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Formas de diagnóstico de la mielodisplasia

La mielodisplasia (MDS) se refiere a un grupo de trastornos relacionados con la incapacidad del cuerpo de producir suficientes células sanguíneas normales. Estas células son producidas por la médula ósea, el material esponjoso que está dentro de los huesos.

La MDS puede reducir la producción de cualquier tipo de células sanguíneas, y a veces de todas:

  • Glóbulos rojos, que transportan oxígeno a los tejidos del cuerpo
  • Glóbulos blancos, que ayudan a proteger contra infecciones y a combatirlas cuando ocurren
  • Plaquetas, que ayudan a la sangre a coagular

¿Cómo identificar si se trata de mielodisplasia?

Si tu médico sospecha que tienes síndrome mielodisplásico, es posible que te realice un examen físico y pida antecedentes médicos y pruebas.

Las pruebas podrían ser:

Los MDS son enfermedades complejas, cuyo diagnóstico plantea muchas dificultades. Existen varias herramientas que permiten diagnosticar exactamente el tipo de MDS que se padece.

Historia clínica

Para conocer las causas de los síntomas y de los recuentos sanguíneos bajos, el médico recopilará una historia clínica detallada, haciendo a los pacientes preguntas de
así:

  • ¿Qué síntomas tiene?
  • ¿Se siente cansado?
  • ¿Ha tenido algún episodio de sangrado?
  • ¿Ha tenido fiebre o infecciones recientemente?
  • En el pasado, ¿se ha sometido a alguna ¿quimioterapia/radioterapia o tratamientos contra el cáncer?
  • ¿Ha estado expuesto a productos químicos peligrosos como el benceno, que podría causar un SMD?
  • ¿Fuma actualmente o ha fumado en el pasado?

Un historial médico detallado ayuda al médico a realizar un diagnóstico correcto.

Realización de pruebas de laboratorio

Para realizar un diagnóstico correcto de la enfermedad y descubrir la causa de los síntomas, el médico prescribirá al paciente varias pruebas de sangre y de médula ósea. Las muestras tomadas se someterán a diversos tipos de análisis.

Análisis de sangre

Tu médico puede solicitarte un análisis de sangre para determinar la cantidad de glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas, en busca de cambios inusuales en el tamaño, la forma y la apariencia de las células sanguíneas.

Los análisis de sangre ayudan al médico a identificar el tipo de MDS que se padece. Una prueba importante es el recuento sanguíneo completo (CBC), que mide el número de cada tipo de célula sanguínea presente en la muestra de sangre.

Si el hemograma muestra un nivel bajo de glóbulos rojos, blancos o plaquetas, el médico realizará un examen microscópico de las células, que se denomina frotis sanguíneo y permite detectar las células sanguíneas anormales.

El médico pedirá al paciente que se someta a un hemograma regular y quizás a otros análisis de sangre, lo que permitirá determinar el nivel de los recuentos sanguíneos y las posibles variaciones entre los distintos hemogramas realizados. En caso de anomalías o variaciones en los recuentos sanguíneos, el médico intentará descubrir la causa.

Extracción de médula ósea para análisis

Durante la aspiración y la biopsia de médula ósea, se usa una aguja delgada para extraer (aspirar) una pequeña cantidad de médula ósea líquida, generalmente de un punto en la parte posterior del hueso de la cadera. Luego, se extrae una pequeña porción de hueso con médula (biopsia).

Se envían muestras de sangre y médula ósea al laboratorio para su análisis. Las pruebas especializadas pueden determinar las características específicas de las células que serán útiles para determinar el tipo de síndrome mielodisplásico que padeces, el pronóstico y las opciones de tratamiento.

Los análisis de médula ósea se realizan por diferentes motivos. En la mayoría de los casos, estas pruebas se prescriben para confirmar un diagnóstico de MDS. El médico también puede decidir repetir el examen de la médula ósea de vez en cuando para controlar la evolución de la enfermedad en un intento de
descubrir cualquier empeoramiento o mejora entre los exámenes.

El examen de la médula ósea permite averiguar:

  • El tipo y número exactos de células producidas por la médula ósea
  • Los niveles de blastos (células sanguíneas inmaduras) presentes en la médula ósea.
  • La presencia de cromosomas (ADN) dañados en las células de la médula ósea, es decir, anomalías citogenéticas. Algunas anomalías cromosómicas están relacionadas con subtipos específicos de MDS.

Fuentes: Mayo Clinic, American Cancer Society y St. Jude Children´s Research Hospital y Mayo Clinic

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