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Un compromiso con la vida: Trayectoria del Dr. Fernando Cabanillas en la oncología

La carrera del Dr. Fernando Cabanillas, oncólogo de renombre, es un testimonio de dedicación, innovación y éxito en el campo de la medicina. Su camino hacia la oncología comenzó con una reflexión y un cambio de vocación durante su juventud, influenciado por su talento en las ciencias y el consejo de una monja inspiradora. 

Desde muy joven, el Dr. Cabanillas mostró un gran interés por el estudio. «Mi intención inicial era ser abogado. Siempre tuve buenas notas, especialmente en ciencias. Una monja en el Perpetuo Socorro, José María de la Cruz, me dijo: ‘Fernando, ¿por qué quieres estudiar leyes cuando eres tan bueno en biología?’. Ella fue quien sembró esa semilla en mí». A pesar de su fascinación por las leyes, la influencia de la monja y su talento en biología lo llevaron a reconsiderar su camino. 

Formación académica y primeros pasos en medicina

El Dr. Cabanillas completó su bachillerato y sus estudios de medicina en la Universidad de Puerto Rico. «Estudié todo en Puerto Rico. Hice mi bachillerato y luego medicina en la Escuela de Medicina de la Universidad de Puerto Rico. Realicé mi internado en el Hospital Universitario». Durante su formación, desarrolló un interés particular en la Nefrología, pero las circunstancias lo llevaron a descubrir su pasión por la Hematología y Oncología. «Inicialmente, tenía intenciones de especializarme en Nefrología porque me interesaban mucho los riñones. Sin embargo, en ese tiempo solo había una plaza disponible y ya había sido asignada».

A lo largo de su residencia en Medicina Interna, tuvo la oportunidad de rotar por diferentes especialidades, y fue en ese contexto que comenzó a enamorarse de la oncología. «Mientras esperaba, estuve rotando por diferentes especialidades durante mi residencia en Medicina Interna, y fue entonces cuando me dijeron que no había plazas en Nefrología. En ese momento, estaba rotando por Hematología y Oncología, y así fue como me adentré en esta especialidad».

Especialización y carrera en Estados Unidos

Con un interés renovado en la oncología, el Dr. Cabanillas decidió seguir su carrera en Estados Unidos, específicamente en el MD Anderson Cancer Center en Houston, un lugar pionero en el desarrollo de la inmunoterapia.

«Después de mi primer año, decidí que me gustaría ir a Estados Unidos porque se estaba desarrollando el campo de la inmunoterapia, y uno de los mejores lugares para ello era en Houston». Su decisión fue respaldada por una carta de recomendación del Dr. Francisco Muñiz, que se convirtió en una herramienta crucial en su aceptación en el programa. «Siempre le bromeo diciendo que lo único que faltaba en la carta era que mencionara que iba a ganar el Premio Nobel de Medicina», contó.

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Durante su tiempo en MD Anderson, el Dr. Cabanillas se sumergió en la investigación y el desarrollo de tratamientos innovadores. «Allí hice tres años de especialización y luego me ofrecieron una plaza en la facultad del departamento. Me involucré mucho en investigación, que era el fuerte del departamento donde estaba». En aquel momento, el objetivo del departamento era desarrollar nuevas terapias, ya que los tratamientos para el cáncer estaban todavía en sus inicios. «Hoy en día, los avances han sido drásticos, pero en ese tiempo no había tantas opciones, lo que también contribuyó a mi éxito, ya que tenía un campo virgen frente a mí».

Innovaciones y éxitos en Oncología

El Dr. Cabanillas se enfocó en desarrollar tratamientos para los linfomas malignos, un grupo de tumores que se desarrollan de los linfocitos y que suelen responder mejor a la quimioterapia. Esta especialización le permitió realizar avances significativos en el tratamiento de linfomas en recaídas y linfomas foliculares, que en ese momento se consideraban incurables. «Fue una época de mucho aprendizaje y crecimiento», aseveró el galeno.

