Liderar desde el cuidado: la voz de la enfermería oncológica en Puerto Rico

En Puerto Rico, la enfermería oncológica no es solo una profesión: es una vocación marcada por el servicio, la empatía y el liderazgo. Así lo demuestra Lourdes Navarro, enfermera oncóloga y presidenta de la Asociación de Enfermería Oncológica y Hematológica del país, quien desde hace más de dos décadas ha dedicado su vida a mejorar la atención a pacientes con cáncer y a fortalecer el rol de las enfermeras en este campo.
Una vocación nacida del dolor y transformada en liderazgo
La historia de Lourdes comenzó lejos de los quirófanos y hospitales. En sus primeros años universitarios, pensaba en ser maestra o secretaria. Sin embargo, el diagnóstico de cáncer de estómago de su abuelo cambió su rumbo. “Ese proceso me marcó tanto que yo dije, ‘definitivamente no voy a ser maestra ni secretaria, voy a ser enfermera’”, relató a BeHealth.
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Ese cambio la llevó a desarrollar una carrera que ha tenido como eje central el cuidado oncológico, primero con población pediátrica y luego como parte del equipo del Hospital Auxilio Mutuo.
“Me dieron la oportunidad de aceptar el reto de una posición de supervisora. Lo que yo no sabía era que tenía que desarrollar un proyecto, y ese proyecto fue el centro de cáncer”, recordó.
Su crecimiento profesional la llevó no solo a liderar equipos dentro del hospital, sino a formar parte activa de la Asociación de Enfermería Oncológica, donde hoy, con seis años de experiencia en distintas posiciones, ejerce la presidencia. “Me nominan como presidenta y por eso hoy estoy aquí”, señaló con orgullo.
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Retos, compromiso y el futuro del cuidado oncológico
Liderar desde una posición organizacional implica una gran responsabilidad. Navarro no lo duda: “Tú tienes que mantener un equilibrio de liderazgo y una inteligencia emocional, porque trabajas con diferentes personas y obviamente no es fácil. Pero eso es lo que te hace ser un buen líder”.
Uno de los desafíos más grandes que enfrenta la enfermería oncológica es la retención de personal. Si bien existen esfuerzos por reclutar nuevos profesionales, Lourdes es enfática al señalar que se necesita más que eso:
“Hay que establecer un buen plan de retención. Muchos llegan al escenario, pero se encuentran con situaciones difíciles y no todos las pueden manejar”.
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Con una generación de enfermeros próximos al retiro, el sistema enfrenta un vacío preocupante. “Nosotros ya nos vamos. Cuando digo nosotros, me refiero a una generación que está saliendo, y esta gente que llega son los que nos van a cuidar. Si no los retenemos, ¿qué va a pasar con nosotros?”, se preguntó.
Navarro también reflexionó sobre las diferencias generacionales: “Hoy en día, los que tenemos muchos años de experiencia tenemos un mayor compromiso. No es que los jóvenes no lo tengan, pero no aguantan la presión que aguantamos nosotros”.
Ante este panorama, propone medidas concretas: “Una de las cosas que haría es establecer flexibilidad en horarios de trabajo. La parte económica es vital, pero no lo es todo. Si hay que establecer un área de cuido para niños, hay que hacerlo. Muchas enfermeras son madres solteras y no tienen quién les cuide a sus hijos”.
Al finalizar la entrevista, Lourdes envió un mensaje directo y sincero a quienes hoy estudian enfermería: “Hay que ser atrevido, asumir retos, ser agentes de cambio y la voz de nuestros pacientes. Por más difícil que sea nuestra profesión, no nos quedemos callados”.
Con 771 miembros registrados en la Asociación, de los cuales 193 se mantienen activos, la organización se mantiene firme en su misión de apoyar, capacitar y visibilizar a quienes ejercen esta especialidad en Puerto Rico. La Asociación de Enfermería Oncológica y Hematológica de Puerto Rico cuenta con 771 miembros registrados, de los cuales 193 están activos.