Descripción del cáncer de cerebro: tipos y síntomas
Quizá no lo sabías, pero el cáncer cerebral se manifiesta mediante tumores y masas en la zona craneal, que podría ocasionar un crecimiento de células anormales en el cerebro.
De acuerdo con el portal clínico MayoClinic, hay múltiples tumores cerebrales y se dividen en varios tipos: cancerosos (benignos) y cancerosos (malignos).
Ten en cuenta que esta anomalía oncológica podrían aparecer, en primera instancia, como tumores cerebrales primarios.
Además, es importante entender que esta anomalía puede comenzar en otras partes del cuerpo y diseminarse al cerebro; en este caso, se conocen a estos tumores cerebrales como secundarios o metastásicos.
“La rapidez con la que crece un tumor cerebral varía mucho. Tanto el índice de crecimiento como la ubicación del tumor cerebral determinan cómo afectará la función del sistema nervioso”, ahonda el portal clínico.
Hoy te contaremos algunos de los principales tipos de tumores que podría sufrir un paciente; ten en cuenta que estos varían de tamaño y de la ubicación.
Tipos
- Astrocitoma
- Carcinoma de plexo coroideo
- Craneofaringioma
- Ependimoma
- Glioblastoma
- Glioma
- Meduloblastoma
- Meningioma
- Metástasis cerebral
- Neurinoma del acústico
- Oligodendroglioma
- Pineoblastoma
- Tumores cerebrales pediátricos
- Tumores embrionarios
- Tumores pituitarios
Sintomatología
Uno de los aspectos que debes conocer para identificar oportunamente esta afección son los signos y síntomas de un tumor cerebral. Sin embargo, recuerda que estos podrían varíar dependiendo su tamaño, ubicación y la tasa de crecimiento del tumor cerebral.
De acuerdo con lo que varios portales de salud aseguran, la sintomatología característica y más común de esta patología son:
- Nueva aparición o cambio en el patrón de dolores de cabeza
- Dolores de cabeza que gradualmente se vuelven más frecuentes y más intensos
- Náuseas o vómitos inexplicables
- Problemas de la visión, como visión borrosa, visión doble o pérdida de la visión periférica
- Pérdida gradual de la sensibilidad o del movimiento en un brazo o pierna
- Problemas de equilibrio
- Dificultades del habla
- Confusión en asuntos diarios
- Cambios en la personalidad o el comportamiento
- Convulsiones, especialmente en personas sin historia clínica de convulsiones
- Problemas auditivos