Desmontando mitos: lo que realmente debes saber sobre la leucemia
Desmontando mitos: lo que realmente debes saber sobre la leucemia

La leucemia es uno de los cánceres de la sangre más conocidos, pero también uno de los que más dudas y temores despierta. Alrededor de esta enfermedad circulan numerosos mitos que, en ocasiones, generan confusión en pacientes y familias. Por eso, vale la pena detenerse en algunas preguntas frecuentes y aclarar qué hay de cierto y qué no en torno a esta condición.
¿La leucemia es hereditaria?
Uno de los mitos más comunes es pensar que la leucemia se transmite de padres a hijos de manera directa. La realidad es que, en la mayoría de los casos, no se trata de una enfermedad hereditaria. Lo que puede existir es una predisposición genética, es decir, ciertas alteraciones en los genes que aumentan el riesgo de desarrollarla. Sin embargo, el hecho de que un familiar la haya tenido no significa que necesariamente otros miembros de la familia la padecerán. Factores ambientales, exposición a radiación o a algunos químicos, y alteraciones en el sistema inmunológico también pueden influir en su aparición.
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¿La leucemia afecta solo a los niños?
Otro mito muy extendido es que la leucemia es un cáncer exclusivo de la infancia. Si bien es cierto que la leucemia linfoblástica aguda es la forma más frecuente en niños y adolescentes, esta enfermedad también puede aparecer en adultos. De hecho, existen varios tipos de leucemia que son más comunes en personas mayores, como la leucemia mieloide crónica o la leucemia linfocítica crónica. Por lo tanto, la leucemia no distingue edad: puede presentarse tanto en niños como en adultos y personas mayores.
¿La leucemia se contagia?
Este es uno de los temores más frecuentes en las familias y comunidades: pensar que la leucemia se transmite de persona a persona. La verdad es que la leucemia no es contagiosa. No se propaga a través del contacto físico, los abrazos, compartir alimentos o por vía aérea como ocurre con los virus. Se trata de un cáncer, una alteración en la producción de células de la sangre en la médula ósea, y no de una infección. Por eso, no hay ningún riesgo en convivir, trabajar o estudiar con alguien diagnosticado con esta enfermedad.
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¿La leucemia tiene cura?
Aquí es importante aclarar: la leucemia puede tratarse y, en muchos casos, curarse. Todo depende del tipo de leucemia, del diagnóstico temprano y de la respuesta de cada paciente al tratamiento. Hoy existen terapias muy avanzadas como la quimioterapia de precisión, los trasplantes de médula ósea y, más recientemente, la inmunoterapia, que ha abierto nuevas posibilidades. En algunos casos, los pacientes logran una remisión completa y viven muchos años con buena calidad de vida. En otros, se convierte en una enfermedad crónica que requiere control y seguimiento médico permanente. Lo esencial es que, con los avances científicos actuales, el panorama para los pacientes con leucemia es cada vez más esperanzador.
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Un mensaje final
Derribar los mitos alrededor de la leucemia es clave para brindar apoyo y comprensión a quienes la enfrentan. Saber que no se contagia, que no está limitada a la infancia, que no necesariamente es hereditaria y que existen opciones de tratamiento efectivas, ayuda a reducir el estigma y la desinformación. La leucemia no define a una persona: con el acompañamiento médico y emocional adecuado, los pacientes y sus familias pueden llevar adelante su vida con esperanza y fortaleza.