Tipos de pruebas que se utilizan para examinar la próstata
Entre las pruebas más comunes para verificar el adecuado estado de la próstata se encuentra el tacto rectal y el análisis de sangre del PSA. Estos tipos de exámenes se recomiendan para hombres mayores de 50 años al menos una vez al año.
En caso de llegar a detectar alguna alteración en alguno de estos tipos de examen, el profesional de la salud puede solicitar otras pruebas para alcanzar algún diagnóstico, entre ellas, se destaca el cálculo de la densidad del PSA, el examen de orina PCA3, la resonancia de próstata y una biopsia, dependiendo de cada caso.
Antígeno prostático o PSA
Comúnmente el antígeno prostático o PSA tiene como valores normales porcentajes inferiores a 2.5 ng/ml en hombres hasta los 65 años y 4 ng/ml a partir de los 65 años.
Detectar alguna alteración en estos valores puede indicar la presencia de algún tipo de inflamación, infección o se debe confirmar la posibilidad de presentar cáncer de próstata.
Este tipo de prueba se realiza a partir de un examen de sangre común, para el cual se recomienda evitar cualquier tipo de relación sexual 72 horas antes del examen o realizar prácticas como ciclismo, equitación o motociclismo con el fin de no alterar los resultados.
Tacto rectal
A pesar de que puede resultar incómodo para muchos hombres, este es un procedimiento rápido que no dura más de 20 segundos y no genera dolor.
Es realizado por urólogo con el fin de evaluar si hay algún bulto, si la glándula prostática tiene un tamaño fuera de lo común o si su textura es más dura de lo que debería.
Ultrasonido de la próstata
El ultrasonido o ecografía de la próstata es realizado con el fin de evaluar alteraciones en el tamaño de la glándula e identificar posibles cambios.
Su médico puede recomendar la toma de algún tipo de laxante antes del examen con el fin de vaciar el intestino y poder tener una mejor visualización de la zona.
Medición del chorro de orina
La flujometría o uroflujometría es un examen que se realiza con el fin de evaluar la fuerza del chorro y la cantidad de orina que el paciente realiza en cada micción.
Debido a que, al presentarse alteraciones en la próstata, puede aparecer dificultad para orinar o en algunos casos, la orina puede ser entrecortada, más lenta o débil.
Para este tipo de examen se recomienda que el paciente consuma abundante agua antes de realizar la prueba en la que debe orinar en un aparato que realiza el registro en tiempo y volumen de la orina.
Examen de orina general
Con la recolección de una pequeña muestra de orina en laboratorio se puede analizar si hay presencia de sangre o de microorganismos que pueden referir algún tipo de infección urinaria.
Es necesario seguir las indicaciones médicas para no infectar la muestra y obtener los resultados adecuados.
Biopsias
Posiblemente algunos resultados han mostrado alteraciones en la glándula por lo que la biopsia se realiza para confirmar diagnósticos como cáncer o tumores benignos.
En este procedimiento se extrae una pequeña muestra de este órgano y se envía al laboratorio para identificar la presencia o no de las células malignas.
Generalmente su médico urólogo puede solicitar esta prueba cuando el valor de la PSA se encuentra elevado, cuando se encuentran alteraciones en la próstata durante el tacto rectal o cuando se realiza una resonancia magnética con hallazgos sospechosos.
Entre las preparaciones para el examen puede estar el ayuno como mínimo de seis horas y la toma de un laxante que ayuda a limpiar el intestino.
Los exámenes pueden alterarse cuando ocurren problemas como:
- Crecimiento de la próstata (tumor benigno de la próstata)
- Presencia de bacterias en la próstata (prostatitis)
- Ingesta de medicamentos como diuréticos, corticosteroides o aspirina
- La realización de procedimientos médicos a la vejiga como una biopsia o cistoscopia, pueden elevar los niveles de PSA.