El embarazo que salvó la vida de Eileen: Un testimonio de lucha contra el cáncer
Desde BeHealth entrevistamos a Eileen Vélez Vega, secretaria del Departamento de Transportación y Obras Públicas, pero también es sobreviviente de linfoma, un tipo de cáncer sanguíneo que ataca los nódulos linfáticos.
Compartió que el primer signo que notó fue una pequeña protuberancia e inflamación en la zona de su cuello sumado a tos seca “debido a que los nódulos también estaban oprimiendo mis pulmones”.
No pensó en un primer momento que se tratase de cáncer, a pesar del cansancio, el sarpullido en su cuerpo y el dolor en su costilla izquierda producto del agrandamiento de su bazo.
“No conecté los síntomas al cáncer porque en aquel momento yo estaba embarazada”, contó Eileen a BeHealth.
Con apenas veintinueve años con un estilo de vida donde ella realizaba ejercicio, no fumaba y mantenía hábitos saludables, fue diagnosticada con linfoma tras la realización de una biopsia.
“Fue una noticia bien fuerte para mí, para mi familia y mi esposo. Llevábamos cinco años de casados y era nuestra primera bebé”, confesó la entrevistada.
Para su tratamiento, teniendo en cuenta que estaba en la mitad de su embarazo, iniciaron con una quimioterapia leve “para ayudar con la tos que no me dejaba respirar muy bien”.
Sin embargo, los resultados no fueron los esperados, por lo cual reiniciaron con una quimioterapia normal con ya siete meses de embarazo.
“Mi salud se deterioró bastante rápido, el cáncer empezó a avanzar y me dieron quimioterapia mientras estaba embarazada. Tuve tres quimioterapias que eran cada dos semanas”.
Así, en diciembre del 2010 le hicieron a Eileen una cesárea para que la bebé ya no siguiera recibiendo la quimioterapia. Afortunadamente, su hija Ana Isabel nació saludable y ya cumplió sus doce años de edad.
“Ella es mi milagro de vida, nunca hubiese sabido que tenía ese cáncer si no fuera por el embarazo. El embarazo aceleró los síntomas que yo tenía”, compartió Eileen.
Sin embargo, tras un año del nacimiento de su hija, a Eileen le realizaron un examen de rutina donde se descubrió que el cáncer había regresado.
“Los doctores siempre me dijeron que yo iba a estar bien y que la nena iba a estar bien, pero en ese punto se asustaron porque la recaída había sido muy rápida”.
Eileen tuvo que someterse nuevamente a quimioterapia y recibir un trasplante de células madres y ya cumplió diez años en remisión.
“Toda esa experiencia me enseñó a priorizar la vida, la salud de la familia, de mi esposo y mi mamá. Aprendí el valor de las cosas desde una perspectiva distinta. Me siento bendecida y feliz de que estoy aquí”, finalizó.