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María Cristy y su impacto en la atención oncológica desde la Sociedad Americana contra el Cáncer

En Puerto Rico, la lucha contra el cáncer ha sido marcada por la dedicación incansable de individuos cuya labor ha cambiado la vida de innumerables pacientes. Una de esas figuras clave es María Cristy, vicepresidenta de Servicios al Paciente, Control de Cáncer y Política Pública de la Sociedad Americana contra el Cáncer de Puerto Rico. Su historia es una de compromiso y perseverancia, desde su inicio como voluntaria hasta convertirse en una líder en el campo de la política pública y los servicios a los pacientes oncológicos.

María Cristy comenzó su labor como voluntaria hace diez años, tras el fallecimiento de su esposo en 2023. Este doloroso evento la motivó a involucrarse en la filial de Mayagüez, donde su esposo estaba recibiendo tratamiento en ese momento. Su dedicación la llevó a asumir la presidencia de la Junta de Directores, un rol en el cual dirigió la construcción del Complejo Oncológico de Puerto Rico, un espacio que se ha convertido en un pilar para los pacientes y sus familias. 

«Después, tuve la oportunidad de dedicarme más plenamente al campo de la política pública y servicios a los pacientes, sumando en total 23 años de compromiso», comenta Cristy, reflejando una vida dedicada a mejorar la calidad de vida de los pacientes oncológicos.

Los desafíos en la lucha contra el cáncer

El camino no ha sido fácil. Uno de los mayores desafíos a los que María Cristy se ha enfrentado es asegurar que los pacientes tengan acceso oportuno a sus tratamientos. «El mayor reto es asegurar que los pacientes tengan acceso oportuno a sus tratamientos. Mi pasión es superar las barreras que enfrentan a diario,» expresa. Además de lidiar con las barreras de acceso, otro reto significativo es la gestión de los fondos necesarios para financiar los proyectos gratuitos que ofrece la Sociedad Americana contra el Cáncer en Puerto Rico. «La Sociedad Americana contra el Cáncer depende principalmente de fondos corporativos, donaciones y eventos de recaudación masiva», explica Cristy.

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En Puerto Rico, la financiación gubernamental para estos proyectos es limitada. «La marcha y la gala son eventos más corporativos, y lo que recibimos del gobierno es muy limitado, alrededor del 7%. Contamos con un apoyo para la operación del Hope Lodge de $300,000 y un donativo legislativo que ronda los $100,000. Aparte de eso, todos los fondos provienen de donaciones privadas», añade. Esta dependencia de donaciones privadas y eventos de recaudación masiva pone de relieve la importancia del apoyo comunitario en la lucha contra el cáncer en la isla.

Hope Lodge: un refugio para los pacientes

El Hope Lodge es una de las piezas centrales en la labor de la Sociedad Americana contra el Cáncer en Puerto Rico. Este albergue, parte de una red de 35 centros en Estados Unidos, ofrece un lugar seguro y acogedor para los pacientes oncológicos y sus cuidadores durante el tiempo que necesiten.

«Desde su apertura, hemos cumplido 11 años y hemos donado más de 60,000 noches gratuitas a pacientes de cáncer y sus cuidadores,» relata Cristy, subrayando la importancia de este recurso en la vida de los pacientes que deben desplazarse para recibir tratamiento en el área metropolitana.

Sin embargo, el Hope Lodge ha enfrentado desafíos significativos, especialmente durante el huracán María y los terremotos que azotaron la isla. «Cuando llegó María, nos sorprendió sin preparación y muchos pacientes tuvieron que detener sus tratamientos. No había acceso a médicos, no había comunicación, y eso complicó la situación,» recuerda Cristy. El albergue se convirtió en un centro de operaciones crucial, no solo para el personal que trataba de ayudar a los pacientes a reconectar con sus médicos y tratamientos, sino también para los propios pacientes, muchos de los cuales venían de las Islas Vírgenes, cuyo centro de radioterapia fue destruido por el huracán Irma.

Lecciones aprendidas y preparativos para el futuro

La experiencia del huracán María y otros desastres naturales han sido un duro recordatorio de la importancia de estar preparados. «Hemos aprendido mucho de todos esos retos, pero el Hope Lodge siempre estuvo abierto, ofreciendo ayuda a quienes la necesitaban”, afirma Cristy. Hoy en día, el albergue está mejor preparado, con generadores operativos y un personal capacitado para continuar su labor incluso en las condiciones más adversas.

La pandemia de COVID-19 también presentó desafíos únicos, pero el Hope Lodge no cerró sus puertas. «Durante la pandemia, aunque todos se fueron a sus casas, nuestra operación continuó porque entendíamos que los pacientes necesitaban seguir recibiendo tratamiento”, dice Cristy, destacando la importancia de la telemedicina en la continuidad de los servicios.

Tendencias alarmantes y la necesidad de cambio

A pesar de los avances, Cristy señala una tendencia alarmante: «Estamos observando un fenómeno preocupante: la mortalidad y la incidencia de cáncer están disminuyendo en personas de 60 años o más, pero están aumentando en la población joven de 45 a 50 años”. Este aumento en los casos de cáncer entre los jóvenes está vinculado principalmente a factores de estilo de vida, como el sedentarismo y la dieta. La situación es preocupante, y Cristy enfatiza la importancia de que los jóvenes estén atentos a los síntomas de cáncer y busquen atención médica de manera oportuna.

Política pública: una lucha continua

La lucha de María Cristy no se limita a los pacientes individuales; también abarca el campo de la política pública, donde ha trabajado incansablemente para eliminar las barreras que enfrentan los pacientes para acceder a sus tratamientos. «Desde la implementación de la Ley 275 en 2012, que establece el derecho a la atención médica, hemos visto surgir otras leyes, como la Ley 79, que asegura que el criterio médico no puede ser alterado por las aseguradoras,» explica Cristy.

Actualmente, la ley S1399, que fortalece los poderes de la Oficina del Procurador del Paciente, está pendiente de firma por el gobernador. Esta ley propone multas de hasta $5,000 para aseguradoras y proveedores que no cumplan con los derechos de los pacientes, asegurando que el criterio médico tenga prioridad.

El futuro de la lucha Contra el Cáncer en Puerto Rico

A lo largo de su carrera, María Cristy ha visto avances significativos, pero su trabajo está lejos de haber terminado. «Es crucial que el gobierno incluya en su plan de trabajo las necesidades de esta población», insiste. Su deseo es mejorar la calidad de vida de los pacientes y sus familias, y continúa trabajando incansablemente para asegurar que los pacientes de cáncer en Puerto Rico reciban la atención y el apoyo que necesitan.

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