Además, el Dr. Cabanillas aprendió la importancia de desafiar las normas establecidas en la medicina como una forma de lograr revolucionar la atención y la innovación. «A veces hay que desafiar las normas establecidas y la innovación puede venir de ideas que inicialmente parecen locas». Su enfoque innovador y su capacidad para tolerar críticas lo llevaron a desarrollar tratamientos efectivos. «Uno tiene que estar dispuesto a empujar un poco para lograr lo que quiere y tolerar las críticas, porque siempre habrá personas que te critiquen sin hacer nada constructivo».

Retorno a Puerto Rico y fundación del Centro de Cáncer del Auxilio Mutuo

Después de una exitosa carrera en Estados Unidos, el Dr. Cabanillas regresó a Puerto Rico y fundó el Centro de Cáncer del Auxilio Mutuo. «Lo que me hizo regresar fue muy sencillo: nunca tuve la intención de quedarme permanentemente en Estados Unidos». Su regreso marcó el inicio de una nueva etapa en la oncología en Puerto Rico, donde ha contribuido significativamente al tratamiento y la investigación del cáncer.

Sin embargo, el Dr. Cabanillas ha enfrentado varios desafíos en Puerto Rico, particularmente en la investigación. «El reto mayor es hacer trabajo de investigación científica en Puerto Rico, donde no existe una tradición como la que hay en Houston y otros grandes centros académicos». A pesar de las limitaciones de recursos, su dedicación ha llevado a una tasa de curación notable en linfomas. «En el Centro de Cáncer del Auxilio Mutuo en Puerto Rico, donde tenemos un 85% de curación en linfomas difusos de células grandes, se debe a nuestra experiencia y dedicación».

Avances recientes y futuro de la Oncología

Mirando hacia el futuro, el Dr. Cabanillas se siente optimista sobre los avances en la oncología. «Lo que más me impresiona es la mejora en los tratamientos oncológicos. La medicina sigue mejorando continuamente: si se alcanza un 50% de curación, se siguen ajustando y modificando los tratamientos para aumentar esa tasa de curación.» Su enfoque en el tratamiento de linfomas foliculares ha llevado a resultados prometedores. «Estoy terminando de escribir un trabajo donde demuestro que se pueden curar al menos dos tercios de los linfomas foliculares, que muchos aún consideran incurables».

Historias de éxito y contribución a la comunidad

A lo largo de su carrera, el Dr. Cabanillas ha tenido la oportunidad de presenciar historias de éxito que lo han motivado a seguir trabajando. «Hablando de pacientes, sé que el área de la oncología puede ser muy triste y difícil de manejar, pero también hay historias de éxito.» Recordó una paciente que trató hace muchos años y cuyo caso lo marcó. «Una paciente que recuerdo vívidamente es de cuando estaba en Houston y daba una conferencia en España. Se había enterado de que yo estaba allí y quería que la viera. La muchacha tenía 19 años, lo cual es raro para este tipo de linfoma, que se consideraba incurable».

La historia de esta joven, que ahora es veterinaria y ha estado en remisión completa durante más de 30 años, es un reflejo del impacto que el Dr. Cabanillas ha tenido en la vida de sus pacientes. «Hoy, ella es veterinaria, está casada y tiene tres hijos, y ha estado en remisión completa desde entonces».

A medida que el Dr. Cabanillas continúa su trabajo en oncología, sigue escribiendo sobre su experiencia y los avances en el campo. «De hecho, estoy escribiendo una columna para El Nuevo Día, que se publica todos los domingos». Su enfoque en la educación y el compromiso con la comunidad son fundamentales para su legado. «O sea que material hay, hay muchachos muy brillantes, muy bien preparados y yo creo que tenemos un futuro bueno. Lo que tenemos que rezar es que vuelvan a Puerto Rico», concluyó.

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