facebook_image

¿Cuáles son las lesiones óseas que se presentan en el mieloma múltiple?

En la enfermedad de mieloma múltiple podemos evidenciar cómo las lesiones óseas son tan recurrentes en los pacientes, causando dolores incomprensibles y muchas molestias. Los huesos que se ven afectados habitualmente son aquellos donde la médula ósea es activa en los adultos, en ellas encontramos:

  • Columna vertebral
  • Huesos del cráneo 
  • Huesos de la pelvis
  • Las costillas
  • Áreas de alrededor de los hombros y caderas.

En muy raras ocasiones se afectan las zonas distales de las extremidades (las regiones más bajas de brazos, piernas, manos y pies). Además, la pérdida de grosor que se presenta en las vértebras también puede ocasionar fracturas, ya que cuando las vértebras sufren la fractura, tienden a comprimirse y aplastarse; a esto se le denomina cómo fractura por compresión, en ellas estas tienen como resultado una pérdida de altura, una mayor curvatura de la columna y dolor.

También puedes leer: Pronóstico del mieloma múltiple: entendiendo la trayectoria

Ocasionalmente los pacientes desarrollan una lesión llamada plasmacitoma óseo solitario, este es un tumor formado por células plasmáticas mielomatosas sin infiltrar la médula ósea. Esta es una afección que se puede curar de una forma eficaz mediante la radioterapia, aunque un porcentaje pequeño puede desarrollar un mieloma más tarde. En pocos casos se produce un aumento en la formación de hueso alrededor de las células del mieloma recibiendo el nombre de mieloma osteosclerótico.

Problemas en el hueso

En muchos tumores, tanto hematológicos como oncológicos, son frecuentes las metástasis óseas. Por una parte, se puede explicar por la irrigación propia de los huesos, especialmente en la médula ósea, donde resulta fácil que las células queden retenidas. Además, en los huesos habitan muchísimos tipos celulares diferentes y son un medio rico en factores de crecimiento, citoquinas, etc.

¿Cómo tratar las lesiones óseas?

En primer lugar se debe aliviar el dolor con analgesia, este es el primer objetivo, pero se debe valorar cada caso y ver las afectaciones y niveles de dolor del paciente. Primero se intentará tener control eficaz mediante analgésicos por vía oral; sino mediante antiinflamatorios no esteroideos con mucha precaución intentando evitar el fallo renal, y si no, se puede recurrir a diferentes tipos de opioides.

Los bifosfonatos son normalmente otra de las terapias de elección para reducir las lesiones óseas en los pacientes de mieloma múltiple. Este es un grupo de medicamentos utilizados para la prevención y tratamiento de las enfermedades en las que los osteoclastos eliminan el tejido óseo.

La radioterapia también puede ser un método efectivo y rápido para aliviar el dolor en las lesiones localizadas en casos graves. Y en estos, podría tener que recurrirse también a una intervención quirúrgica para fortalecer las zonas fracturadas o en riesgo de serlo, para tratar la presión de los nervios en la médula espinal y las fracturas vertebrales.

En algunos casos existen cirugías que pueden mitigar el dolor de forma considerable. Este es el caso de las vertebroplastias, se trata de inyectar una pequeña cantidad de un material acrílico, un tipo de cemento óseo en el interior de la vértebra y así poder devolverle su resistencia.

Lee: Salud bucal en pacientes con mieloma múltiple

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba