Inequidad afecta a latinos y personas trans en el tratamiento contra el cáncer

A pesar de que se ha logrado alcanzar el 33 por ciento de reducción de mortandad en los casos de cáncer, lo cierto es que aún hay mucho que hacer, ya que la población latina y las personas transgénero, hoy en día siguen siendo afectadas por la inequidad en los servicios de salud, según trascendió en el foro Disparidades en la Salud, durante la convención científica de la PHSU.

“En los tratamientos de cáncer prevenibles y tratables, como es el cáncer cervical, los grupos minoritarios tienen una mayor incidencia de factores de riesgo y menos cernimiento”, estableció la profesora auxiliar de la Ponce Health Sciences University, Alixida Ramos-Pibernus, como parte de su presentación en el foro. 

Mencionó varios aspectos que afectan a personas nacidas del género femenino, que han hecho transición al sexo masculino y que aún mantienen sus órganos reproductores. “Lo que sabemos es que hay baja adherencia a pruebas de cernimiento, a las recomendaciones (médicas) que existen, a discutir asuntos relacionados a la genitalia de nacimiento, lo que puede aumentar su riesgo”, explicó Ramos-Pibernus.

Entre las barreras que hay están: las personales, las culturales, la falta de conocimiento, así como el estigma. En el estudio realizado en Estados Unidos, también existe la barrera del idioma para comunicarse con los médicos y poder obtener y seguir un tratamiento más efectivo, además de la disparidad socioeconómica de parte de la población latina. 

Otro aspecto que trajo a colación es la interacción con los médicos; las pruebas que mandan a hacerle, si indagan el historial familiar del paciente para conocer su predisposición a enfermedades y condiciones. Y la importancia de tomar en consideración cuáles son los riesgos particulares que aquejan a la población trans masculina y a la trans femenina, detalló la facultativa.

“Existen guías que han desarrollado diferentes agencias enfocadas en la atención específica a la población diversa, que están disponibles en internet, y que son desconocidas por muchos profesionales de la salud. Muchas veces, el enfoque de salud para todos es tratar a todos los pacientes por igual. Pero si nos ponemos a pensar en los determinantes sociales, características individuales que los diferencian, hace que unos reciban mejores servicios que otros y que algunas personas que necesitan servicios no los estén recibiendo”, agregó la investigadora.

Cáncer pediátrico como mayor causa de muerte por enfermedad en niños 

El cáncer pediátrico es la mayor causa de muerte por enfermedad en esa población de cero a 18 años, y el tiempo entre el momento en el que presentan los síntomas y se llega al diagnóstico, el ingreso familiar, el nivel de educción, el seguro médico, el municipio de residencia, el cuidado quirúrgico y el impacto sicológico, como las principales barreras para la recuperación, destacó la doctora Rocío Rivera Valentín.    

“Aunque hay avances, aún falta mucho (por hacer). Las nuevas terapias desarrolladas son dirigidas a pacientes adultos más que para niños. Hay que hacer esfuerzos para desarrollar tratamientos que beneficien a los niños”, sostuvo la doctora, quien habló sobre su investigación titulada Osteocarsoma como un modelo de estudio de las disparidades. Y mencionó la barrera del idioma para el tratamiento efectivo de cáncer para las personas hispanohablantes en los Estados Unidos.    

La investigadora clínica mencionó que los niños y jóvenes que sobreviven no serán adultos saludables, sino que pueden enfrentar efectos secundarios durante toda su vida, estableció Rocío Rivera Valentín, del Centro Comprensivo de Cáncer de Puerto Rico. “Estos sobrevivientes de cáncer tienen mayor incidencia de enfermedades cardiovasculares alrededor de los 54 años”, apuntó durante su disertación en el mismo foro sobre Disparidades en la Salud.

En Puerto Rico, el tipo de cáncer que más afecta a menores es el de tejido blando, como el linfoma y neoplasma retículo endoplasmático, la leucemia y distintos tipos de cáncer del sistema nervioso central. En los Estados Unidos, la mayor prevalencia la ocupa el cáncer en el cerebro, además de la leucemia.  

Para concluir, Rivera Valentín destacó la importancia de recibir los servicios de manera oportuna e inmediata, ya que hace la diferencia entre el éxito o fracaso del tratamiento, y estableció la necesidad de hablarles a los legisladores sobre la falta de acceso a servicios y a planes médicos.