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¿Cómo apoyar a un ser querido con cáncer?

«¿Cómo hablo con él? ¿Cuáles son las palabras que hay que evitar? ¿Cómo podemos apoyarlo y ayudarlo? «son preguntas que la familia y los amigos suelen plantearse.

El anuncio del cáncer se siente a menudo como un choque para la persona afectada, pero también para el círculo familiar, que a menudo se siente impotente.

Las familias y los seres queridos a veces no saben qué actitud adoptar y a veces se sienten abrumados por la duda y la incertidumbre.

Cada persona es diferente, y vive esta prueba a su manera, sin embargo hay cosas que puede hacer para acompañar a tu ser querido enfermo.

Conoce la enfermedad y los tratamientos

Para empezar, es importante conocer lo básico sobre la enfermedad y los tratamientos a los que se enfrentará tu ser querido: el nombre de la enfermedad y los tratamientos, los efectos secundarios, el impacto que puede tener en su vida diaria (a nivel físico y psicológico).

Conociendo esta información, podrás apoyarlo mejor en su cuidado.

Sé comprensivo

Tu ser querido necesitará sentir que tus reacciones, preguntas y miedos son legítimos. El reflejo suele ser tranquilizarlo diciendo «No te preocupes, eres fuerte, es tratable…», sin embargo, estas frases no le ayudarán a cambiar su estado de ánimo, al contrario, tendrá la impresión de que sus sentimientos no son legítimos y que debe reaccionar de forma diferente.

Ofrécele un oído comprensivo y sin prejuicios

Antes, durante y después de los tratamientos (o una operación) tu ser querido tendrá que ser escuchado, sin ser juzgado. Sé que esto no siempre es obvio, ya que puedes sentir que necesitas encontrar las palabras correctas o dar a tu ser querido un buen consejo, sin embargo la mayoría de las veces tu ser querido no está esperando un consejo, solo necesita expresar cómo se siente.

Además, es importante que sienta que lo estás escuchando con verdadero interés. Puedes decirle que escuchas su tristeza y que su preocupación es comprensible, o a veces puedes no decir nada y simplemente escucharle.

Observa su comportamiento

Estando atento y observándolo, también se pueden obtener muchas pistas sobre su estado físico y psicológico. Por ejemplo, cuando tu ser querido está cansado, puede que necesite estar tranquilo, puede estar más irritable, o le gustaría que estuvieras presente a su lado… Verás que observando sus hábitos de comportamiento, podrás proporcionarle una ayuda más apropiada.

Estar presente

Tu ser querido te necesitará, y especialmente tu presencia. En realidad, necesitan saber que están rodeados y sentir que pueden contar contigo. Por ejemplo, acompañarle a las citas médicas o acudir a las sesiones de tratamiento (con su consentimiento) es una forma de decir «Estoy aquí, no estás solo».

No dudes en decírselo y recuérdale regularmente que estás pensando en él (ella), un pequeño mensaje (email o sms) es siempre un placer. Por ejemplo, puedes decirle: «Sé que es tu primera sesión de tratamiento hoy, estoy pensando mucho en ti».

Proponer iniciativas

La mayoría de las veces no es obvio para el enfermo lo que quiere hacer, así que no dudes en sugerirle actividades que le ayuden a cambiar sus ideas y evitar que la enfermedad se apodere de su vida (caminar, ver a los amigos o hacer una actividad suave para no cansarlo demasiado).

Considerar la enfermedad, sin considerar a la persona como alguien «enfermo»

Puede parecer paradójico, sin embargo, muchos pacientes míos han expresado este deseo: necesitan que sus seres queridos tengan en cuenta su estado físico y psicológico (fatiga, estado emocional, miedos) sin «tratarlos como un paciente».

No quieren ser compadecidos, y necesitan sentir que la forma en que los miras no ha cambiado. La idea es considerar el impacto de la enfermedad o el tratamiento, y hacerles sentir que son ante todo su «cónyuge», hijo, padre o amigo y no un paciente.

Evita ciertas palabras

Cuando saaludes, en lugar de preguntar «¿Cómo estás?» deberías preguntar «¿Cómo te sientes?». Esto será más apropiado y le hará saber que te preocupas por su condición.

También es importante evitar las comparaciones hablando de alguien que ha tenido los mismos tratamientos o la misma enfermedad (aunque solo) sea para tranquilizarse. Cada persona es única y reacciona de manera diferente a los tratamientos (y a las noticias de la enfermedad). La comparación suele hacer que la persona se sienta incómoda y juzgue (o que se juzgue a sí misma).

Cuídate a ti mismo

Si no te cuidas, será difícil cuidar de tu ser querido enfermo. Necesitará tu ayuda durante el tratamiento, pero también después (y de nuevo después).

Para cuidar a alguien con cáncer, primero debes cuidarte a ti mismo. Esto no es ser egoísta, o aquí lo llamaríamos egoísmo positivo. Es importante tener energía para ti mismo, de lo contrario será difícil que la entregues.

A veces puedes sentirte abrumado o impotente, esto es normal, pero también es una señal de que necesitas ir más despacio y tomarte un tiempo para ti mismo. Permítete hacer actividades que te relajen y te rejuvenezcan.

No descuides tu salud física y psicológica. Es importante y esencial para ti y para tu ser querido enfermo.

Esta situación pone una enorme tensión en su energía y también puede generar estrés. No dudes en consultar a un psicólogo que pueda escuchar tus preocupaciones y preguntas y que también pueda ofrecerte una ayuda efectiva ante las dificultades que te encuentres.

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