Fusión de terapias para el manejo del cáncer con la medicina integrativa
La medicina integrativa (MI) es una forma de terapia médica que combina prácticas y tratamientos de la medicina complementaria (yoga, acupuntura y masajes) con la medicina convencional (cirugía, quimioterapia, radioterapia e inmunoterapia).
Pacientes de cáncer la utilizan para aliviar síntomas y efectos secundarios. La integración de terapias complementarias en tratamientos convencionales atiende aspectos físicos, emocionales y espirituales. No reemplaza tratamientos oncológicos ni cura el cáncer.
Beneficios de las terapias complementarias
Un número creciente de personas recurre a terapias complementarias como una forma de ayudar a controlar los síntomas, reducir los efectos secundarios y restablecer y promover un sentido de control y vitalidad. Aproximadamente dos de cada tres pacientes con cáncer han probado al menos una terapia complementaria como parte de su atención contra el cáncer.
La evidencia científica existente ha encontrado que ciertas terapias complementarias pueden aliviar los síntomas relacionados con el cáncer y los efectos secundarios del tratamiento, como náuseas y fatiga. Por ejemplo, la acupuntura ha sido evaluada en numerosos estudios y ahora se reconoce como un método seguro para controlar las náuseas y los vómitos asociados a la quimioterapia. Muchas terapias complementarias son suaves, relajantes y mínimamente invasivas, brindando formas para que los pacientes desarrollen una apreciación de sí mismos y una conciencia de su propia fuerza interior. Algunas técnicas son «pasivas», requiriendo una participación limitada (como el masaje y la aromaterapia), mientras que otras son «activas» (como el yoga y el tai chi).
Riesgos de las terapias complementarias
Aún así, hay relativamente pocos estudios sobre la seguridad y eficacia de muchas terapias complementarias. Hasta la fecha, no hay evidencia clínica definitiva de que ninguna terapia complementaria pueda frenar la progresión del cáncer. Los productos o prácticas no probados no deben usarse para reemplazar o posponer el tratamiento médico estándar. Retrasar el tratamiento convencional contra el cáncer puede ser peligroso y disminuir la probabilidad de remisión o cura. Cualquier tratamiento que se presente como alternativa a las terapias estándar contra el cáncer solo debe considerarse en el contexto de ensayos clínicos.
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A pesar de la opinión de algunos pacientes de que las terapias complementarias son naturales y seguras, la investigación médica indica que no todas estas terapias son inofensivas. Los pacientes con cáncer deben consultar con sus proveedores de atención médica antes de probar cualquier terapia complementaria con cualquier propósito, ya sea relacionado con el cáncer o no.
Preguntas para hacerle a tu Equipo de atención médica
Utiliza las siguientes preguntas como guía para discutir las terapias complementarias con su equipo de atención médica:
- ¿Hay terapias complementarias que recomendaría?
- ¿Qué investigaciones están disponibles sobre la seguridad y eficacia de esta terapia?
- ¿Cuáles son los beneficios y riesgos de esta terapia?
- ¿Cómo sabré si la terapia está funcionando o no?
- ¿Esta terapia interferirá con los tratamientos convencionales contra el cáncer?
- ¿Existen efectos secundarios potenciales de esta terapia? ¿Qué debo buscar?
- ¿Ofrecen esta terapia como parte de su práctica? Si no, ¿puede recomendarme a un profesional con licencia en la zona? ¿Hay terapias específicas que desaconsejaría? ¿
- Sabe si esta terapia es parte de un ensayo clínico?
- ¿Cómo puedo obtener más información sobre la elegibilidad y la inscripción en ensayos clínicos?
Cómo encontrar un especialista en MI o un profesional de salud complementaria
Si estás buscando un profesional de salud complementaria para el tratamiento, es importante realizar una búsqueda cuidadosa y exhaustiva. Aquí hay algunas sugerencias para ayudarte en tu búsqueda de un profesional:
Tu oncólogo o centro de cáncer puede recomendarte un profesional de salud complementaria. Un hospital local o una escuela de medicina, organizaciones profesionales, agencias reguladoras estatales o juntas de licencias, e incluso su proveedor de seguros de salud, también pueden proporcionarte una recomendación.
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Pregunta a familiares y amigos si pueden recomendar un profesional para el tipo de terapia que estás buscando. Asegúrate de averiguar si los profesionales que estás considerando están licenciados o certificados y si han trabajado con pacientes con cáncer. Antes de programar cualquier cita, pregunte cuántos años han estado en práctica, dónde recibieron su capacitación, así como el costo estimado del tratamiento. El objetivo es encontrar profesionales que trabajen con su oncólogo y otros proveedores de atención médica para que juntos puedan elaborar un plan de tratamiento que satisfaga sus necesidades.
Fuentes: Leukemia and Limphoma Society
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