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¿Qué tratamientos existen para el cáncer de próstata?

El tratamiento para el cáncer de próstata dependerá del estadio del cáncer y de la evaluación del riesgo. Por ello, se realiza la estadificación del cáncer que significa describir cuánto cáncer hay en el cuerpo y dónde se encuentra ubicado. Así, se determina el tamaño del tumor, si se ha expandido y a dónde.

¿Qué significan los estadios?

Cuanto más alto sea el estadio, más avanzado será el cáncer.

Estadio I: el cáncer se encuentra solo en una parte de la próstata, se le conoce como cáncer de próstata localizado.

Estadio II: está más avanzado que el estadio I, aunque no se ha expandido más allá de la próstata, por lo que también se le llama localizado.

Estadio III: el cáncer se ha expandido más allá de la próstata, probablemente a las vesículas seminales y se le conoce como cáncer de próstata localmente avanzado.

Estadio IV: el cáncer se ha diseminado a varias partes del cuerpo y puede encontrarse en los nódulos linfáticos o huesos cercanos, con frecuencia en la pelvis o la columna. También pueden haber órganos involucrados.

¿Cuáles son las opciones de tratamiento?

Actualmente existen diversos tipos de tratamiento estándar:

Conducta expectante o vigilancia activa: 

El médico puede determinar que es poco probable que el cáncer crezca rápidamente y no se requiera tratamiento de inmediato; en su lugar, opta por esperar a través de la vigilancia con pruebas regulares de antígeno prostático específico o la presencia de síntomas.

Cirugía: 

A través de la extirpación de la próstata y el tejido que la rodea (prostatectomía radical). También existe la opción de la prostatectomía que, al igual que la prostatectomía radical, remueve la próstata, aunque con aparatos asistidos por computadora y resulta menos invasiva.

Radioterapia: 

Mediante rayos X para destruir el cáncer. Existe la radioterapia externa y la interna (braquirradioterapia); la primera aplica radiación a las células cancerosas mediante una máquina externa al cuerpo y la segunda es una cirugía en la cual se introducen semillas o pastillas radioactivas en el tumor canceroso o cerca para destruir las células malignas.

Algunos efectos secundarios incluyen reacciones en la piel de las áreas tratadas, micción frecuente y dolorosa, diarrea, impotencia y sangrado o irritación rectal.

Terapia hormonal:

Los médicos pueden usar terapia hormonal sola o combinada con otros tratamientos para retrasar la propagación de células cancerosas y aliviar los síntomas del cáncer.

Algunos de los efectos secundarios que produce la terapia hormonal incluyen sofocos e impotencia.

Quimioterapia:

Se usan fármacos contra el cáncer orales o por vía intravenosa; estos entran al flujo sanguíneo y se distribuyen por todo el cuerpo. Se usa en ocasiones cuando el cáncer se ha propagado fuera de la glándula prostática y no funciona la terapia hormonal.

Los efectos secundarios más frecuentes son fatiga, náuseas y vómitos, diarrea, aftas en la boca y recuento de glóbulos blancos, aunque se pueden controlar con medicamentos.

Crioterapia:

También se le conoce como criocirugía o crioablación y utiliza temperaturas muy bajas para congelar y matar células cancerosas. En algunos casos se usa para tratar el cáncer de forma temprana.

Fuentes: Medline Plus, NIH, CDC y American Cancer Society.

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