Tumores nasales y paranasales, ¿los conocías?
Son infrecuentes y representan, aproximadamente, entre el 3% y el 5% de todos los cánceres de cabeza y cuello en los Estados Unidos
Los tumores nasales y paranasales son aquellos que se originan dentro y alrededor de la nariz, conocidos como conductos nasales. En particular, los tumores paranasales se producen en cámaras con aire ubicadas alrededor de la nariz, llamadas nódulos sinusales.
Algunos no son cancerosos. Conocidos también como tumores benignos. Pueden crecer y bloquear el flujo de aire que pasa por la nariz. En cambio, a los tumores cancerosos también se los conoce como tumores malignos. Pueden crecer hasta invadir y destruir el tejido corporal sano. Con el tiempo, las células pueden desprenderse y diseminarse a otras partes del cuerpo.
Es probable que al mantenerse en exposición constante a ciertas sustancias químicas o al polvo en el lugar de trabajo aumente el riesgo de padecer cáncer de seno paranasal y de cavidad nasal.
En Estados Unidos, las personas blancas presentan una mayor tendencia a desarrollar estos tipos de cáncer en comparación con las personas negras; además, los hombres tienen el doble de probabilidad de padecerlos en comparación con las mujeres. Estos cánceres son notablemente más comunes en algunas regiones del mundo, como Dinamarca.
Cuatro de cada cinco diagnósticos ocurren en personas que tienen o sobrepasan los 55 años de edad.
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Tipos de tumores
El carcinoma de células escamosas es el tipo más frecuente de cáncer en los senos paranasales y la cavidad nasal, y se desarrolla en las células delgadas y planas que revisten estas áreas.
Existen también otros tipos de cáncer en esta zona, tales como:
Melanoma: se origina en los melanocitos, las células responsables del color de la piel.
Sarcoma: comienza en el tejido muscular o conectivo.
Papiloma invertido: tumores benignos que se forman en el interior de la nariz, algunos de los cuales pueden volverse malignos.
Granuloma de línea media: afecta los tejidos ubicados en el centro del rostro.
Síntomas
Los síntomas de los tumores en la nariz y senos paranasales pueden manifestarse como:
– Dificultad para respirar por la nariz
– Dolores de cabeza recurrentes
– Pérdida del sentido del olfato
– Sangrado nasal
– Secreción nasal
– Dolor o hinchazón en el rostro
– Lagrimeo constante
– Llaga en el paladar
– Problemas de visión
– Bulto en el cuello
– Dificultad para abrir la boca
Cuídate y reduce el riesgo
Existen diversos factores que pueden incrementar la posibilidad de desarrollar tumores en la nariz y los senos paranasales. Algunos de los más comunes son:
- Fumar: El consumo de tabaco en cualquiera de sus formas (cigarrillos, puros, pipas) aumenta considerablemente el riesgo de desarrollar estos tumores.
- Exposición a aire contaminado: Trabajar o vivir en ambientes con aire contaminado eleva el riesgo de padecer cáncer nasal y paranasal.
- Sustancias químicas e irritantes en el lugar de trabajo: La exposición a polvo de madera, vapores de pegamento, formaldehído, alcohol isopropílico, además de partículas de harina, cromo y níquel, también incrementa este riesgo.
- Virus del papiloma humano (VPH): La exposición al VPH, un virus comúnmente transmitido por contacto sexual, puede inducir cambios celulares que pueden derivar en diferentes tipos de cáncer, incluyendo los tumores nasales y paranasales.
Causa
Los tumores nasales y paranasales se producen cuando las células de la cavidad nasal o de los senos paranasales experimentan cambios en su ADN, el cual contiene las instrucciones que regulan su funcionamiento. Normalmente, el ADN guía a las células para que crezcan, se dividan y mueran de manera controlada. Sin embargo, en las células tumorales, estas instrucciones se alteran, haciendo que las células se multipliquen rápidamente y permanezcan activas más tiempo del debido, mientras que las células sanas cumplen su ciclo de vida y mueren. Esto provoca una acumulación excesiva de células en la zona afectada.
En ciertos casos, estas modificaciones en el ADN pueden hacer que las células se transformen en cancerosas. Las células cancerosas tienen la capacidad de invadir y destruir tejidos sanos en el organismo. Con el tiempo, pueden desprenderse y propagarse a otras partes del cuerpo, proceso conocido como metástasis.
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