Reconocimiento a la trayectoria del Dr. Reynold López en la Oncología en Puerto Rico
Continuando con nuestro reconocimiento especial a médicos destacados en el área de la oncología en Puerto Rico, en BeHealth tuvimos el honor de conversar con el distinguido cirujano oncólogo, el Dr. Reynold E. López, cuya carrera ha sido fundamental en el desarrollo y los avances del tratamiento del cáncer en la isla.
El Dr. López compartió con nosotros el inicio de su carrera y su evolución en el campo de la oncología. «Comencé mi práctica en 1976, en una época en la que la oncología aún estaba en sus inicios. Desde entonces, he trabajado en varios hospitales, incluyendo el Hospital Gobernador Cardiovascular».
Su relato nos transporta a un tiempo donde el cáncer era una enfermedad mucho más temida por la falta de avances médicos significativos. En 1970, el presidente Nixon firmó un programa en los Estados Unidos con el objetivo de curar el cáncer en 25 años, una meta que lamentablemente no se ha cumplido. Sin embargo, ese programa también estableció la creación de centros de cáncer reconocidos por el National Cancer Institute. Puerto Rico solicitó uno de estos centros y fue aprobado.
«Cuando el equipo de evaluación llegó para aprobar el programa en Puerto Rico, yo ya estaba trabajando en el centro y participé en las entrevistas. Me enamoré del programa y decidí dedicarme a la oncología. Fue una decisión que cambió dramáticamente mi carrera«. A pesar de los numerosos desafíos, la pasión del Dr. López por su campo se ha mantenido firme, impulsándolo a seguir trabajando incansablemente con la esperanza de ganar la batalla contra el cáncer.
El Dr. López no solo ha dejado su huella en la práctica médica, sino también en la educación. «He tenido el privilegio de ser profesor y de contribuir a la formación de nuevas generaciones de médicos. He tenido la fortuna de ver a estudiantes que en su momento no sabían mucho y, años después, se han convertido en jefes de departamento y directores médicos en hospitales. Han progresado de manera espectacular en sus carreras». Este legado educativo es un testimonio del impacto duradero que ha tenido en la comunidad médica.
En cuanto a los avances en el tratamiento del cáncer, el Dr. López destaca los avances extraordinarios. «Hace 50 años, muchos casos de cáncer no tenían remedio, pero hoy en día hemos logrado curar a muchos pacientes. Hemos identificado familias con predisposición genética al cáncer, lo que nos permite tomar medidas preventivas a tiempo. Por ejemplo, en familias con cáncer de colon, una cirugía preventiva puede salvar vidas. Lo mismo ocurre con el cáncer de seno; si se detecta y trata a tiempo, las posibilidades de prevenirlo son muy altas. Además, con el cáncer de cuello uterino, ahora contamos con una vacuna que, si se administra a tiempo, puede prácticamente erradicar esta enfermedad en una generación».
El progreso tecnológico también ha revolucionado la cirugía oncológica. «Los avances tecnológicos han sido fundamentales en la cirugía oncológica. Por ejemplo, ahora podemos realizar cirugías espectaculares para el cáncer de vejiga, próstata y colon. Esto muchas veces evita que el paciente tenga que permanecer en el hospital por largos períodos. Gracias a estas mejoras, como el uso de la laparoscopia, los pacientes pueden recuperarse más rápidamente y con menos complicaciones«. Estos avances han mejorado significativamente la calidad de vida de los pacientes, permitiéndoles recuperarse más rápidamente y con menos complicaciones.
Además, el tratamiento del cáncer ha evolucionado hacia un enfoque multidisciplinario. «Hoy en día, el tratamiento del cáncer es un esfuerzo multidisciplinario. Es fundamental que haya una estrecha comunicación entre los oncólogos médicos, los cirujanos, los radioterapeutas y otros especialistas. En muchos hospitales, todos los especialistas que van a tratar un tumor se reúnen para discutir el caso y aportar al tratamiento del paciente». Este enfoque colaborativo ha demostrado ser crucial para mejorar los resultados para los pacientes.
Sin embargo, el Dr. López reconoce que aún existen desafíos significativos. «Hay dos tipos principales de retos. El primero es cuando el cáncer está en una etapa temprana y es curable. En estos casos, podemos operar con muchas esperanzas de éxito, especialmente si el tumor está localizado y no se ha extendido. Por ejemplo, un melanoma de la piel, que puede comenzar como un simple lunar, puede ser tratado efectivamente si se detecta a tiempo. Sin embargo, debemos educar a la población sobre los peligros de la exposición solar excesiva y la importancia de detectar los cambios en la piel a tiempo».
Te puede interesar: Dr. Luis Delgado Mateo: un faro de esperanza en la oncología de Puerto Rico
El Dr. López también menciona la importancia de la detección temprana y las cirugías menos invasivas. «Hemos visto avances significativos en la reducción del alcance de las cirugías. Antes, se extraían grandes cantidades de tejido, como 5 centímetros o más, incluso en zonas pequeñas. Ahora sabemos que no es necesario hacer cirugías tan extensas y desfigurantes. Por ejemplo, en el tratamiento del cáncer de seno, antes se realizaban mastectomías radicales que implicaban la remoción del músculo, piel y tejido del pecho, lo que resultaba en hinchazón de los brazos y otras complicaciones. Hoy en día, realizamos cirugías más conservadoras y precisas, como la biopsia de ganglio centinela, que reduce significativamente estas complicaciones y mejora el resultado cosmético para las pacientes». Estos avances han permitido a las pacientes conservar su seno y tener una apariencia más natural, lo cual es psicológicamente beneficioso.
La experiencia del Dr. López con sus pacientes también ha sido una fuente de aprendizaje y motivación. «He tenido cientos de pacientes a lo largo de mi carrera, pero algunos realmente dejan una huella. Recuerdo a una paciente a la que habíamos dicho que estaba curada, solo para descubrir seis meses después que el cáncer había regresado. Sin embargo, también hay pacientes que, tras una cirugía, viven 20 años o más sin recidiva. Estas experiencias me han enseñado la importancia de la perseverancia y de nunca perder la esperanza, tanto para los pacientes como para los médicos».
En su interacción con los pacientes, el Dr. López destaca la importancia de la empatía y el respeto. «Es un momento muy delicado y difícil. Siempre trato de ponerme en el lugar del paciente, pensar cómo me gustaría que me dieran esa noticia. Es esencial abordar la situación con mucho respeto, amor y fe. Le explico al paciente poco a poco, sin nunca perder la honestidad, pero también sin abrumarlo con toda la verdad de una sola vez. Es un equilibrio delicado, y nadie está preparado para recibir ese tipo de noticias, ni nosotros como médicos ni ellos como pacientes. Es importante hacerlo con humanidad y empatía».
El Dr. López concluye con un mensaje de agradecimiento y esperanza. «Quiero agradecerles por acompañarnos hoy y por su apoyo constante. Es un honor poder compartir nuestras experiencias y avances en la lucha contra el cáncer. Recordemos siempre la importancia de la detección temprana y del apoyo emocional y psicológico a los pacientes y sus familias. Gracias por este reconocimiento a los médicos oncólogos, y espero que continuemos avanzando juntos en esta lucha».
Lee más: Compromiso con la salud femenina: la historia del Dr. Emilio Jiménez