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Disfunción eréctil y cáncer de próstata 

El cáncer de próstata es el cáncer que se forma en la próstata y es uno de los cánceres más comunes. Algunos tipos de cáncer de próstata crecen lentamente y requieren un mínimo tratamiento o ninguno, sin embargo, otros son más agresivos y se pueden diseminar rápidamente.

En Estados Unidos, este tipo de cáncer es el más común en los hombres después del cáncer de piel. Para el año 2023, la Sociedad Americana Contra El Cáncer calcula que en los Estados Unidos se diagnosticarán alrededor de 288,300 casos nuevos y se reportarán 34,700 muertes a causa del cáncer de próstata.

¿Puede llegar a afectar la sexualidad del hombre?

Diferentes procedimientos clínicos pueden ayudar a confirmar el diagnóstico de cáncer de próstata, algunos de ellos pueden ser el tacto rectal, un análisis de PSA (antígeno prostático específico) o una biopsia de los tejidos de la próstata. Al hacerlo, es importante consultar con un oncólogo, para que éste realice una evaluación individualizada con el fin de ofrecer un tratamiento de acuerdo a las necesidades y estado de salud de cada paciente.

Al conocer sobre las opciones de tratamiento, también es importante que se establezca una conversación abierta médico-paciente con el fin de conocer los efectos secundarios que pueden desencadenar alternativas como la cirugía, la radioterapia, la quimioterapia y la hormonoterapia (uso de medicamentos que disminuyen o neutralizan hormonas), afectando incluso la función sexual.

Además de los efectos de algunas terapias, otros factores como el estrés, la ansiedad y la depresión por la que atraviesan algunos pacientes también puede contribuir de manera negativa a la presencia de alteraciones en el campo sexual.

¿Cuál es la complicación a nivel sexual más común en los pacientes con cáncer?

El problema sexual más común en los pacientes con cáncer de próstata es la disfunción eréctil. Una enfermedad que suele además generar mucho temor porque representa una incapacidad para conseguir o mantener una erección y por ende, una relación sexual satisfactoria.

Además de la disfunción eréctil, la dificultad para eyacular, la eyaculación retrógrada (eyacular “hacia dentro”) y la incontinencia urinaria durante la relación sexual son otras de las complicaciones que puede presentar el hombre con diagnóstico de cáncer de próstata.
Asimismo, en pacientes a quienes se les practica cirugía para extraer la próstata (prostatectomía), pueden presentar daño en los nervios cercanos a esta glándula, los cuales controlan el flujo de sangre al pene, llevando al paciente a presentar disfunción eréctil.

Adelantos tecnológicos como la cirugía laparoscópica y la robótica han permitido disminuir este tipo de complicaciones, aunque se estima que existe una posibilidad superior al 60% de disfunción eréctil postoperatoria.

La radioterapia, también puede dañar las arterias que suministran sangre al pene.y generar problemas de erección, especialmente en casos en los que se requieren altas dosis de radiación.

Por su parte, la quimioterapia, no suele alterar la capacidad normal de erección. Sin embargo, puede afectar el deseo sexual.

¿Se puede recuperar la función eréctil?

La mayoría de los pacientes pueden recuperarse de estos efectos secundarios en un periodo de recuperación entre los 18 a 24 meses, sin embargo, dependerá de algunos factores como la edad del paciente y su salud antes de los procedimientos.
El tratamiento para recuperar las erecciones está enfocado en mejorar el flujo de sangre al pene. Pero resulta importante destacar la necesidad de terapia psicológica para manejar la ansiedad y el estrés, que pueden interferir y generar dificultades en la erección.

Algunos de los tratamientos que pueden emplearse son:

  • Medicamentos: los fármacos mejoran el flujo de sangre al pene. Sin embargo, no son eficaces si no se conservaron los nervios prostáticos después de una cirugía.
  • Inyección en el pene: este tratamiento es muy eficaz y funciona a los pocos minutos de su administración. Sin embargo, puede llegar a generar una erección prolongada y dolor.
  • Dispositivo de vacío: es eficaz en el 66-71% de los pacientes, pero puede causar entumecimiento o moretones. Es un tubo plástico que se coloca sobre el pene, una bomba manual y una banda que se coloca alrededor de la base del pene una vez que está erecto.
  • Prótesis peneanas: por medio de una cirugía se introducen 2 cilindros en los cuerpos cavernosos del pene y mediante la colocación de un dispositivo en el interior del escroto (entre los testículos), el paciente puede provocar la erección a su criterio.

Fuente Kern Pharma

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