La contaminación del aire podría provocar un mayor riesgo en el cáncer de pulmón
Dos investigaciones recientes indican que la contaminación del aire parece representar más riesgo que el anticipado para el cáncer de pulmón en mujeres
Un estudio reseñado el 9 de agosto de 2022 en el Congreso de Cáncer de Pulmón en Viena, Austria, llamó la atención al mayor influjo de la contaminación del aire sobre el desarrollo de cáncer en personas no fumadoras y la subestimación de su efecto sobre la población a través del tiempo.
La investigación se enfocó en medir y comparar la exposición a materia particulada de 2.5 micrones de diámetro o menos (PM2.5) en mujeres canadienses que nunca habían fumado y que fueron diagnosticadas con cáncer pulmonar recientemente. Según el análisis expuesto en el trabajo, los efectos nocivos de estas partículas es un factor de riesgo considerable para cáncer de pulmón que requiere más monitoreo.
La doctora Renelle Myers, autora principal del estudio y profesora adscrita a la University of British Columbia en Vancouver, Canadá, explicó que sus colaboradores y ella encontraron que varios indicadores útiles para la medición del efecto adverso de PM2.5 sobre la incidencia de cáncer pulmonar en mujeres son poco estudiados e, incluso, ignorados.
“Nuestro estudio señala la importancia de incorporar esta exposición acumulada a largo plazo a los contaminantes del aire en la evaluación del riesgo individual de cáncer de pulmón, por supuesto en combinación con los factores de riesgo tradicionales y dependiendo del país de residencia, creo que incluso la exposición acumulada durante 20 años puede subestimar los efectos de las PM2.5, ya que no estamos analizando la exposición infantil o en adolescentes, cuando el pulmón se está desarrollando, y qué efecto tendrá esto”, dijo la Dra. Myers en su ponencia.
La autora principal y sus colegas hicieron una evaluación comparativa entre mujeres con exposiciones acumuladas de PM2.5 durante tres años y 20 años. Para ello reclutaron 236 mujeres a quienes le proveyeron un cuestionario riguroso de los antecedentes residenciales de las participantes. De manera que con esta información los científicos pudieron precisar los niveles de PM2.5 en los lugares de procedencia de cada participante, usando datos satelitales disponibles desde 1996.
Además, hallaron que la edad media de las pacientes fue de 66.1 años y que el 80.5% de ellas nacieron fuera de Canadá. La mayoría también eran oriundas de China, Hong Kong y otros países de Asia.
Por otro lado, el 55% de las pacientes tenían cáncer en estado III o IV al momento de recibir su diagnóstico, y aproximadamente 47% de las que fueron evaluadas tenían mutaciones en el receptor del factor de crecimiento epidérmico (EGFR) asociado a la oncogénesis.
Cuando los investigadores limitaron el análisis estadístico a sólo las participantes nacidas fuera de Canadá, observaron que cuatro habían sido expuestas a más de 10 microgramos por metro cúbico (μg/m3) de PM2.5 durante 3 años, mientras que 38 superaron los 10 μg/m3 después de 20 años de exposición. No obstante, todas las pacientes tenían exposiciones acumuladas de PM2.5 que rebasaban los 5 μg/m3.
“La significancia de este estudio realmente muestra que el riesgo de exposición acumulada a corto plazo o al menos durante 3 años para PM2.5 probablemente subestimará los efectos adversos que tiene la exposición crónica a la contaminación del aire, especialmente entre los pacientes que vivían en otros lugares que pueden haber tenido mayor exposición a lo largo de su vida que en el lugar donde finalmente los conoces”, comentó la Dra. Myers.
Este trabajo es un ejemplo más de que urge estudiar más el desarrollo de cáncer de pulmón en pacientes mujeres no fumadoras. Más aún cuando la contaminación del aire recrudece cada vez más por diferentes prácticas humanas como la transportación automovilística, la manufactura industrial y la tala desmesurada de zonas boscosas.
Otra investigación discutida en el Congreso de Cáncer de Pulmón, realizada en Taiwán, reveló que, a pesar de que el consumo de tabaco prácticamente no aumentó con el tiempo, la incidencia de adenocarcinomas pulmonares en mujeres aumentó de 7.05 por cada 100,000 en 1995, a 24.22 por cada 100,000 en 2015.
Este aumento en casos de cáncer en la isla de Taiwán queda enmarcado dentro de la crisis de salud ambiental por la contaminación del aire. Por ejemplo, según el Programa Ambiental de las Naciones Unidas, 6.5 millones de personas al año mueren por exposición a aire de baja calidad y, dentro de esta cifra, el 70% de las muertes asociadas a la contaminación del aire ocurre en Asia Pacífico.
Sin embargo, la comunidad científica comienza a dirigir sus esfuerzos hacia el cáncer de pulmón en mujeres. Como el presentador del estudio taiwanés, Chang-Chuan Chan, de la National Taiwan University, quien afirmó que “Estamos pasando de los estudios de 50 años sobre el tabaquismo a estos nuevos problemas de la contaminación del aire, el asbesto y el radón, y creo que es mejor que estos tres factores se combinen”.