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Decálogo de cuidado para el paciente de leucemia

La leucemia mieloide aguda es una enfermedad de las células madre que, por tanto, afecta a los glóbulos blancos, glóbulos rojos y plaquetas, dejándolos no funcionales. Veamos algunas recomendaciones prácticas para proteger la salud de los afectados por esta patología.

1. Obtener información sobre tu diagnóstico de cáncer

Trata de obtener la mayor cantidad de información básica y útil que necesites sobre tu diagnóstico de cáncer para tomar decisiones sobre tu atención.

Anota tus preguntas e inquietudes con anticipación y llévalas contigo. Considera preguntarle lo siguiente:

  • ¿Qué tipo de cáncer tengo?
  • ¿Dónde se encuentra el cáncer?
  • ¿Se diseminó?
  • ¿Se puede tratar este tipo de cáncer?
  • ¿Cuáles son las probabilidades de que se cure este tipo de cáncer?
  • ¿Qué otras pruebas o procedimientos necesito?
  • ¿Cuáles son mis opciones de tratamiento?
  • ¿Cómo me beneficiará el tratamiento?
  • ¿Qué puedo esperar durante el tratamiento?
  • ¿Cuáles son los efectos secundarios del tratamiento?
  • ¿Cuándo debo llamar al médico?
  • ¿Qué puedo hacer para evitar que el cáncer vuelva a aparecer?
  • ¿Qué probabilidades tienen mis hijos u otros familiares de padecer cáncer?

Considera llevar a un familiar o a un amigo contigo a las primeras citas médicas para que te ayuden a recordar lo que te dijeron.

2. Dejar de fumar

Fumar es un factor de riesgo conocido de muchos tipos de cáncer y otros trastornos de la salud. También puede aumentar el riesgo de complicaciones derivadas de procedimientos médicos y ralentizar la cicatrización de los tejidos.

Cuando se deja de fumar, el cuerpo comienza inmediatamente a repararse a sí mismo. Dejar de fumar le ayudará a reforzar su sistema inmunológico para combatir la leucemia y mejorar la recuperación del tratamiento.

3. Reducir el riesgo de infección

La leucemia y sus tratamientos reducen la capacidad del cuerpo para responder a las infecciones. Esto puede aumentar el riesgo de infección, o aumentar la gravedad de las infecciones comunes, como un resfriado o la gripe. Para disminuir el riesgo de infección durante el tratamiento de la leucemia:

  • Lávate las manos a fondo y con frecuencia. Lavarse las manos es el método más efectivo para disminuir la posibilidad de contraer resfríos y gripe. Lleva desinfectante de manos para los momentos en que no sea conveniente lavarse.
  • Intenta evitar las aglomeraciones, especialmente durante la temporada de resfriados y gripe.
  • Evita tocarte los ojos, la boca y la nariz después de entrar en contacto con superficies u objetos.
  • Limpia y desinfecta las superficies y los objetos con frecuencia.
  • Pregunta a tu médico sobre la vacunación contra la gripe y la neumonía.

4. Hacer cambios en la dieta

Una dieta sana puede ayudar a su cuerpo y a su mente. La dieta puede proporcionar el combustible necesario para que el cuerpo funcione de forma óptima, así como la nutrición necesaria para que los tejidos cicatricen y se recuperen. El estado de ánimo y la energía general también mejorarán con un apoyo nutricional adecuado.

El cáncer en sí y algunos tratamientos contra el cáncer pueden reducir el apetito. Es importante aprovechar al máximo las calorías ingeridas. Un dietista registrado puede ayudar a manejar los desafíos que se pueden encontrar con la leucemia y sus tratamientos, y desarrollar un plan de alimentación eficaz.

5. Hacer ejercicio regularmente

Si no has estado haciendo ejercicio regularmente, consulta con tu médico para elegir un programa de ejercicio seguro. El ejercicio tiene muchos beneficios que pueden ayudarle a soportar el estrés físico y emocional del cáncer y el tratamiento del cáncer, incluyendo:

  • Aumentar el nivel de energía
  • Mejora del sistema inmunitario
  • Mejorar su estado de ánimo y su perspectiva emocional

Puedes plantearte consultar a un entrenador personal para que te ayude a fijar objetivos de ejercicio y a seguir con seguridad el inicio de un programa de ejercicio. Al añadir ejercicio, asegúrate de equilibrar el descanso y las actividades para evitar cansarse demasiado.

