¿Qué alimentos no debes consumir durante el tratamiento de leucemia y linfoma?

La leucemia es un tipo de cáncer que se origina en la sangre y la médula ósea. Se da cuando la médula ósea produce glóbulos blancos anormales; en este caso, estas células no combaten infecciones como lo hacen los glóbulos blancos sanos. Además, es un tipo de cáncer que puede propagarse a otras áreas como los ganglios linfáticos, el bazo y el hígado.
Ahora bien, el linfoma es otro tipo de cáncer en la sangre que afecta a las células llamadas linfocitos. Se origina en el sistema linfático, una parte vital del sistema inmunitario que ayuda a proteger al cuerpo de enfermedades e infecciones.
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En cualquier tipo de cáncer, los tratamientos médicos como la quimioterapia, radioterapia, entre otros, requieren que las personas realicen cambios en su estilo de vida especialmente, su dieta. Siendo un pilar fundamental para el éxito de los tratamientos, así como también lo son los medicamentos.
¿Cuáles son?
Consumir los alimentos adecuados y los medicamentos sugeridos por su médico ayudará a fortalecer su sistema inmunitario. Por tanto, es importante saber qué alimentos y medicamentos se deben evitar durante el tratamiento para la leucemia el linfoma.
En la leucemia y el linfoma sus tratamientos pueden debilitar el sistema inmunitario, lo que puede provocar que los pacientes aumenten la vulnerabilidad a infecciones y complicaciones. El consumo de alimentos inadecuados puede provocar infecciones, fatiga y una respuesta deficiente al tratamiento.
Los alimentos que se deben evitar durante un tratamiento son:
- Carnes y mariscos crudos o poco cocidos: este tipo de alimentos aumenta el riesgo infecciones de bacterias como salmonella o listeria. Entre ellos encontramos el sushi, filetes poco cocidos, ostras o almejas crudas y carne de ave o de cerdo poco cocida.
- Productos lácteos no pasteurizados: la leche y quesos no pasteurizados pueden contener bacterias como E.coli, listeria y salmonella. Evitar tomar leche cruda, brie, camembert o queso azul elaborado con leche cruda, yogur o kéfir.
- Alimentos procesados: estos alimentos contienen conservantes, aditivos artificiales y alto contenido en sodio, lo que puede debilitar la inmunidad y promover la inflamación.
- Alimentos y bebidas azucaradas: promueve la inflamación y puede alimentar bacterias o hongos dañinos para el organismo. Además contribuye al aumento de peso y fatiga.
- Productos altos en grasa y fritos: pueden provocar problemas digestivos como hinchazón, náuseas y reflujo ácido, siendo estos efectos secundarios comunes del tratamiento.
- Bebidas energéticas o cafeína: su exceso puede causar deshidratación, ansiedad y trastornos del sueño, lo que es perjudicial durante el tratamiento.
Es importante consultar con su médico sobre estas medidas de alimentación para hacer que su tratamiento sea más eficaz.
Medicamentos no recomendados
Jessica López Santiago, enfermera oncóloga, explicó para BeHealth cómo la afectación de ciertos medicamentos pueden interferir en el tratamiento de los pacientes con leucemia y linfoma.
“Los medicamentos que se deben evitar son todos aquellos que son antiinflamatorios no esteroides y más aún si el paciente tiene un recuento de plaquetas bajas, es lo principal que se debe tener en cuenta”, expresó.
Además, comentó que, los suplementos vitamínicos que no están aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) se deben evitar, así como también productos a base de hierbas. Estos pueden interferir en el tratamiento que se está siguiendo.
“En este caso, estos productos pueden potenciar al medicamento. Pueden aparecer efectos secundarios no deseados, o quienes ya los tienen, se pueden aumentar”, añadió.
Cuando se refiere a pacientes con plaquetas bajas, comúnmente quienes padecen de leucemia o linfoma, se puede agravar un problema de sangrado debido al consumo de medicamentos o productos no recomendados por su médico.
“Estas recomendaciones son en general para todos los pacientes oncológicos, pero nos enfocamos más en los pacientes con leucemia y linfoma porque su sistema inmunológico se ve más comprometido. Es importante no automedicarse”, concluyó.
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