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Curando con fe y ciencia: La inspiradora historia del Dr. Alexis Cruz Chacón

En el corazón de la medicina, donde la ciencia y el humanismo se encuentran, se forjan historias de vida que impactan profundamente a quienes las viven y a quienes las atestiguan. El Dr. Alexis Cruz Chacón, director del Programa de Terapia Celular y Trasplante de Sangre y Médula Ósea en el Hospital Auxilio Mutuo, ha dedicado su carrera a transformar las vidas de los pacientes oncológicos en Puerto Rico. En esta conversación, buscamos no solo rendirle homenaje, sino también explorar las motivaciones, desafíos y triunfos que han marcado su vida profesional y personal.

Desde temprana edad, el Dr. Cruz Chacón sintió una profunda atracción por la ciencia. «Recuerdo que cuando mi mamá me llevaba al médico de familia—ya que no visitábamos a un pediatra, sino a un médico que atendía desde niños hasta adultos—me fascinaba observar todo lo que había en su oficina», comparte. Este interés inicial por la medicina se consolidó durante sus años de escuela secundaria. «Estaba bastante enfocado en que la medicina era lo que realmente me apasionaba, aunque no necesariamente la oncología», rememora.

El camino hacia la oncología se reveló más adelante, durante sus estudios universitarios, motivado por una curiosidad insaciable por entender la biología del cáncer. «Mi interés por la oncología surgió más tarde, durante mis estudios universitarios, motivado por la curiosidad de entender cómo funciona el cáncer, su biología, y todos esos aspectos moleculares que se estaban desarrollando en ese momento», explica. Esta fascinación por la biología del cáncer se vio reforzada por experiencias personales que lo marcaron profundamente. «Un tío cercano murió de cáncer en los huesos, y ver cómo esa enfermedad lo fue destruyendo poco a poco, sin que los tratamientos pudieran detener su avance, fue algo muy impactante para mí», confiesa.

A pesar de estas experiencias, el Dr. Cruz Chacón no se decidió inmediatamente por la oncología. Consideró diversas áreas dentro de la medicina antes de encontrar su verdadera vocación. «Durante mi entrenamiento en oncología, no estaba seguro de que me inclinaría hacia el trasplante de médula ósea«, admite. Sin embargo, una rotación de tres meses en esta especialidad cambió su perspectiva. «Me di cuenta de lo fascinante que es este campo y de la gran necesidad que había en Puerto Rico, especialmente porque muchos pacientes que necesitaban un trasplante alogénico no tenían acceso a este tratamiento debido a la falta de recursos o disponibilidad en la isla», relata.

El trasplante de médula ósea se convirtió en su pasión, una especialidad que ofrece la oportunidad de brindar esperanza a pacientes que enfrentan diagnósticos devastadores. «El trasplante de médula ósea es un campo donde se tiene la oportunidad de tratar al paciente desde el diagnóstico, por ejemplo, de una leucemia, y eventualmente ofrecer una posibilidad de cura«, comenta. Este tratamiento, aunque complejo y arriesgado, puede ser la mejor opción para muchos pacientes, especialmente cuando el trasplante se realiza con la ayuda de un donante, ya sea un familiar o un desconocido.

Uno de los mayores desafíos en la carrera del Dr. Cruz Chacón fue tomar la decisión de especializarse aún más en terapia celular en Estados Unidos, lo que implicó dejar a su familia en Puerto Rico durante un año. «Tomar la decisión de dejar a mi familia en Puerto Rico mientras me especializaba fue una de las más difíciles de mi vida», confiesa. Sin embargo, el apoyo incondicional de su esposa y su familia fue crucial para superar este reto. «No habría podido seguir adelante sin el apoyo incondicional de mi esposa, mis hijos y mi familia en general. Fue fundamental para mí, y no habría sido posible sin ellos», añade.

Este sacrificio no fue en vano. Gracias a su especialización, el Dr. Cruz Chacón ha logrado establecer un programa de trasplante de médula ósea en Puerto Rico, brindando a los pacientes la oportunidad de recibir tratamientos avanzados sin tener que salir de la isla. «Mi decisión también ha abierto camino para que más médicos en Puerto Rico se dediquen a este campo», afirma. Su trabajo ha allanado el camino para que más médicos en Puerto Rico se dediquen a este campo, ampliando el acceso a tratamientos que antes eran inaccesibles para muchos.

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El Dr. Cruz Chacón no solo ha dejado una marca en el campo de la oncología en Puerto Rico, sino que también ha inspirado a una nueva generación de médicos. «Es gratificante ver cómo aquellos que se forman en oncología quieren seguir los pasos que hemos trazado y cómo algunos deciden entrenarse en Estados Unidos con el propósito de regresar y continuar el trabajo aquí», señala. 

Las historias de éxito en su carrera son numerosas, pero una de las que más lo ha marcado es la de Cindy, la primera paciente en someterse a un trasplante alogénico en Puerto Rico bajo su dirección. «Aunque pudo haber optado por hacerse el trasplante fuera de la isla, decidió quedarse y confiar en nosotros. Hoy, gracias a Dios, está curada, ha podido ver crecer a sus nietos, y sigue adelante con su vida», relata el galeno. Estas historias, aunque gratificantes, también vienen acompañadas de desafíos y momentos de profundo dolor, especialmente cuando un paciente no logra superar la enfermedad. «Lamentablemente, no siempre se puede. A veces, por voluntad de Dios, los resultados no son los que esperamos», reflexiona.

El equilibrio entre la vida profesional y familiar ha sido un aspecto crucial en la vida del Dr. Cruz Chacón, algo que ha aprendido a valorar profundamente a lo largo de los años. «En esos momentos difíciles, lo único que realmente te da fuerzas para continuar es el apoyo familiar y espiritual», destaca. 

Este equilibrio es esencial no solo para su bienestar personal, sino también para poder seguir brindando el mejor cuidado a sus pacientes. «Es esencial dedicar tiempo tanto al trabajo como a la familia, porque son ellos quienes te ayudan a recargar las energías y seguir adelante», añade.

El Dr. Cruz Chacón también reconoce que todo lo que ha logrado ha sido un esfuerzo de equipo, agradeciendo a las enfermeras, otros médicos y, sobre todo, a su familia y a Dios, por haber guiado su camino. «Dios ha sido quien ha hecho que todas las piezas encajen para que podamos seguir teniendo historias de éxito«, afirma. Su historia es un testimonio de dedicación, sacrificio y el poder transformador de la ciencia en la vida de los pacientes. «Espero que Él continúe dándome la oportunidad de ver más de esas historias y que más personas se unan a nuestro equipo con la misma meta«, concluye.

El legado del Dr. Cruz Chacón es uno de servicio, humanidad y excelencia en la medicina. Su historia no solo honra su trabajo, sino que también resalta la importancia de la dedicación, el sacrificio y la fe en la búsqueda de un propósito mayor. «La oncología es una especialidad con altos y bajos, pero, afortunadamente, gracias a la tecnología y la ciencia, ahora hay más altos que bajos», reflexiona. Y es precisamente este equilibrio entre ciencia y humanidad, entre profesionalismo y espiritualidad, lo que ha permitido al Dr. Cruz Chacón transformar vidas y dejar una huella en la medicina de Puerto Rico.

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