El inspirador testimonio de Elizabeth: así le ganó la batalla al cáncer de seno
Si creías que ser diagnosticado con cáncer es sinónimo de muerte, BeHealth te trae el emotivo testimonio de Elizabeth Quiñonez Burgos, quien fue diagnosticada con un raro cáncer de piel en uno de sus senos, el cual fue extraído quirúrgicamente, se enfrentó a quimioterapias y radioterapias en 2011 y hoy está viva para contarlo y reivindicar a quienes se enfrentan a una noticia similar.
Así fue el diagnóstico
Elizabeth aseguró que todo comenzó cuando se hizo un autoexamen (método más efectivo para encontrar anomalías en los senos) y sintió un bulto, ahí decidió ir al médico.
“Fui donde mi doctora Alexandra Capellan y le dije lo que estaba sintiendo. Me mandó hacer la mamografía y después una mamosonografía. Ahí vimos el resultado y luego me mandó al cirujano para que me hiciera una biopsia, él me dijo que si es algo pequeño me lo quitaba y cuando me hice la biopsia él encontró que tenía un tumor de siete centímetros y luego de semana y media el resultado es positivo a cáncer”, contó.
Antes del diagnóstico, cuenta Elizabeth, ella ya se hacía una idea de que sería diagnosticada con cáncer pues 1. era enfermera y 2. sentía nódulos inflamados en el brazo derecho. Además, la paciente agregó que una de sus 7 hermanas había fallecido a causa de esa condición y su cirujano tratante era él mismo que la atendió, lo que le transmitió seguridad.
“Dame los papeles para hacer los trámites”, le dijo Elizabeth al doctor y comenzar con el papeleo de la cirugía: “Eso fue un jueves por la tarde y el miércoles de la otra semana ya estaba en sala de operación y me removieron el seno completo”, contó.
Cómo lo tomó la familia
Que un familiar sea diagnosticado con cáncer no es nada fácil y eso vivieron las hermanas, hijos y esposo de Elizabeth.
“El que no lo tomó muy bien fue mi esposo, cayó en una depresión porque no hablaba. Yo le dije y se mantuvo callado todo el tiempo. Mis hermanas tampoco, no lo superaron, para ellas fue bien fuerte. Muchas personas asocian el cáncer de seno con la muerte, pues yo no, es una condición que tiene tratamiento y yo voy a salir de esto. Mi familia no lo pudo asimilar bien, pero yo soy cristiana y la fe ayuda mucho y la esperanza. Y yo les decía: ‘no se preocupen que esto va a salir, esto va a pasar rápido’”, añadió la paciente.
En ese aparte de la entrevista, Elisabeth mencionó que el doctor le explicó que lo que ella padecía no era cáncer de seno, sino uno de piel: “El médico me dijo que era raro que un tipo de cáncer de piel se me alojara en el seno”, dijo.
Aunque la noticia no fue fácil, Elizabeth dice que estuvo tranquila y mantuvo “paz interior y pensando en los demás, no tanto en mí, sino en los demás porque ellos estaban bien alterados, estaban bien tristes. Mi hermana se encerró a llorar, ella no me pudo llamar porque pensaba que me iba a morir. Después de la cirugía la llamé y hablé con ella y le dije que estaba bien, que me sentía mejor y ella tuvo un poquito de paz”, dijo Elizabeth.
Seno para investigación
Por otro lado, los estudiantes de medicina de la Ponce Health Sciences University le pidieron a Elizabeth que les permitiera investigar su seno, una vez fuera extraído, para analizar ese raro cáncer de piel. Ella accedió y decidieron llevarlo a Texas y allí analizarlo.
“Durante la cirugía, me cogieron 36 grapas y en la recuperación me cuidé mucho en no hacer fuerza. Después de la cirugía estuve hospitalizada un promedio de 4 días porque el doctor no quería que se me pegara una infección”, explicó.
Tratamiento
La mujer se enfrentó a varias quimioterapias y radioterapias para que la cirugía continuara siendo todo un éxito: “El cirujano me dijo ‘no te voy a empezar el proceso de la quimioterapia rápido, te voy a dar un tiempo para que te recuperes bien’. En ese período una amiga me dio medicamentos naturales para reforzar el sistema inmunológico para que cuando me tocara la quimioterapia estar bien reforzada. Entonces empecé mi quimio en el mes de octubre”, mencionó.
Más adelante, Elizabeth inició con las quimio, le dieron nauseas, pero no vomitaba gracias a que se alimentaba correctamente. Además, se aferró a su buen “estado de ánimo: Yo soy bien positiva. Y me la paso riéndome. Esa es mi forma de ser. Y esto me ayudó bastante”, comentó.
Igualmente, dijo que le ayudó su fe y el apoyo de sus amigos, familiares y excompañeros de universidad, con quienes se reúne constantemente para recordar viejas vivencias. Finalmente, exhortó a quienes sufren condiciones oncológicas a salir adelante.
“Les recomiendo, primeramente, que se agarren de Dios y su fe y esperanza se mantenga viva. Dios es todo, él es el que nos sostiene. Dios pone personas al lado que te ayudan. Además, deben seguir el tratamiento, que se alimenten bien, que no permitan que su estado de ánimo decaiga. Nos tenemos que levantar, no podemos quedarnos en los suelos y más ahora que hay tanto tratamiento”, recomendó Elizabeth en diálogo con BeHealth.