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Sí podemos prevenir el cáncer cervical: estas son las recomendaciones

En entrevista de BeHealth con la Dra. Lourdes Feliciano, hematóloga oncóloga y directora clínica del Centro Comprensivo de Cáncer de la Universidad de Puerto Rico se abordó un tema de gran importancia en la actualidad, sobre todo en la isla, ante un aumento de los casos de esta enfermedad.

Al respecto, la doctora enfatizó en la importancia de entender qué es el cáncer cervical partiendo por el área anatómica a la cual se hace referencia.

“El cáncer cervical o de cuello uterino está en esa área que queda en la salida del útero conocida como matriz, esa área es el cuello uterino”, precisó.

Resaltó además que este es un cáncer prevenible y detectable en su etapa temprana. Por ende, la tasa de remisión debería ser de un 100%, “sin embargo, sigue siendo la cuarta causa por cáncer en nuestras mujeres a nivel mundial”.

A nivel general, sucede debido a que las mujeres no realizan el cernimiento en el momento apropiado: “las recomendaciones son que a partir de los 21 años si la mujer ha iniciado su vida sexual empiece el cernimiento en cuanto a cáncer cervical”.

Además, exaltó la presencia del VPH y los más de 100 tipos diferentes de este virus. “De ellos, 15 están asociados al desarrollo de algún cáncer como el recto, garganta o cervix”. Agregó además que este es un virus que se trata y al cual se le puede dar un seguimiento más cercano.

“El acceso es también un factor importante que se repite a nivel mundial. Mientras más bajo el nivel económico, menos acceso tanto al servicio médico como a la educación de los pacientes”, explicó.

Es importante que todos nos eduquemos todos sobre la prevención del VPH a través de un sexo seguro y con el uso de vacuna, indicada para niñas y niños.

“Alrededor del 70% del cáncer de cervix son consecuencia del VPH. Así que, si enfocamos esta lucha contra este virus, vamos a eliminar el 70% de estos tumores”, esbozó la doctora Feliciano.

También es importante educar a niños y jóvenes sobre la importancia de la vacuna y una sexualidad sana.

Papanicolau: ¿qué es?

El Papanicolau es un procedimiento para el que se usa un cepillo pequeño con el fin de extraer con cuidado células de la superficie del cuello uterino y el área que lo rodea. Las células se examinan al microscopio para determinar si hay cáncer de cuello uterino o cambios celulares que a veces conducen a este cáncer. 

En el caso del cáncer cervical, cuando se encuentra algo en etapas tempranas, el tratamiento es local mediante una colposcopia. Por otro lado, si envuelve otras áreas y capas de la cervix, se clasifica desde estadía 1 y 4, conocido como metastásico. En dependencia de ello se determina el tratamiento que es multidisciplinario.

¿Qué tratamientos existen?

“Este virus entra y provoca una tormenta dentro del tejido donde llegan células inflamatorias”, precisó la galena.

Los avances científicos y médicos han permitido establecer tratamientos individualizados. En este sentido, la inmunoterapia permite suprimir ese sistema que se ha descontrolado y evita mayor daño. “La primera indicación es como agente sencillo tratando de detener esta tormenta inmunológica y evitar año. Sabemos también que la combinación de estos agentes con la quimioterapia convencional es mucho más efectiva porque puede llevar a remisión total sin necesidad de cirugías”.

En estadíos tempranos la alternativa por elección es la cirugía realizada por los oncólogos ginecólogos. En caso de que la afección es intensa se combina la radioterapia con quimioterapia en bajas dosis para reducir la enfermedad y que, eventualmente, se pueda hacer la cirugía.

“Hay varios tipos de cirugía, mientras más temprano se encuentre el problema, más localizada va a ser la cirugía y, por ende, podrás mantener la capacidad de fertilidad. Actualmente no hay que extraer necesariamente la matriz completa y dejar área suficiente para poder concebir”.

Evaluación médica: ¿cada cuánto tiempo?

La evaluación, según indicó la doctora, Lourdes Feliciano, debe ser anual. No necesariamente con el Papanicolau, “la recomendación es que, si haces la prueba del Papanicolau con la prueba del VHP, puedes examinarte cada tres años”.

La Asociación Internacional de Ginecología, por otro lado, recomienda la realización del Papanicolau a partir de los 21 años con la prueba del virus cada 3 años, siempre y cuando sea negativo el resultado. “Si encontramos una lesión sospechosa o maligna, se debe hacer cada un año o dos años”.

También exaltó que los pacientes con ETS tienen una incidencia mayor que el resto de la población, sobre todo los pacientes con VIH que se encuentran inmunocomprometidos.

Finalmente, realizó un llamado a que visiten a los médicos, queremos que sea sincera con usted misma:

“Si tiene más de 21 años, se encuentra activa sexualmente, tenga o no factores de riesgo, busque a su profesional más cercano, algo cubierto por los seguros médicos y, a través del Centro de Investigación del Centro Comprensivo de Cáncer hay un programa para pacientes que no tienen su plan médico en donde se costea la prueba de Papanicolau. Salgamos a hacernos la prueba para disminuir las estadísticas, no queremos perder más mujeres a causa del cáncer de cervix”, finalizó.

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