¿Conoces la macroglobulinemia de Waldenström? El cáncer de las células blancas
La WM tiene una tasa de incidencia aproximada de seis casos por cada millón de personas por año en Estados Unidos
Linfoma es el nombre que reciben diversos tipos de cáncer que surgen en los linfocitos, los glóbulos blancos. Actualmente, existen tres tipos de linfocitos: linfocitos B (células B), linfocitos T (células T) y células citolíticas naturales.
La macroglobulinemia de Waldenström (WM) es un tipo de cáncer poco común de las células B que la Organización Mundial de la Salud ha clasificado como un subtipo de NHL (linfoma no Hodgkin ). La WM también se conoce como “enfermedad linfoproliferativa de las células B”.
El cáncer se caracteriza por la producción excesiva de linfocitos B en la médula ósea, lo que desplaza a las células sanguíneas sanas y genera una acumulación de una proteína en la sangre, la inmunoglobulina M (IgM). Esta proteína hace que la sangre se vuelva más espesa, dificultando su circulación y causando diversas complicaciones. Al espesarse la sangre, el flujo a través de los vasos sanguíneos pequeños se ve afectado, lo cual produce los síntomas de esta enfermedad. En algunos casos, los vasos pequeños pueden romperse y provocar sangrado en áreas como la nariz, las encías o la retina.
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Origen del WM
El cáncer se desarrolla cuando las células presentan alteraciones en su ADN, el cual contiene instrucciones que regulan su funcionamiento y ciclo de vida. Estas alteraciones les indican a las células que se multipliquen sin control y persistan más allá de su ciclo normal.
En el caso de la macroglobulinemia de Waldenström, estos cambios afectan a los glóbulos blancos, convirtiéndolos en células cancerosas. Aunque se desconoce la causa específica de estos cambios, las células alteradas tienden a acumularse en la médula ósea, el tejido esponjoso dentro de los huesos donde se producen las células sanguíneas, desplazando a las células sanas y afectando la función sanguínea. Estas células también pueden acumularse en los ganglios linfáticos y el bazo.
Síntomas
La macroglobulinemia de Waldenström suele tener un curso crónico y con una evolución muy lenta, pudiendo permanecer asintomática durante años, situación en la que no requiere tratamiento.
Las formas sintomáticas de esta condición se manifiestan principalmente con fatiga, falta de apetito, pérdida de peso y, en algunos casos, sudoración abundante. La presencia elevada de IgM puede provocar un síndrome de hiperviscosidad, donde el aumento en la densidad de la sangre dificulta su flujo normal. Esto puede llevar a complicaciones neurológicas (como cefalea, vértigo, confusión y somnolencia), visuales (problemas en la visión) y cardíacas (insuficiencia cardíaca). Además, la hiperviscosidad y la disminución de plaquetas debida a la infiltración en la médula ósea pueden causar una tendencia anormal al sangrado (diátesis hemorrágica). También pueden presentarse agrandamientos en los ganglios linfáticos (adenopatías), el bazo (esplenomegalia) y el hígado (hepatomegalia).
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Factores de riesgo
Los siguientes factores pueden aumentar el riesgo de una persona de tener este cáncer, aunque la mayoría de las personas con estos factores de riesgo nunca presentarán la enfermedad:
Edad: el riesgo de WM aumenta con la edad; la edad promedio en el momento del diagnóstico es de 63 años.
Sexo: los hombres tienen más probabilidades que las mujeres de presentar el cáncer.
Raza: la incidencia es más alta entre los caucásicos y es muy poco común en otros grupos de la población.
La gammapatía monoclonal de significado incierto (MGUS, por sus siglas en inglés): es una anomalía en las células que producen anticuerpos y está relacionada con la macroglobulinemia de Waldenström (WM) y con otro tipo de cáncer de células B en la sangre, conocido como mieloma. Aunque en la mayoría de los casos la MGUS no genera problemas de salud, hasta un 25 % de las personas con esta condición, especialmente aquellas con una proteína monoclonal IgM, pueden llegar a desarrollar WM, otro tipo de linfoma no Hodgkin (NHL) o mieloma.
Herencia: se considera que los factores genéticos influyen en el desarrollo de la macroglobulinemia de Waldenström (WM). Los estudios sugieren que alrededor del 20 % de los casos examinados presentan múltiples ocurrencias de WM u otros tipos de linfoma en familiares.
Factores ambientales: aún no se ha determinado claramente el papel del entorno en la aparición de la WM.
Aunque la macroglobulinemia de Waldenström (WM) no tiene cura, es una enfermedad tratable. Los tratamientos que combinan fármacos biológicos, que estimulan el sistema inmunológico para combatir el cáncer, junto con quimioterapia, han mostrado resultados prometedores. Actualmente, se están realizando ensayos clínicos para evaluar la seguridad y efectividad de nuevas terapias en pacientes con WM, incluyendo la prueba de nuevos fármacos y combinaciones terapéuticas.