Salud bucal en pacientes con mieloma múltiple
Cuando padeces de una enfermedad como el mieloma múltiple, pueden ocurrir ciertas afectaciones en el organismo que son de mucho cuidado. En este caso la salud bucal se puede ver afectada durante el tratamiento de esta enfermedad. Los fármacos que se utilizan en la quimioterapia pueden causar irritación bucal y en algunas ocasiones puede que el paciente note úlceras o llagas. Además, pueden resultar dolorosas o provocar una infección, esto generalmente ocasiona problemas al comer.
Durante el tratamiento se pueden notar cambios en el sentido del gusto, en el que algunos alimentos te pueden parecer dulces, salados o incluso metálicos, lo que puede ser especialmente frecuente después de un trasplante de células madre. Se debe tener en cuenta que el mejor hábito para evitar las irritaciones o úlceras es lavar bien los dientes de manera suave y regular e intentar lavar aquello que irrita la boca normalmente.
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¿Cuál es el cuidado que se debe tener?
El cuidado de la boca es muy importante, ya que se debe garantizar que la boca esté limpia, hidratada y libre de infecciones. Ahora bien, cuando se padece mieloma es de gran importancia prestar atención al cuidado de nuestra boca ya que puede estar propensa a irritaciones, inflamaciones, encías sangrantes y sequedad.
Cuando tienes mieloma, existe la posibilidad de que el sistema inmune esté debilitado, ocasionando riesgos muy altos de padecer infecciones frecuentes o recurrentes. Las infecciones más comunes son:
- Infección micótica (muguet o candidosis)
- Infección vírica por herpes simples.
Los medicamentos utilizados durante la quimioterapia pueden originar toda una serie de trastornos bucales, en especial las inflamaciones y ulceraciones del epitelio bucal (conocidas como mucositis).
Sintomatología
Se debe inspeccionar la boca a diario, para poder detectar cualquier cambio visible que se presente, se debe prestar mucha atención a las encías, la lengua y el epitelio de la boca.
Estos son los posibles síntomas que se pueden presentar:
- Sequedad inusual en la boca.
- Encías inflamadas o que sangran con facilidad.
- Llagas en la boca.
- Irritación o inflamación de la lengua, labios, encías o epitelio bucal.
- Sentido del gusto alterado o con sensación extraña en la boca.
- Pérdida de dientes o daños en los mismos.
- Placas blancas que cubren la lengua y el epitelio bucal.
- Dolor o entumecimiento de la mandíbula o la zona alrededor de la misma.
Tratamientos
Siempre es esencial acudir a un especialista tan pronto como puedas, al momento de percibir algún cambio en tu boca, ya que así será más fácil prescribir el tratamiento adecuado.
Entre los tratamientos podemos encontrar los siguientes: enjuagues bucales antibacterianos para reducir el riesgo de infecciones, enjuagues bucales anestésicos para aliviar el dolor, medicamentos antivirales para tratar o prevenir la aparición de herpes labial, pastillas, gotas o enjuagues antimicóticos para tratar y prevenir la aparición de muguet oral, sprays de saliva artificial para ayudar a aliviar la sequedad bucal y en ocasiones se puede recetar analgésicos en caso de mucosas agudas.
Para finalizar se deben tener medidas preventivas en las que se busque reducir el riesgo de alguna infección.
- Mantener la boca limpia lavándose los dientes al menos dos veces al día.
- Utilizar un cepillo de dientes suave y cepillar con suavidad alrededor de las encías.
- Mantener la boca fresca e hidratada e intentar beber al menos tres litros de líquidos al día.
- Evitar el uso de hilo dental a menos que el recuento de plaquetas sea normal.
- No fumar y beber alcohol.
- Revisar la boca a diario e informar al médico de cualquier cambio.
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