Conoce las pruebas para diagnosticar el cáncer
Cuando un paciente es remitido a un especialista y se sospecha que tiene cáncer, se realizan una serie de pruebas para confirmar el diagnóstico y obtener más información sobre la enfermedad. Cada examen aporta un tipo específico de información. Por ejemplo, la tomografía computarizada puede tomar una «fotografía» de todo el cuerpo o partes de él (cabeza, pecho, abdomen, etc.), pero será la evaluación microscópica de una parte del tejido recolectado con una biopsia la que definirá el tipo de células cancerosas.
La biopsia permite emitir un juicio definitivo sobre la naturaleza cancerosa de las células, pero es una práctica invasiva y, por lo tanto, solo se lleva a cabo después de que se hayan realizado exámenes menos invasivos que hayan confirmado la sospecha inicial de la presencia de un tumor.
Diagnóstico por imágenes
Se utilizan métodos de diagnóstico por imágenes de alta tecnología para confirmar la presencia y localizar el tumor. Sin embargo, estos métodos no siempre pueden distinguir si el tumor es benigno o maligno.
Mencionamos entre estas técnicas:
- Tomografía computarizada (TC)
- Resonancia magnética
- Tomografía nuclear
- Gammagrafía ósea
- Tomografía por emisión de positrones (TEP)
- Ecografía
- Rayos x (en el caso de la mama, hablamos de mamografía)
La elección de la prueba depende, al menos en parte, de la posición del tumor en el cuerpo.
Biopsia
La confirmación definitiva de la presencia de un cáncer se obtiene casi siempre tomando una muestra de tejido (biopsia) o de líquido de la lesión sospechosa, y examinándola al microscopio y posiblemente con técnicas de radioinmunología y biología molecular.
Hay tres técnicas principales:
Agobiopsia: aspiración con aguja de una pequeña porción de tejido
Biopsia incisional: extracción de uno o más fragmentos de la lesión examinada
Biopsia por escisión: extirpación completa de la lesión
La extracción de tejido con una aguja se puede realizar de forma percutánea. En este caso la aguja entra en la piel y llega a la lesión. Se puede usar una tomografía o un ultrasonido para dirigirlo mejor. Las biopsias también pueden ser recogidas durante la endoscopia, en los bronquios, en el intestino, etc.
El tejido obtenido se envía a un laboratorio de anatomía patológica donde se examina. Para permitir la preparación de preparaciones observables microscópicamente, el tejido se fija primero en formol y luego se incluye en parafina. La preparación también puede incluir la tinción o el uso de métodos radioinmunológicos para la detección de células o estructuras internas.
La muestra así obtenida puede ser cortada en rodajas de 2 a 4 micrones de espesor y montada en un portaobjetos. Un especialista en anatomía patológica evaluará el portaobjetos bajo el microscopio y hará el diagnóstico.
En la medicina moderna, la biopsia juega un papel clave en el diagnóstico de muchas enfermedades y en la elección de la terapia. Es el diagnóstico de la biopsia lo que guía al clínico y al cirujano en la elección de la terapia. En muchas enfermedades, en particular las cancerosas, la biopsia no sólo puede proporcionar el diagnóstico y la dirección del tratamiento, sino que también puede ayudar a formular el pronóstico, es decir, a predecir el curso de la enfermedad.
Endoscopia
La endoscopia se utiliza para visualizar los órganos huecos como la tráquea, los bronquios, el esófago, el estómago y el intestino desde el interior. Se pueden recoger muestras de biopsia durante el examen.
El instrumento utilizado es el endoscopio, un largo tubo formado por fibras ópticas con una fuente de luz, que se introduce en el órgano a estudiar. También permite el uso de instrumentos quirúrgicos especiales miniaturizados. El campo de visión del endoscopio puede observarse en un visor o en una pantalla.
Broncoscopia
La broncoscopia es la evaluación de los bronquios con el broncoscopio, introducido por la boca o la nariz.
Hay dos métodos diferentes, la broncoscopia rígida y la fibrobroncoscopia, que, en algunas situaciones, también pueden realizarse en combinación.
La fibrobronoscopia suele realizarse bajo anestesia local por inhalación de un anestésico nebulizado.
La broncoscopia rígida, por otro lado, se realiza bajo anestesia general y está principalmente indicada en pediatría o en la broncoscopia operativa.
Durante la realización del examen broncoscópico, se requiere el control de ciertos parámetros, como la oximetría y el ritmo cardíaco. Al final del examen, después de un período de observación, si no ha surgido ninguna complicación, el paciente puede volver a casa.
Gastroscopia
Gastroscopia (o EGDS: Esófago-Gastro-Duodeno-Scope) significa el análisis del lumen del esófago, estómago y duodeno (el tracto inicial del intestino delgado) a través de un instrumento especial, el gastroscopio. El gastroscopio permite la observación directa de las cavidades de estos órganos estando equipado con una sonda de unos 8-12 mm de diámetro, que contiene fibras ópticas que transmiten la imagen a una cámara.
El examen se lleva a cabo en pacientes que han estado en ayunas durante al menos diez o doce horas. El paciente, tumbado de lado, se introduce en la boca con la sonda, que luego se empuja suavemente en el esófago, y desde allí se baja primero en el estómago y luego en el duodeno.
A través de un canal dentro de la sonda también es posible tomar -sin dolor- muestras de tejido de biopsia, que pueden utilizarse para investigaciones anatomopatológicas más profundas (a través de células histológicas, es decir, de tejido, o citológicas, es decir, células); y, nuevamente a través del canal interno, es posible utilizar instrumentos para la gastroscopia operativa (cestas, pinzas, coaguladores).
El examen es invasivo, pero seguro y con una incidencia muy baja de complicaciones (0,05% de morbilidad y menos del 0,006% de mortalidad) (1); como en todos los exámenes clínicos invasivos, el paciente debe expresar su consentimiento informado antes de su ejecución (2). Su duración de ejecución es corta (unos pocos minutos) y no es dolorosa, aunque el reflejo natural de tragar y el estímulo del vómito pueden causar molestias al paciente.
Para hacer frente a estos problemas, pueden elegirse diversas soluciones, desde la anestesia local en la faringe hasta la sedación profunda, por lo general en presencia de problemas importantes en la ejecución del examen propiamente dicho, o de pacientes que no cooperan, y después de una evaluación anestesiológica.
Laparoscopia
La laparoscopia puede considerarse un procedimiento «mixto», ya que se realizan pequeñas incisiones a través de las cuales se introduce un endoscopio específico para este procedimiento y algunos instrumentos que permiten recoger muestras de biopsia.
Después de que se determina el diagnóstico de cáncer
Si la biopsia y otras pruebas muestran que el paciente tiene cáncer, quizá deban realizarse más pruebas para que el doctor decida el plan de tratamiento. Por ejemplo, el doctor deberá determinar el estadio del cáncer. En algunos casos de cáncer, saber el grado del tumor o el grupo de riesgo al que pertenece es importante para decidir cuál es el mejor tratamiento. Es posible que se hagan también más pruebas del tumor para detectar otros marcadores genéticos o tumorales.