza que es acompañada de ansiedad sobre el tratamiento y el pronóstico de la enfermedad.
Estar en un proceso como estos implica tener varios problemas, en el que se encuentran la alteración de la autoimagen, la cual se ve afectada por los cambios físicos del tratamiento, la pérdida del cabello también es un factor clave que puede afectar la autoestima del paciente. Las relaciones interpersonales, en algunas ocasiones se pueden ver afectadas ya que los individuos pueden sentirse aislados, experimentar tensiones familiares de acuerdo a las diversas formas de enfrentar la enfermedad.
Síntomas para tener en cuenta
En la etapa del tratamiento es importante estar atento a los siguientes síntomas que se pueden presentar en la salud mental:
- Cambios de ánimo
- Tristeza intensa
- Irritabilidad
- Ansiedad Persistente
- No tener interés de realizar actividades que antes solías hacer.
Este es un momento clave para buscar ayuda de un profesional, ya sea a través de un terapeuta o grupos de apoyo.
Tips
Es importante llegar a momentos de comunicación en donde sea pueda expresar fácilmente independiente de la condición en la que se encuentra, algunos tips para mejorar la comunicación son:
- Buscar un momento adecuado y un ambiente tranquilo en donde todos estén cómodos
- Usar un lenguaje de “yo” para comunicar tus emociones, por ejemplo: “yo” me siento abrumado, en lugar de decir “ustedes” no me entienden, esto puede ayudar a reducir el método de defensa de un familiar.
- Buscar un espacio seguro para expresarse
- Preparar el ambiente preguntando si ellos están dispuestos a escucharte.
Salud mental para cuidadores
Es fundamental que los cuidadores busquen apoyo, ya que se pueden enfrentar a cambios en su salud mental cuando prestan el cuidado a un paciente con cáncer. Los grupos de apoyo, la terapia o dialogar con familiares sobre lo que sucede ayudará a protegerte de una carga de estrés o ansiedad, debes recordar que cuidarte a ti mismo primero te reconoce como un buen cuidador.
Se pueden presentar signos de estrés o agotamiento como: fatiga constante, cambios en el sueño, aislamiento de amigos o familiares, cambios en el apetito y altibajos emocionales; está bien pedir ayuda para cuidar tu bienestar.
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