El ABC del cáncer cutáneo

Los melanomas de la piel se desarrollan a partir de los melanocitos, células de la epidermis que producen melanina, un pigmento que da el color a la piel. Como estas células también se encuentran en el ojo, también hay melanomas oculares. Los carcinomas, por otro lado, se desarrollan a partir de otro tipo de células: los queratinocitos.

No melanoma: carcinomas

El término «carcinoma» se refiere a los tumores malignos de origen epitelial (el epitelio es la estructura histológica que conforma la piel y algunas membranas mucosas).

El carcinoma es el tipo de cáncer más comúnmente diagnosticado en los caucásicos. Se habla relativamente poco de ello porque raramente conduce a la muerte. También es difícil identificar los casos.

El carcinoma de células basales y el carcinoma de células escamosas son las dos formas más comunes de no melanoma. Suelen ocurrir en personas mayores de 50 años.

El carcinoma de células basales por sí solo representa alrededor del 90% de los cánceres de piel. Se forma en la capa más profunda de la epidermis.

La malignidad del carcinoma basocelular es esencialmente local (casi nunca provoca metástasis, tumores secundarios que se forman a distancia del tumor original, después de que las células cancerosas se hayan disociado de él), lo que lo hace muy raramente mortal, sin embargo su diagnóstico demasiado tardío, sobre todo en las zonas periorificiales (ojos, nariz, boca…) puede ser mutilador, causando grandes pérdidas de sustancia en la piel.

El carcinoma de células escamosas o epidérmico es un carcinoma desarrollado a expensas de la epidermis, que reproduce la apariencia de las células queratinizadas. En Francia, los carcinomas de células escamosas son el segundo tipo más común de cáncer de piel y representan alrededor del 20% de todos los carcinomas. Los carcinomas de células escamosas pueden hacer metástasis, pero esto es bastante raro y sólo el 1% de los pacientes con carcinoma de células escamosas mueren de su cáncer.

Hay otros tipos de carcinomas (anexiales, metatípicos…) pero son bastante excepcionales.

Melanomas

Los tumores malignos que se forman en los melanocitos, las células que producen melanina (un pigmento) y que se encuentran en la piel y los ojos, se llaman melanomas. Suelen aparecer como una mancha negruzca.
Los melanomas pueden ocurrir a cualquier edad.

Se encuentran entre los cánceres que pueden progresar rápidamente y causar metástasis. Son responsables del 75% de las muertes causadas por el cáncer de piel. Afortunadamente, si se descubren pronto, pueden ser tratados con éxito.

Causas

La exposición a los rayos ultravioletas del sol es la principal causa de cáncer de piel.

También intervienen fuentes artificiales de radiación ultravioleta (lámparas solares en los salones de bronceado). Las partes del cuerpo que comúnmente se exponen al sol son las que corren mayor riesgo (cara, cuello, manos, brazos). Sin embargo, el cáncer de piel puede desarrollarse en cualquier lugar.

En menor medida, el contacto prolongado de la piel con sustancias químicas, especialmente en el lugar de trabajo, puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de piel.

Diagnóstico

En primer lugar, un examen clínico permite al médico saber si la lesión tiene probabilidades de ser cancerosa o no.

Dermoscopia: es un examen con una especie de lupa llamado dermoscopio, que permite ver la estructura de las lesiones de la piel y afinar el diagnóstico.

Biopsia. Si el médico sospecha de cáncer, toma una muestra de piel del lugar donde se sospecha que hay cáncer para analizarla en el laboratorio. Esto le dirá al médico si el tejido es canceroso y le dará una idea de cómo está progresando la enfermedad.

Otras pruebas. Si la biopsia revela que la persona tiene cáncer, el médico ordenará otras pruebas para evaluar más a fondo la etapa de la progresión de la enfermedad. Las pruebas pueden decir si el cáncer todavía está localmente confinado o si ha empezado a extenderse fuera del tejido de la piel.