¿Qué es el cáncer de cabeza y cuello?
El cáncer se puede originar en cualquier parte del cuerpo. El cáncer que comienza en la cabeza y el cuello puede tener muchos nombres. Depende de dónde se origina el cáncer. Todos estos tipos de cáncer comienzan cuando células en determinadas regiones de la cabeza o del cuello comienzan a crecer de forma descontrolada y desplazan a las células normales. Esto dificulta que el cuerpo funcione de la manera en que debería hacerlo.
Las células cancerosas se pueden propagar a otras partes del cuerpo. Las células cancerosas en la cabeza o el cuello en ocasiones se desplazan hasta los pulmones y comienzan a crecer allí. Cuando el cáncer hace esto, se habla de metástasis. Para los médicos, las células cancerosas en el lugar nuevo se ven iguales que las de la cabeza o el cuello, de donde proceden.
El cáncer siempre lleva el nombre del lugar donde se originó. Así que cuando un cáncer de cabeza o de cuello se extiende a los pulmones (o a cualquier otro lugar), se sigue llamando cáncer de cabeza o de cuello. No se llama cáncer de pulmón a menos que se origine a partir de células del pulmón.
¿Existen tipos distintos de cáncer de cabeza y de cuello?
Existen muchos tipos de cánceres de cabeza y de cuello. Su médico puede informarle más acerca del tipo de cáncer que usted tenga. Aquí se mencionan algunos de los tipos más comunes:
- Cáncer de cavidad bucal: empieza en la boca.
- Cáncer orofaríngeo: comienza en la parte de atrás de la boca o en la garganta.
- Cáncer nasal: comienza en la abertura detrás de la nariz, un espacio que va por encima del paladar y luego desciende hasta unirse a la parte de atrás de la boca y de la garganta.
- Cáncer de seno paranasal: comienza en las aberturas alrededor o cerca de la nariz denominadas senos.
- Cáncer nasofaríngeo: comienza en la parte de arriba de la garganta, detrás de la nariz.
- Cáncer de laringe: comienza en la zona de la laringe.
- Cáncer hipofaríngeo: empieza en la parte baja de la garganta, al costado y detrás de la laringe.
El tipo más común de cáncer en el área de la cabeza y del cuello se denomina carcinoma. Este tipo de cánceres comienza en las células que recubren todas las zonas de la nariz, la boca y la garganta.
¿Cómo sabrá mi médico si tengo cáncer de cuello o de cabeza?
Este tipo de cáncer podría pasar desapercibidos hasta que comienzan a ocasionar problemas que obligan a la persona a consultar a un médico. En ocasiones se detectan cambios durante consultas de rutina con el médico o el dentista. Es posible que se le remita a consultar a un médico especializado en afecciones nasales, del oído y de la garganta (otorrinolaringólogo) o a un cirujano de cuello y cabeza.
El médico le hará preguntas sobre su salud y le examinará. Si detecta señales que pudieran indicar la presencia de un cáncer de cuello o cabeza, le mandará más exámenes. Las siguientes pruebas son algunas que pueden necesitarse:
Examen completo de cuello y cabeza: el médico palpará la zona de la cabeza y del cuello para detectar cualquier formación anormal. Palpará los ganglios linfáticos del cuello para detectar cualquier señal de cáncer. Debido a que algunas partes de la boca y de la garganta son difíciles de ver, el médico podría usar espejos, luces o fibroscopios para examinar estas zonas.
Panendoscopia: se trata de un análisis completo bajo anestesia total y efectuado en la sala de operaciones. El cirujano examina el interior de su nariz, boca y garganta utilizando endoscopios, y podría extraer pequeños trozos de tejido (biopsias) para examinarlas al microscopio.
Biopsia: para esta prueba, el médico extrae un pequeño trozo del tejido que presenta apariencia de cáncer. El tejido se examina para determinar la presencia de células cancerosas. Esta es la mejor manera de asegurarse si tiene o no cáncer.
Tomografía computarizada: este estudio se conoce en inglés como CT o CAT scan. Es un tipo de radiografía especial que registra imágenes detalladas que permiten determinar si el cáncer se ha extendido a los ganglios linfáticos, los pulmones u otros órganos.
Imágenes por resonancia magnética: las imágenes por resonancia magnética (MRI, por sus siglas en inglés) usan ondas de radio e imanes potentes en lugar de rayos X para tomar imágenes detalladas. Permiten ver el tamaño del tumor y detectar otras formaciones tumorales.
Estudio de contraste con bario: para este análisis, se toman radiografías mientras usted traga un líquido que contiene bario. El bario cubre las superficies internas de la garganta y ayuda a obtener mejores imágenes. Este examen permite ver el estado de su garganta mientras traga.
Radiografía torácica: podrían practicarle radiografías para determinar si el cáncer se ha extendido a los pulmones.
Tomografía por emisión de positrones: en este examen, se le administra un tipo especial de azúcar que puede verse dentro de su cuerpo con una cámara especial. Si hay cáncer, este azúcar aparece como una “zona destacada” (puntos que brillan) donde se encuentra el cáncer. Esta prueba es útil cuando su médico considera que el cáncer podría haberse propagado, pero desconoce el sitio de posible propagación.
Análisis de sangre: algunos análisis de sangre pueden darle al médico más información sobre su estado general de salud.
Fuente: American Cancer Society