6. Controlar la fatiga

La fatiga es el síntoma más frecuente de la leucemia y sus tratamientos. Para evitar cansarte demasiado, prioriza las tareas y concéntrate en las más importantes. Es importante permitir que otras personas te ayuden con las tareas diarias, las compras y la preparación de las comidas. Si es necesario, planifica tiempo a lo largo del día para descansar.

Si la fatiga está afectando a la calidad de vida, habla con tu médico.

7. Buscar apoyo

El diagnóstico de cáncer es un acontecimiento que define la vida y que puede ser difícil de manejar. Enfrentarse a la incertidumbre de una enfermedad grave, sentir ansiedad sobre cómo se sentirá durante el tratamiento, los cambios en el estilo de vida y preocuparse por el impacto tanto del diagnóstico como del tratamiento puede ser abrumador. Es importante apoyarse en la familia, los amigos y otras personas de la vida. Las personas que se permiten buscar ayuda mientras se recuperan del cáncer suelen mantener un mejor equilibrio emocional. Otras fuentes de apoyo son:

  • Comunidad religiosa
  • Grupos de apoyo para personas con su tipo de cáncer
  • Apoyo profesional de trabajadores sociales, psicólogos y/o psiquiatras formados para ayudar a los pacientes con cáncer y a sus familias.
  • La familia y los cuidadores también pueden necesitar apoyo. Anímales a buscar grupos de apoyo o asesoramiento orientado a ellos.

8. Repasar tus objetivos y prioridades

Determina qué es realmente importante en tu vida. Busca tiempo para hacer las actividades que son más importantes para ti y que tengan un mayor significado.

Si es necesario, intenta encontrar una nueva sinceridad con tus seres queridos. Cuéntales lo que sientes y piensas. El cáncer afecta todas tus relaciones. La comunicación puede reducir la ansiedad y el temor que provoca el cáncer.

9. Luchar contra los estigmas

Todavía existen algunos viejos estigmas relacionados con el cáncer. Tus amigos pueden preguntarse si el cáncer es contagioso. Tus compañeros de trabajo pueden dudar si estás lo suficientemente sano como para hacer tu trabajo, y algunos pueden alejarse por temor a decir algo incorrecto. Muchas personas tendrán preguntas e inquietudes.

Determina cómo enfrentarás los comportamientos de los demás hacia ti. En general, los demás seguirán tu ejemplo. Recuérdales a tus amigos que, aunque el cáncer ha sido una parte aterradora de tu vida, no debe darles miedo a ellos estar cerca tuyo.

10. Elaborar tu propia estrategia de afrontamiento

Al igual que el tratamiento oncológico de cada persona es personalizado, lo mismo ocurre con la estrategia de afrontamiento. Puedes probar las siguientes ideas:

  • Practica técnicas de relajación.
  • Compárteles tus sentimientos con sinceridad a tu familia, a tus amigos, a tu consejero espiritual o a un asesor.
  • Lleva un diario personal para organizar tus pensamientos.
  • Cuando te enfrentes a una decisión difícil, haz una lista de las ventajas y de las desventajas de cada elección.
  • Busca una fuente de apoyo espiritual.
  • Reserva tiempo para estar solo.
  • Continúa involucrado en el trabajo y en las actividades recreativas lo más que puedas.

Es probable que lo que te consolaba en momentos difíciles antes de tu diagnóstico de cáncer ayude a aliviar tus preocupaciones ahora, ya sea un amigo cercano, un líder religioso o tu actividad preferida que te recarga de energía. Acude a estas fuentes de consuelo ahora, pero también mantente abierto a probar nuevas estrategias de afrontamiento.

Fuentes: Winchester Hospital y Mayo ClinIC

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