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Testimonios de vida: Sí se puede vencer el cáncer

Diana González, sobreviviente de cáncer de mama compartió su testimonio de vida con BeHealth. Su historia es un recordatorio del valor de la detección temprana y de la importancia del apoyo durante el proceso de tratamiento.

Un hallazgo inesperado

El camino de Diana con el cáncer de mama comenzó en 2022, cuando, durante su rutina de baño, notó una pequeña protuberancia en su seno derecho.

«Cuando te conoces a ti misma, puedes notar las cosas que no deberían estar ahí», explicó.

En ese momento, no contaba con un plan médico y desconocía que había organizaciones dispuestas a ayudarla. Tras obtener cobertura médica, se realizó los exámenes pertinentes y recibió el diagnóstico: cáncer de mama en su seno derecho.

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Afrontando el diagnóstico

La noticia generó incertidumbre en su vida: «Lo primero que piensas es qué va a pasar, si podré seguir trabajando, cómo cambiará mi vida».

Afortunadamente, su tratamiento fue más llevadero que el de otros pacientes, permitiéndole continuar con su rutina laboral, aunque a un ritmo diferente.

Su tratamiento inició con una lumpectomía, procedimiento en el que le extirparon parte del seno afectado. Posteriormente, recibió 12 sesiones semanales de quimioterapia y un año completo de inmunoterapia.

Adaptaciones y resiliencia

A lo largo del tratamiento, Diana tuvo que modificar su estilo de vida, ajustando su ritmo de trabajo y respetando los periodos de descanso necesarios. Su empleo en la Sociedad Americana Contra el Cáncer le brindó un espacio de aprendizaje y apoyo.

«Cuando me diagnosticaron, llevaba solo un mes en la organización. No sabía mucho sobre el cáncer ni sobre los recursos disponibles. En el proceso, descubrí que hay muchas entidades dispuestas a ayudar tanto a los pacientes como a sus cuidadores», señaló.

Un cambio de perspectiva

La experiencia le ha permitido valorar la vida de una manera distinta.

«Ahora vivo más, soy más feliz y veo el lado positivo de todo», compartió.

Para ella, el cáncer no es una sentencia de muerte, sino un llamado a la prevención y la detección temprana.

«No podemos dar nada por sentado. Debemos realizarnos chequeos regulares y estar atentos a cualquier cambio en nuestro cuerpo», expresó.

El poder del apoyo

El soporte de sus seres queridos fue fundamental en su proceso. Su madre, su hija y sus compañeros de trabajo estuvieron a su lado en cada etapa.

«Mis colegas me acompañaron a mis quimioterapias. Mi hija, aunque estaba fuera de Puerto Rico, siempre estuvo presente gracias a la tecnología», resaltó.

Hoy, Diana González no solo celebra su remisión, sino que también dedica su vida a ayudar a otros pacientes en su lucha contra el cáncer.

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