Neyshmarie Díaz: una guerrera que enfrenta el cáncer con fe y valentía

Cuando la vida puso a prueba a Neyshmarie Díaz con un diagnóstico de linfoma de Hodgkin en etapa 4 con metástasis, ella no se rindió. Madre, maestra y apasionada por la cerámica, su historia es un testimonio de coraje y resiliencia.
«Todo empezó con un dolor pélvico muy fuerte», recuerda en entrevista con BeHealth. Durante meses, buscó respuestas sin obtenerlas.
«Me decían que era una infección urinaria, pero yo sentía que no era normal», rememora. Sus síntomas se intensificaron hasta que su doctora de cabecera decidió ir más allá. Así llegó el diagnóstico que cambiaría su vida.
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Afrontando la realidad con valentía
La noticia llegó en una habitación de hospital, cuando tres médicos entraron a verla. «Vi que estaban juntos y dije: ‘Es cáncer, ¿verdad?’». Un silencio confirmó sus sospechas. Sin embargo, Neyshmarie no se enfocó en la gravedad del diagnóstico, sino en el camino que debía seguir.
«Mi doctor me explicó que, aunque era cáncer, era uno de los más tratables con quimioterapia. Me sentí un poco aliviada dentro de todo», dice.
Ahora, tras varias sesiones de quimioterapia, su espíritu sigue intacto. Su hijo pequeño, con la ternura que solo los niños saben dar, le ha demostrado que el amor no se detiene por la enfermedad. «Cuando me vio sin cabello, solo dijo ‘mamá’ y siguió con su día».
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En casa, las precauciones son parte de su rutina, y él mismo le recuerda que use la mascarilla cuando es necesario.
La fuerza de la esperanza
Pero, ¿de dónde saca tanta fortaleza? Neyshmarie responde con sencillez y convicción:
«Todo el mundo me dice que no es normal que yo esté tan tranquila, pero así soy. Tengo mucha fe, me enfoco en lo positivo y sigo adelante con valentía».
Su historia no es solo la de una mujer luchando contra el cáncer, sino la de una guerrera que ha decidido enfrentar la adversidad con esperanza y amor. Porque más allá del diagnóstico, Neyshmarie es, ante todo, una madre, una maestra y una inspiración para todos los que la rodean.