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La vida tras superar el cáncer de próstata

Por: Rosmery Cernadas

Nuestro querido Silverio Pérez también, hace algunos años enfrentó el diagnóstico y tratamiento de cáncer de próstata. Esta experiencia, aunque desafiante, le permitió descubrir profundas lecciones sobre la vida. A través de una serie de preguntas y respuestas, nos comparte una visión realista, pero también esperanzadora sobre lo que implica enfrentar y superar una enfermedad tan temida. 

La recuperación de Silverio no solo abarca un viaje físico, sino también un profundo proceso emocional lleno de aprendizajes y revelaciones. Aquí compartimos cómo ha navegado este camino, con la esperanza de que su historia pueda brindar apoyo e inspiración a quienes enfrentan desafíos similares en la vida.

¿Cuáles son las dimensiones principales de la recuperación después de un diagnóstico de cáncer de próstata?

La recuperación después de un diagnóstico y tratamiento de cáncer de próstata tiene dos dimensiones: una física y otra emocional. Posiblemente, la segunda sea más importante que la primera. 

¿Cómo afecta emocionalmente un diagnóstico de cáncer de próstata?

Gracias a los avances científicos, un cáncer de próstata diagnosticado y tratado a tiempo puede ser algo bastante rutinario y sencillo. Sin embargo, la palabra «cáncer» nos asusta a muchos, y pese a los progresos de la ciencia, sigue generando temor. 

La recuperación emocional tras un diagnóstico y tratamiento de este tipo toma tiempo, ya que uno necesita hacer las paces con la realidad de su vulnerabilidad. Aunque estas situaciones pueden ocurrirnos, vivimos en una época en la que la ciencia nos brinda mucha esperanza: un problema detectado a tiempo tiene remedio.

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¿Qué enseñanzas puede aportar enfrentar un diagnóstico y tratamiento de cáncer?

Uno de los beneficios más importantes de enfrentar un diagnóstico y tratamiento de cáncer es aprender a apreciar más la vida. A menudo damos por sentado que la vida está garantizada, pero cuando recibimos un diagnóstico de cáncer, nuestros prejuicios sobre la enfermedad nos hacen pensar que nuestra vida podría terminar. En ese momento, comenzamos a valorar cada instante de la vida.

Lo más importante que uno puede aprender de un proceso como este es apreciar la vida día a día, momento a momento, viviendo en el presente. La vida es un regalo y cada vez que despertamos y somos conscientes de que tenemos un día más, deberíamos vivir en agradecimiento. Esta es una de las grandes enseñanzas que aprendí de ese proceso.

Este diagnóstico y tratamiento me enseñaron a priorizar la salud en mi vida, distanciándome de alimentos, rutinas o formas de ver la vida que pueden hacerme más vulnerable a enfermedades como el cáncer. Además, después de lo que viví, pude apreciar más el cariño de mi familia, la solidaridad de los amigos y, sobre todo, la sabiduría de los médicos que estuvieron a cargo de mi tratamiento y eventual recuperación.

¿Qué rol jugaron tus seres queridos durante tu recuperación?

Es interesante, porque uno de los amigos que hice durante este proceso fue mi urólogo, el doctor Pablo Ortiz Cerezo. No solo fue mi médico, sino también una persona que me brindó apoyo y confianza, ayudándome a sobrellevar todo el proceso. 

Obviamente, mi esposa Jessica estuvo ahí al 100%, apoyándome y recordándome que lo más importante era mi salud, más allá de cualquier otra preocupación. También conté con el apoyo incondicional de mis hijos, mis padres y mi hermano. En momentos como este, uno realmente aprecia tener un grupo de apoyo que te ayude a enfrentar la experiencia.

Una de las primeras cosas que hice al recibir el diagnóstico de cáncer fue compartirlo con los demás. Tengo la bendición de escribir columnas semanales para un periódico de gran circulación en Puerto Rico, y pude compartir mi experiencia con la gente. Estoy convencido de que al compartirlo, pude haber salvado la vida a muchas personas. 

Los médicos que me atendieron me informaron que, después de publicar mi columna, el número de hombres que acudieron a su consultorio aumentó dramáticamente. Esto resalta la importancia de abrirse y compartir nuestras experiencias, pues puede tener un impacto significativo en la vida de otros.

Existen muchas opciones de tratamiento para el cáncer de próstata, y compartir mi experiencia ayudó a que la gente entendiera la importancia de realizar visitas frecuentes al médico, especialmente si tienen entre 40 y 45 años. Mantener una vida saludable, tanto en términos de alimentación como de ejercicio, contribuye a enfrentar con éxito el diagnóstico y tratamiento del cáncer de próstata.

¿Qué consejo principal darías a alguien que enfrenta un diagnóstico de cáncer?

Creo que es fundamental desarrollar un aprecio por la vida en el día a día, en cada instante. Cada cosa que sucede no vuelve atrás, así que uno debe enfocarse en el momento presente. Si llegara, como me llegó a mí, un diagnóstico de cáncer de próstata, haber aprendido a apreciar la vida es invaluable. Cuando digo apreciar la vida, me refiero a valorar a las personas que tienes a tu lado, las bendiciones que tienes, lo que has sido y lo que has logrado. Este positivismo generado por la gratitud puede contribuir significativamente a tu sanación. No hay lugar a dudas sobre eso.

Ha sido comprobado científicamente que mantener una actitud positiva ayuda a tu sistema cuerpo-mente-emociones-espíritu a facilitar la sanación. Mi consejo principal es vivir la vida intensamente. Si se presenta un diagnóstico de cáncer, sepan que es parte de la vida y que, si se detecta a tiempo, puede ser tratable. Toma el control de tu salud con determinación y esperanza.

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