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Cómo una dieta balanceada puede mejorar la calidad de vida en pacientes con leucemia

La leucemia, un tipo de cáncer que afecta a las células sanguíneas, se clasifica en dos formas principales: leucemia aguda, que avanza rápidamente, y leucemia crónica, que progresa de manera más lenta. Debido a su impacto en el sistema inmunológico, la nutrición juega un papel crucial tanto durante el tratamiento como en la fase de recuperación. Según la Lcda. Karilyn López, nutricionista dietista, una alimentación adecuada puede ser un pilar fundamental para mejorar la calidad de vida de los pacientes con leucemia.

Importancia de una dieta adecuada

«La nutrición adecuada es esencial para los pacientes con leucemia», afirma la Lcda. López. «Dado que el sistema inmunológico está comprometido, es crucial tener cuidado con la alimentación». Los glóbulos blancos, responsables de defender el cuerpo contra infecciones, pueden estar alterados debido a la enfermedad y el tratamiento. Por esta razón, seguir recomendaciones alimenticias específicas es vital para proteger la salud y fomentar una recuperación óptima.

Evitar alimentos de riesgo

La Lcda. López enfatiza la importancia de evitar ciertos alimentos que podrían poner en riesgo la salud del paciente. «Es fundamental evitar alimentos crudos como sushi, huevos con yema cruda, jugos no pasteurizados y leche que no ha pasado por el proceso de pasteurización. Estos alimentos pueden aumentar el riesgo de infecciones», explica. Además, recomienda tener precaución con los buffets de ensaladas, donde la contaminación de alimentos es un riesgo mayor. Mantener una dieta segura y bien cocida es clave para reducir el riesgo de complicaciones.

Principios de una dieta balanceada

Para los pacientes con leucemia, una dieta equilibrada debe incluir tanto macronutrientes como micronutrientes. «Una dieta balanceada debe contener carbohidratos, proteínas y grasas en las proporciones adecuadas», señala la Lcda. López. Los micronutrientes, que abarcan vitaminas y minerales, provienen de frutas y vegetales y son igualmente importantes. Estos nutrientes ayudan a mantener el sistema inmunológico fuerte y optimizan las defensas del cuerpo.

Manejo de azúcares y grasas

En relación con los dulces y las grasas, la Lcda. López comenta: «Las células cancerosas se alimentan de azúcares y grasas, lo que puede contribuir a la pérdida de peso y debilidad. Por lo tanto, es crucial limitar el consumo de estos alimentos». Reducir la ingesta de azúcares y grasas no solo ayuda a evitar la pérdida de peso excesiva, sino que también contribuye a mantener una buena salud general.

Manejo de la pérdida de peso y el apetito

La pérdida de peso y la disminución del apetito son efectos secundarios comunes de los tratamientos para la leucemia. La Lcda. López sugiere que, en estos casos, se pueden considerar suplementos nutricionales.

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«Si un paciente está experimentando pérdida de peso o tiene poco apetito, los suplementos nutricionales y los estimulantes del apetito pueden ser útiles, siempre bajo la orientación del médico o nutricionista», recomienda. Mantener una nutrición adecuada es crucial para la recuperación y la restauración de la fuerza, ya que la pérdida de peso puede llevar a debilidad y cansancio.

Otras recomendaciones para el bienestar

Para garantizar un estilo de vida saludable, la Lcda. López aconseja prestar atención al descanso adecuado y a la higiene del sueño. «Dormir entre 7 y 8 horas por noche es crucial para evitar el cansancio extremo y posibles episodios de tristeza o depresión», afirma. Además, el ejercicio moderado, siempre con la aprobación del médico, puede ser beneficioso. «El ejercicio, al liberar endorfinas, no solo fortalece el cuerpo, sino que también mejora el estado de ánimo», añade.

Consumo de alimentos frescos y bien lavados

Para minimizar el riesgo de infecciones, es importante consumir alimentos frescos y bien lavados. «Los vegetales congelados son una excelente opción porque no contienen sodio y mantienen su valor nutricional. Las frutas enlatadas sin azúcar añadida son una alternativa segura y práctica, especialmente si hay riesgo de contaminación de frutas frescas», aconseja la Lcda. López. Estas opciones ayudan a mantener una nutrición adecuada y reducen el riesgo de exposición a bacterias y otros patógenos.

Consulta con profesionales

Para optimizar la nutrición durante y después del tratamiento, es crucial que los pacientes consulten a un nutricionista o dietista. «Los nutricionistas pueden evaluar la condición del paciente, identificar factores de riesgo y ajustar la dieta según los síntomas y necesidades específicas del tratamiento», indica la Lcda. López. La consulta con profesionales de la nutrición es vital para personalizar el plan alimenticio y asegurar que se satisfagan todas las necesidades nutricionales del paciente.

«Una nutrición adecuada es fundamental para la recuperación y el bienestar general durante el tratamiento de la leucemia«, concluye la Lcda. López. Una dieta equilibrada y un estilo de vida saludable son claves para apoyar la recuperación y mejorar la calidad de vida durante el tratamiento de la leucemia.

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