“A mí me salvó la vida ir al médico en una etapa temprana del cáncer”: el testimonio de Silverio Pérez con el cáncer de próstata
Silverio Pérez nos ha acompañado ha formado parte de la familia boricua hace más de medio siglo como humorista, escritor, orador, músico compositor. Muchos lo conocen por ser un ícono de la radio y la televisión puertorriqueña pero solo algunos conocen su historia con el cáncer.
En entrevista con BeHealth, nuestro amigo Silverio compartió sus vivencias superando al cáncer de próstata y las enseñanzas que este le trajo.
En el 2005 este cáncer tocó su puerta, ya han pasado 17 años desde ese día, pero todo lo que aprendió aún perdura en el tiempo. Y enfatiza que no se considera un sobreviviente, pues todos lo somos de una manera u otra: “yo soy sobreviviente de tantas cosas, por qué darle al cáncer ese poder. Es una circunstancia más que he vivido en mi vida”.
Silverio señaló que, desafortunadamente existen muchos tabúes sobre el cáncer de próstata o los exámenes para su prevención o diagnóstico oportuno a causa del machismo que aún vive la sociedad.
“Todo lo que tenga que ver del ombligo para abajo, los hombres no lo quieren hablar”. Incluso compartió que en ocasiones muchos hombres se han acercado a preguntarle sobre su proceso con el cáncer de próstata y los signos que manifestó. Eso sí, con mucho disimulo, como si se tratara de algo que debería ocultarse.
Sin embargo, es demasiado importante dejar de lado esos tabúes y pensar en la salud por encima de todo “porque el que se enfermedad de cáncer de próstata no eres tú solo, es la familia completa”, señaló.
“A mí me salvó la vida ir al médico en una etapa temprana del cáncer”, fue otra de las confesiones de Silverio quien asistía regularmente a sus seguimientos médicos, incluidos los de la próstata.
“Iba con regularidad a mi urólogo y él notó, en un momento determinado, que mi PSA estaba un poquito alto, aunque aún dentro de los niveles. Volvimos a chequearlo en 3 o 4 meses y había subido un poco más. Fue cuando mandó a hacer una biopsia y salieron células cancerosas agresivas que aún estaban encapsuladas dentro de la próstata, por tanto, había posibilidad de una operación”, añadió.
En cuanto a su reacción admitió que entró en estado de shock y no fue capaz de seguir escuchando lo que el doctor informaba en ese momento. Solo sintió la mano “sudada y fría” de Yessica, su esposa.
“Por dentro hay una turbulencia emocional brutal, porque la palabra cáncer la asociamos siempre con la muerte. Ya para ese tiempo yo sabía que, en ese estado en que estaba, no podía razonar bien y comencé a respirar. Empecé a tratar de conectar con el momento presente”.
Una vez en calma, Silverio preguntó a su doctor: “¿qué tengo qué hacer?”, y así fue cuando supo las opciones de tratamiento que tenía. Así inició el proceso en el cual decidió optar por la cirugía; pese a todos los mitos que existen sobre su riesgo de incontinencia urinaria y disfunción eréctil, decidió optar por su salud y el bienestar suyo y de su familia.
Afortunadamente, no se requirió radioterapia y, entre risas, confesó que los primeros tiempos luego de operado acompañó a su nieto en el uso del pamper.
“Tienen que ir al urólogo y salvar a la familia”, es el mensaje principal que compartió Silverio para todos los hombres.
Agregó además que el cáncer le permitió crecer en muchos sentidos:
“Uno empieza a valorarse más en la vida, a hacer ejercicio, alimentarse mejor y darse cuenta que las relaciones son de los regalos más grandes y muchas veces no lo valoramos. Yo gané con el proceso de enfrentarme al cáncer, conocí un mundo que desconocía”.
Y es que, según sus propias palabras, dicho posible enfrentamiento con la muerte lo hizo reflexionar y entender que tenía una nueva oportunidad, una que debía aprovechar de la mejor manera.
“Para mí es bien importante las prioridades donde está la familia, hacer ejercicio, tener tiempo para viajar y darse espacios; pero también tiempo para seguir produciendo porque me motiva crear, escribir un libro, hacer un curso, hacer una charla, hacer este tipo de cosas. La sabiduría que uno va ganando mientras pierde fuerza en sus músculos, se va fortaleciendo la mente”.
Actualmente a Silverio le motiva la lectura, conocer nuevas cosas, aprender a meditar, aprender a respirar, “ha sido parte de lo que he ganado en el proceso”.
Y aunque confiesa que en un momento determinado pensó “por qué a mí”, inmediatamente lo descartó de su mente y cambió el diálogo por uno en el que sabía que esto lo necesitaba “para aprender lo que de otra forma no lo iba a hacer. Las cosas ocurren siempre por una razón”.
Decidió aprovechar la adversidad como una oportunidad de aprendizaje que, de otra forma, no tendría: “a tener paciencia, aceptación, ser mejor ser humano y cómo cambiar a una mentalidad positiva y creativa ayuda enormemente a esas células a repararse”.
Finalmente, compartió el rol que ha tenido el humor en su vida y también con el cáncer, el cual le ha permitido ver la vida desde una perspectiva positiva, amorosa y en paz. Y que, además, ayudó a mucha gente “a entender que el proceso por el que estaban pasando podía verse desde una perspectiva diferente”.