Resiliencia luego del diagnóstico de cáncer
El cáncer es una enfermedad compleja y multifacética que afecta a millones de personas alrededor del mundo. Se caracteriza por el crecimiento descontrolado de células anormales en el cuerpo, que pueden formar tumores y potencialmente diseminarse a otras partes del organismo. Existen muchos tipos de cáncer, cada uno con sus propias características y tratamientos específicos.
En las últimas décadas las investigaciones sobre el cáncer han avanzado significativamente, mejorando las tasas de supervivencia como la calidad de vida de los pacientes. En los factores de riesgo para desarrollar cáncer influyen tanto aspectos genéticos como ambientales, como el tabaquismo, la exposición a sustancias tóxicas, la dieta y la falta de actividad física.
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El cáncer es una enfermedad que, sin duda, afecta psicológica y emocionalmente a quienes la padecen. Un diagnóstico de cáncer supone un alto impacto emocional lleno de cambios e incertidumbre. Ante esta situación, pueden manifestarse sentimientos de ansiedad, irritabilidad, apatía, tristeza, depresión, miedo o negación son sentimientos comunes entre los pacientes con cáncer.
Afortunadamente, existen recursos como la resiliencia que pueden colaborar en la aceptación de la enfermedad, encontrándole significado a la experiencia traumática del padecimiento de la enfermedad e influir significativamente en el proceso de recuperación.
La Real Academia Española define la resiliencia como la “capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos”.
En el caso del paciente de cáncer, la resiliencia se manifiesta como una fuerza interior que permite a los pacientes enfrentar los desafíos y las adversidades que conlleva el tratamiento y la lucha contra esta enfermedad. Esa capacidad de adaptarse y sobreponerse no solo impacta el bienestar emocional, sino también la calidad de vida y, en algunos casos, los resultados del tratamiento.
A tales efectos, es importante fomentar un entorno de apoyo, mantener una actitud positiva y utilizar estrategias efectivas de manejo del estrés son pasos esenciales para fortalecer esta capacidad.
El apoyo de familiares, amigos y profesionales de la salud juega un papel crucial en el desarrollo de la resiliencia. Las redes de apoyo proporcionan un sentido de pertenencia y seguridad, lo cual es fundamental para superar momentos de incertidumbre y temor. Además, la comunicación abierta y honesta con los médicos permite a los pacientes sentirse más informados y en control de su situación.
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La resiliencia no solo ayuda a enfrentar el cáncer con más fortaleza, sino que también mejora la calidad de vida y ofrece una fuente de esperanza e inspiración tanto para los pacientes como para sus seres queridos.
En Puerto Rico, centros de salud como NeoMed Center ofrecen apoyo integral a los pacientes y sus familias, abordando tanto la salud física como emocional. Con presencia en municipios como Naguabo, Juncos, Gurabo, Aguas Buenas, Trujillo Alto y San Lorenzo.