El dolor es un problema muy común en pacientes con un tumor . Se estima que afecta a entre el 50 y el 90 por ciento de los pacientes, según el tipo de cáncer y la etapa de la enfermedad . La experiencia del dolor para los pacientes con cáncer puede ser muy intensa, frecuente e invalidante.
Los pacientes que sufren de dolor suelen ser víctimas de angustia psicológica: depresión, ansiedad, miedo y estado de ánimo negativo. Y estas alteraciones son tanto más intensas y frecuentes cuanto más intenso es el dolor. El dolor, sin embargo, no es un compañero con el que deba vivir. Puede tratarse de forma eficaz con los medicamentos adecuados y su manejo puede mejorarse mediante intervenciones psicoterapéuticas.
La investigación muestra que aliviar el dolor puede ayudar a aliviar el malestar . Además, tomar medidas para reducir la fatiga psicológica, mediante el propio esfuerzo , mediante el uso de drogas o mediante el tratamiento psicológico, también puede mejorar el manejo del dolor. No solo eso: también se ha observado que la forma en que se trata el dolor puede influir en la propia experiencia del dolor y su impacto en el bienestar psicológico.
En particular, los pacientes con cáncer que se enfrentan al dolor con ansiedad, sobre su posible impacto , tienen más probabilidades de experimentar niveles más altos de dolor y trastornos mentales . Si siente dolor o se siente incapaz de lidiar con él, es bueno hablar de ello con su equipo de tratamiento quien, además de recetar medicamentos, puede enseñarle estrategias para enfrentar el problema si es necesario .
